Irrompibles vs. Dark Space

IRROMPIBLES VS. DARK SPACE
NADA DE DARK Y MUCHO DE SPACE
Hoy presentamos: El que quiere celeste que le pida al módem.

No me gusta que me digan que no puedo jugar en Internet si no tengo una conexión de banda ancha. No me gusta que me digan que “es imposible sin cable”. Y como no me gusta, siempre termino enroscado en batallas personales para demostrar lo contrario (costumbre adquirida a lo largo de años de lucha con aquellos viejos y odiosos datassettes).

Será por eso que, cuando leí en la sección noticias del N°48 sobre la existencia de un gigantesco universo o­n-line llamado Dark Space (donde podría tripular GRATIS mi propio crucero espacial), me emperré en comprobar que desde Argentina y como cualquier hijo de vecino (o sea, con un modesto módem) no me quedaría sin disfrutar de semejante experiencia.
¡ME NEGUE A ACEPTAR EL RENGLON QUE SENTENCIABA “…cualquier interesado con alma de piloto y hardware suficiente -banda ancha- puede descargar bla bla bla…”! ¡Qué yo también tengo corazoncito de piloto, che!
Dicho y hecho; un sábado como cualquier otro, mientras me bañaba, afeitaba y desayunaba (todo al mismo tiempo) dejé bajando el archivo de 32 megas (lo encuentran en www.darkspace.net) que me depararía futuros alegrores al por mayor.
Utilicé el Download Accelerator Plus (que cuadriplica la velocidad de bajada de los archivos) y lo seteé para desconectarse automáticamente de Internet una vez terminada la faena (una real pavada configurable desde el menú AUTO).
Cuando tuve el preciado archivo en mi poder, lo instalé, me conecté nuevamente para registrarme (sólo debí ingresar mi nick, un password y una dirección de e-mail) y el servidor del juego se encargó automáticamente de bajarme 12 megas más de alegror (seguramente un patch, aunque no lo especificaba) necesario para correr esta maravilla visual que todavía me cuesta digerir y que puede disfrutarse gratuitamente mientras los muchachos de Palestar encuentran alguien que quiera distribuirles el fichín (o sea que apúrense antes que se acaben los “beneficios”).
Después de 20 minuticos, todo estaba dispuesto para el alegror: hice el tutorial o­n-line (sencillo y medianamente corto) y el resto es leyenda…
Hoy pueden encontrarme vagando por las múltiples galaxias en mi modesto transporte de tropas (ok-ok, pero ya estoy ascendiendo ratas, y pronto conseguiré una nave para hombres de verdad) y conquistando planetas al servicio de UGTO (algo así como el equivalente al Imperio de Star Wars) aplastando a los payasos revolucionarios del ICC (algo así como la Rebelión). A veces formamos temibles flotas con los otros jugadores, y otras nos dedicamos a perseguir “intereses personales” jeje. Como sea, no dejen de probar esta maravilla si disfrutaron de cosillas como el Homeworld o el Rebellion de Lucas Arts. He dicho.
¡Ah! y nunca lo olviden, mis queridos gusanillos: si se rompe, no es Irrompible.

Rodrigo “Rolo” Peláez
Diciembre 2001