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Evil West [REVIEW]

La tercera es la vencida

Evil West es el tercer título que Flying Wild Hog publica este año, donde lanzó videojuegos como chorizos. Primero vino Trek to Yomi, juego que tuve la oportunidad de analizar. Pese a su extraordinaria dirección de arte, la jugabilidad dejaba MUCHO que desear… Primer “regular” de la temporada.

Luego vino Shadow Warrior 3. Un juego que revisó Morton y opinó que, si bien no estuvo mal, se sentía como un bajón de calidad luego de una estupenda segunda parte. De hecho, lo eligió como su decepción del año en los GOTY & CHOTY 2022 de Irrompibles. Van dos desilusiones… ¿La tercera es la vencida?

Evil West es un viaje al pasado en más de un sentido. Desde lo argumental, nos recuerda a The Order 1886, exclusivo de PS4, con algunas diferencias: otro continente, Salvaje Oeste en lugar de la Inglaterra victoriana y, en especial, mucho mejor ejecutado. Aquí también tenemos otra organización secreta, que se dedica a combatir vampiros y otras yerbas, con artilugios que coquetean con el steampunk y el weird west / fantasy western.

En resumen, encarnamos a Jesse Rentier, un agente de “El Instituto”, organización secreta que mantiene a raya a las fuerzas del mal. Jesse es un agente de campo, pero resulta que también es hijo del “jefe máximo”, quién espera que sea su sucesor. En otras palabras, lo presionan para que deje el plomo y agarre más el escritorio, algo con lo que nuestro héroe no quiere saber nada.

Así, en medio de estos “daddy issues”, un poderoso vampiro está llevando a cabo un loquísimo plan para romper con la mascarada vampírica y tomar el control del mundo. La propuesta es tan loca que ni la cúpula de “elders” vampiros lo banca. Como era de esperar, este chupasangre revolucionario se corta solo y arma un desastre. En medio del caos y la destrucción, El Instituto recibe un golpe tremendo, obligando a Jesse a tomar las riendas. Pero, lejos de agarrar el escritorio, agarra la pólvora, la electricidad y el lanzallamas para detener a estos vampiros disidentes.

Un sabor de otra época

Hoy por hoy, si nos comentan sin mucho detalle una propuesta como la de Evil West, fruncimos el ceño. Hasta podríamos llegar a prejuzgar y decir “mmmh… ¡Qué olor a caca!”. Porque si les cuento que es un juego de poco más de 10 horas, completamente lineal, re pasillero, con una variedad acotada de armas y con un mundo que no es ni semiabierto, parece una propuesta pasada de moda.

Es decir, cada una de las partes de Evil West conforman un todo que remite a otra época. El tema es que cada uno de sus elementos está tan perfectamente ejecutado que se disfruta como un chancho. O, teniendo en cuenta el nombre de su desarrollador, como un chancho volador, que de seguro disfruta más que el “chancho tierra-tierra”.

Lo nuestro es el plomo

Una de las cosas que Evil West hace de maravilla es el combate. No le hace falta tener veinