Irrompibles vs. Black Hawk Down

Mucho tiempo ha pasado desde la última epopeya Irrompible, un poco más de medio año. 6 meses luchando contra las malas lenguas que se mofaban de mi mancillado honor. Aquella temeraria y heroica imagen que infringiera el pánico en mis contrincantes de antaño, fue manchada por las fábulas de Rolo. Muchos de ustedes saben quien es este simpático y artero personaje, pero para quienes no lo conocen, voy a permitirme refrescarles la memoria. Rolo es una cucaracha. Una bola de mentiras. Un fabulador. Un mercachifle barato. Un personaje que se esconde entre las sombras en cualquier partido multiplayer, atacando por la espalda para equiparar su falta de habilidad con el mouse. Una vez más desapareció ejerciendo su derecho a la “gran chiquilín”. El había ganado la última partida y decidió retirarse victorioso por un tiempo.
Rolo era una empanada de humita que yo necesitaba meter en el horno. Era tiempo de pulir las armas, de sacar lustre a las bayonetas y de tallar anos contranatura en las figurillas de Rolo e Inodorelli.

Mucho tiempo jugando Lineage me hacía sentir la necesidad de pólvora. Armas de verdad para cortar en dos la billetera del fenicio de Pierru o los peludos traseros de Rolo e Inodorelli. Delta Force: Black Hawk down era la respuesta. Un FPS de guerra moderna, con un año de antigüedad con buenos gráficos y un engine que vuela por la red de redes.
La primer maniobra fue tentar a quienes yo sabía no fallarían. El primer blanco fue nuestro viejo y archiconocido fenicio, y aproveche uno de sus tantos llamados para torturar nuestros castigados estómagos con un buen potaje en el “Rincón Salteño”.

Pierru: Miiiiiikkoooooo!
Moki: Ratón!
Pierru: vamos a comer?
Moki: No se estoy un poco horneado con mi trabajo. Pero podría pensarlo si esta noche testeamos algo para la nueva aventura Irrompible.
Pierru: bueno probémoslo el lunes porque el domingo tengo una “salidita” para combatir mis sueños húmedos.

Listo, el fenicio estaba dentro. Ahora el plato principal, fácil de ubicar por msn:
Moki: hola cabeza de póketer.
Inodorelli: que quieres bola de pus.
Moki: el fenicio llamó para comer algún potaje en el Rincón. Vienes?
Inodorelli: que pasa con tu gato gay?
Moki: dije vienes no viernes.
Inodorelli: OH si allí estaré sin falta, como cuando te suministro mis balas en Internet.
Moki: ya que hablamos del tema. Vete instalando Black Hawk Down. El domingo nos damos.

Dos de tres. Ahora la figurita difícil… Rolo.
Moki: oye “escroto de anciano” vamos a comer al Rincón y el domingo hacemos unas balas con Black Hawk Down.
Rolo: OK veré si puedo estar. Por que eso de escroto de anciano?
Moki: porque te arrugas cuando tienes miedo, jijiji.
Rolo: Pero el escroto de anciano siempre está arrugado
Moki: será porque siempre tienes miedo, jijiji.

Ese viernes comimos picor salteño, Pierru e Inodorelli sobretodo. Planeamos con detalle nuestra partida, y volvimos al trabajo. Algunos en mejores condiciones que otros.
Yo con una bola de Locro en el estómago que se transformaría en un aromático hijo de la oscuridad en cualquier momento.
Pierru e Inodorelli casi desnudos por el calor producido por tanto picante, prometían correr para bajar los guisos de lentejas y mondongo con propulsión a gas metano “fatto in casa”.
Rolo… solo comió empanadas irrompibles, humita (como él es de humita, podríamos decir que se come a si mismo).

La suerte estaba echada, el domingo todos los convocados fueron cayendo uno a uno. Hasta Shadbox se acopló a la partida y con él más tarde aparecieron Pop y Griever. Todos menos el “escroto de anciano” (Rolo), así que decidimos empezar sin él.
Un escenario al azar nos puso en un estadio en medio del desierto. Nadie había jugado al BHD, excepto yo en modo single player, pero había pasado tanto tiempo (más de 6 meses) que ya no recordaba ni las teclas. No tarde demasiado en refrescarlas, y para desgracia de mis queridos compañeros de andanzas recordé rápidamente como cambiar mi ametralladora por un hermosísimo sniper. Oh sí como me vengué del hombre de la billetera. El rey de los campers, el gasparín del Dod (si alguien jugó con el sabrá que al tipo es imposible verlo), el meteorólogo del Battlefield (siempre busca el lugar más alto para snipear), ese mercachifle llamado Pierru, cobró como nunca en su vida.
Lo recuerdo mientras comíamos el Locro: “ya van a ver como les ametrallo el culo. Voy a ser un ave de rapiña, les voy a meter plomo por todos los agujeros”. Cuanta fábula en aquellas palabras.
Durante los primeros minutos, fue casi un mano a mano con Inodorelli. Parecíamos figurines árabes rezando a Alá, besábamos el suelo una vez cada uno. Mientras nosotros sumábamos y restábamos, Pierru por supuesto trataba de hacer meteorología (buscaba el lugar más alto) intentando la posición más favorable. Algo que nunca sucedió.
Durante esa primera afrenta, este ex gordo (aunque no lo crean se le caen todos los pantalones) comprobó que perdió con los kilos todo su talento. El resultado habló por nosotros: Moki 10 – Inodorelli 6 – Pierru 1. Ese único frag lo consiguió por accidente mientras cargaba mi arma sobre el cadáver sangrante de Inodorelli.
La verdad es que a Pierru prácticamente no se lo veía, solo asomaba la cabecita para buscarnos, dándonos tiempo suficiente para arrancársela a tiros como a un patito de feria. Ping!… titititititititi…ping!… titititititititi…ping!… titititititititi…ping!…
Ahi fue cuando nos dimos cuenta. Pierru estaba en desigualdad de condiciones, víctima de uno de sus defectos, no escuchar. Al recordar donde se cambiaban las armas, empezó a correr la sangre bajo la violencia de mi sniper. Como buen Irrompible, ofrecí mis conocimientos para que mis adversarios tuvieran la misma oportunidad y así obtener una victoria más digna. Les ofrecí a ambos indicar donde se cambiaban las armas. Inodorelli accedió a una tregua balística siguiéndome desarmado para ver donde estaba el dichoso arsenal. Fue entonces cuando la ratika de Pierru aprovechó y trató de matarnos desde una de las torres del estadio con su M16. Imaginen a ese inhábil parado en el punto más alto tratando de acertarle a 2 puntos (porque así nos vería) con metrallas erráticas y carentes de pulso. Saqué mi sniper y: titititititititi…ping!. Solo Inodorelli me siguió y aprendió donde cambiar armas. Pierru jamás llego al sniper. Pierru se convirtió en un blanco fácil… jugó Pierru esa noche?

Hartos del tiro al blanco (o tiro al Pierru), cambiamos de escenario para festejar la aparición de Shad. Rolo… ausente.
Este segundo nivel era mucho más grande e interesante. Las calles áridas de una ciudad se desplegaban frente a nuestros ojos, como preámbulo mortal de los titanes que estaban a punto de enfrentarse.
El escenario era el típico favorito de Pierru, lleno de terrazas. Fue por eso que infinidad de veces lo vi haciendo del “hombre tortuga”.

Voz de locutor de Animal Planet: “Es así como vemos al Hombre tortuga, mamífero cuadrúpedo que habita en los lejanos rincones de la Internet. Puede vérselo acechando en lugares altos y oscuros esperando durante horas a sus presas. Este mamífero sería un excelente depredador, si no fuera por su falta de orientación y habilidad para cazar en los nuevos territorios. Este animal es de costumbre y necesita familiarizarse con el territorio antes de cazar. Es así como puede vérselo la mitad del tiempo o­nline arrastrándose,y la otra mitad inmóvil en busca de su presa.”

Muchos se preguntarán que tiene que ver Pierru con una tortuga. Su posición preferida para utilizar el sniper (si, finalmente encontró la armería) era cuerpo a tierra. Y uno podía verlo a la distancia girando sobre si mismo y arrastrando lentamente los codos y las piernas para moverse, a veces hasta desafiando la gravedad, con medio cuerpo en el aire.
Menos él todos se quejaban de las grandes distancias a recorrer. Inodorelli, la llorona oficial, nos acusaba a todos de ser un campamento de niños exploradores y de escondernos como murciélagos que esperan la n…TATATATATATAT. Allí aprendió, con la ametralladora de mi helicóptero, que pueden recorrerse distancias desde el aire y disfrutar de un hermoso tiro al blanco como artillero. A partir de ese momento todo se trasformó en un pandemonio. Todos querían matar a Moki, pero eso es un capítulo aparte.

Un artillero experto, una máquina de matar, un asesino del aire. Ese era yo. Solo subiendo al helicóptero este me transportaba automáticamente sobre la ciudad para repartir mi amor balístico. Corriendo de una ametralladora a la otra mi artillería aérea se cobro unos diez Hombres Tortuga (o Pierrus como mas les guste), 6 o 7 Inodorellis y tal vez 5 Shadboxes. No podría precisarlo con exactitud, la felicidad me embargaba y esta solo fue extinguida con la destreza y habilidad del sniper de Shadbox, o tal vez la ametralladora de Inodorelli, quien disparaba enloquecido desde un emplazamiento en el balcón de un viejo hotel. Lo cierto es que finalmente descubrieron después de mi reinado aéreo de 5 minutos que el helicóptero no era invencible. Lo que no sabían aún era a le habían acertado exactamente y era lo que yo quería averiguar. Por supuesto Inodorelli y Shad querían robarme la ventaja y corrieron los 2 en busca de un helicóptero. Pero solo Shad logró treparse a él mientras se veía el cuerpecillo del soldadiko de Inodorelli y se lo oía maldecir a los gritos por el GameVoice®:
Inodorelli: “MALDITO MIKO ARRUGADO Y SIN ALEGRIA. HIJO DE UN CUIS. VOY CLAVARTE UNA GRANADA EN EL ANO Y VOY A PINTAR MI HABITACION CON EL CONTENIDO DE TUS INTESTINOS!!”!
Aprovechando esa confusión corrí a la armería, quería aprovechar para probar el lanzamisiles que había visto allí. Me equipé con él y corrí siguiendo el rugido de las aspas del helicóptero. Lo sorprendí con un misilazo mientras le disparaba a nuestro querido hombre tortuga. Instantes después caí víctima del fuego de Inodorelli, quien a los gritos festejaba su venganza de mis ataques aéreos.
Inodorelli fue quien tomó esta vez el helicóptero, y descubrí que había otro a unas cuadras de ese. Corrí hacia él, y esperé el momento de cruzarme con Inodorelli en el aire. El resultado fue una titánica pelea en el aire entre nuestras intrépidas ametralladoras. Una pelea que duró prácticamente un minuto y medio. El resultado fue por supuesto, un Inodorelli más en mi cuenta y un rosario de insultos del mismo, acordándose de mis ancestros. Pero la frase que me hizo saber que realmente estaba enojado fue algo así como: “Miko estuviste haciendo los deberes?”

Terminamos decidiendo la suerte a la “Soy gitano”. Inodorelli pidió a gritos terminar con la farsa. Como un típico gremialista argentino exigía:
Inodorelli: “Dejen ya de esconderse, me aburren, aquí no hay acción si no es por mí. Yo soy el tonto que sube al helicóptero para que Moki asome la cabeza con su sniper, y para que el culo gordo de Pierru quiera divertirse con él mientras tanto.”
Yo accedí a encontrarme a cuchillo con él en la plaza central, pero antes de abandonar mi posición en lo alto de un edificio, veo al hombre tortuga en la cima de un edificio en el extremo opuesto del escenario. Bueno en realidad creí que era él, solo se veía una silueta negra arrastrándose como una babosa. Tenía que ser Pierru. Le disparé, pero con la distancia era imposible pegarle. El me devolvió el disparo, le pasó lo mismo. Sin perder el tiempo corregí la mira y lo volví a intentar sin dar en el blanco, lo mismo le pasó a él. Creo que estuvimos disparándonos por casi 2 minutos completos sin poder dar en el blanco hasta que yo le acerté. Pierru no había hablado por su micrófono en toda la noche, y por primera vez rompió el silencio gritando:
Pierru: “Noooooooooooooo, miko infecto, no lo puedo creeer!”.
Creo que en ese momento Pierru tocó fondo.
Corrí entonces al encuentro en el centro del escenario, donde Inodorelli esperaba ya impaciente. Instantes después llegó Pierru maldiciendo y tras él Shad que ya traía el cuchillo en la mano y no pudo evitar “cepillárselo” por la espalda. Luego se abalanzó sobre Inodorelli que se volvió con una rapidez que lo hizo casi invisible y le dió su merecido. Mientras Shad se desplomaba me arrojé sobre él para aprovecharme, y todo terminó. Mientras un nuevo Moki respawneaba se escuchaba la vocecita de Inodorelli: “Ohh sii, lo hice, soy el vencedor, soy el rey del cuchillo y todos beberán mis jugos. Tomen!”. No podía soportarlo, un error de cálculo en las distancias con los cuchillos me había costado el honor, y eso no podía volver a repetirse.
Como en “Soy gitano” todos se acuchillan y nadie muere, fui corriendo al centro una vez más, y quien estaba en pie en ese momento era Shad. Dije “era”, porque esta vez calcule bien las distancias y podía oírlo gritar como un marrano mientras lo cortaba en dos. Tras él vino Pierru sin ofrecer demasiada resistencia, fue como acuchillar a un muñeco. Solo me faltaba encargarme de Inodorelli que no tardó en aparecer saltando como una bailarina y sacudiendo el cuchillito. FSSS FSSSS FSSSAAA! Adiós Inodorelli. Ya estaba listo, nuestra hazaña podía terminar por esa noche. En el promedio yo había sido el vencedor, me había encargado muy bien de Shad y me había burlado de Inodorelli y Pierru, o debería decir “Chasman y Chirolita”?. Está claro que Pierru es Chirolita, un peluche que solo sirve para hablar.

Al día siguiente decidí darle una revancha a Inodorelli que no soportaba perder:

Inodorelli: Miko anal y tramposo, te estudiaste los mapas de memoria.
Moki: no es cierto, jamás jugué esta kk en multiplayer. Es tan nuevo para mí como para ti.
Inodorelli: no te creo nada, y no te hagas el listillo conmigo. Se que estuviste practicando y te sabías las “teclitas”.
Moki: bueno yo lo jugué en single player y quizás eso me de una mínima ventaja a pesar de haberlo hecho hace meses.
Inodorelli: bueno pos hagamos una revancha en un nivel más chico y sin snipers, que fomentan el Pierruismo.
Moki: vamos allá, llama al hombre tortuga, yo llamaré a Rolo.

Instantes después estábamos en un pekenio escenario, y esta vez con la presencia de Rolo. El monigote finalmente se presento luego de tener que soportar a Inodorelli rumiando a su lado durante todo el día, la dichosa batalla en la que se viera mancillado el honor de Pierru. En realidad solo sabemos que Pierru jugó porque allí estaba su nick, pero en tres partidas solo hizo un frag. Y lo peor, es que como “Farabute recibido” respondía a las burlas hablando de ese único frag que había conseguido, como un hincha de Racing que recuerda aquel famoso gol del Chango Cárdenas.
Aquel pekenio escenario al que también se sumaron Pop y Griever, transformó a Inodorelli en el rey. Un rey que no nos sacó demasiada ventaja. Rolo y yo lo secundábamos por un par de frags.
Ese escenario certificó que, sin snipers Pierru no tiene habilidad, que Inodorelli decía que el juego era malo porque no soporta perder (porque por supuesto ahora que su suerte había cambiado el juego era buenísimo), que Rolo es un escroto de anciano, que Pop no es nada sin su túnica y su espada de Lineage y que Griever es un colador humano.
Creo que la mitad de mis frags se los debo a estos dos últimos y simpáticos personajes. Pop en un arranque de furia me perjuró que se la cobraría en los campos virtuales de Lineage, en cambio Griever recibió el castigo con honor y aprendió, terminando con un respetable puntaje. Más respetable que el de Pierru que una vez más parecía no haber venido, a quien oí justificarse diciendo, que eran sus hijos quienes jugaban en su lugar.
Para el siguiente escenario, Rolo propuso jugar gallito ciego en dos variantes.
El gallito ciego ninja: hicimos una ronda, Rolo arrojó una granada de humo al centro y todos entramos al mismo tiempo en la nube con un cuchillo en la mano. Quien quedaba en pie era el ganador. Shadbox quedo en pie y no sabíamos si la vista se nos había nublado por el humo de la granada o por las lágrimas de la risa.
El gallito ciego fotográfico: el procedimiento fue el mismo pero tratábamos de acuchillarnos cegados por una flashbang. Quedamos Inodorelli y yo en pie con un empate, porque el efecto se disipó antes, con lo que concluimos en que el mejor mod era el primero.
Hubo un tercer intento con una granada normal, pero fue descalificado. La o­nda expansiva nos mató a todos, solo beneficiaba a quien la arrojaba, en este caso el ventajero de Rolo, y no dejaba ciegos a los participantes.
Luego de dos largas sesiones de fichín, quedó expuesta la escasa habilidad de Pierru, algo que sabíamos el no soportaría. En siguiente intento de gallito ciego, cuando el humo comenzó se oyó un TATATATATATAT y se leyó en la pantalla un “kakakakakaka coman”. Este viejo mercachifle había perdido finalmente los estribos y el honor. Instantes después desapareció del ciberespacio, solo para tener un grato momento con el cual defenderse de nuestras burlas, en nuestra próximo almuerzo juntos.

Ya puedo escuchar su voz cuando lea esta nota:

Pierru: “Mentiras. Es lo que seguramente están leyendo o van a leer acá, escritas por Moki y su ayudante sub-humano: Inodorelli. Van a hablar de “camper”, de “comió balas” y demás fantasías. La realidad es Moki temiendo mi impecable puntería, con la complicidad de los otros cobardikas, suprimió del Black Hawk al… sniper!! Tanto miedo me tienen, que tuvieron que dejarme solo con el cuchillo y un par de armas inferiores. De nada les sirvió y el resultado fue el de siempre: Inodorelli fácilmente baleado por Pierru.”

Por supuesto no podia quedarme sólo con la opinión de este farabute diplomado y le pregunté a Inodorelli que recordaba de aquella noche:

Inodorelli: “Bueno. No se… no recuerdo mucho de esa noche. Quizas solo fue otra batalla en la que Moki se aprendio los mapas de memoria, Rolo apenas se movia como un viejo con baston, Pierru bueno… es Pierru. Y ah si… Mario. Estaba Mario. Ya recuerdo. Recuerdo un estadio… vacío. Vacío porque no se veía a nadie y todos esnipeaban como maricones jugadores de lineage. Fue un combate más. Lo que recuerdo es el momento de las fotos. Yo le sacaba una foto a Pierru. Lo miraba con la mira telescópica, saque la foto, lo pensé y me di cuenta de que no habia nada que pensar y tiiiiiiiiiiiiiiiiiki. Los sesos gigantes del cerebro gigante y desproporcionado esparciéronse por el estadio. Que paso después? no lo recuerdo. No”.

Shad no quiso hablar pero descubrí un mail que me reveló el secreto de su éxito en algunos mapas:

Shadbox: “Estimado vendedor de La Casa del Cazador: Muchisimas gracias, el Gay Radar 2.0 funcionó a la perfección. No solo pude detectar a todos estos farabutes en cada escondrijo donde metían sus olorosos traseros, sino que como el Gay Radar 2.0 detecta sus anos, me permitia atacarlos por detrás y matarlos con cuchillito. Una consulta: cuando el puntito titila mas fuerte significa que es mas gay? Porque el puntito de Inodorelli brillaba con la desesperacion de un puto con 2 anos. Te prometo pasar esta semana para retirar el, Maullido Gatuno al que seguramente Moki no podra resistirse. JIJIJI”

Inevitables eran también las palabras del escroto de anciano:

Rolo: La verdad la verdad, no le tenía mucha fe al Black Hawk Down.
Primero, porque lo había propuesto Moki, y lo avalaba Pierru, que es algo
así como que Al Quaeda te pague un boleto de subte y te diga que está
buenísimo el viaje. Pero bue.

Debo reconocer que salí feliz y sin un rasguño del encuentro virtual.
Hay niveles demasiados extensos que es bueno evitar si la cantidad de
rivales es escasa, pero otros tienen el picor necesario para que pericos
parlanchines de la talla de Inodorelli o ratikas mutantes como Shadbox
mueran como, ratikas mutantes.

Mucha acción, adrenalina, lindos camioncillos blindados para treparse y
baliar (una mezcla entre balear y bailar) helicópteros tripulados por
cobardikas aéreos de sucias narices.
En fin, todo lo necesario para que el miko moderno del siglo veintiuno, o
sea yo, un Irrompible Next Generation, castigue a esos primates malolientes
que todos conocemos bien. O sea, perdedores, borrachos, Moki, degenerados,
Inodorelli, vagos, rufianes, Pierru y poco hombres, Shadbox.

Como diría nuestra gourmet preferida, Narda Lepes:

Los ingredientes que vamos a necesitar para que Moki vuelva a ganar en la próxima partida son:

100 gramos de picor, 250 gramos de honor, 150 gramos de hombría, un Moki (sin diluir), un Rolo (recordemos no removerle el escroto para que se arrugue con ataques de pánico), un Inodorelli fermentado en cerveza (si es posible la del hermano de Pierru que le da cagadera y le hace perder el foco en la partida) y un Pierru con honor, sin sniper y con los kilos que perdió para que recuperar su falta de agilidad y su inhabilidad.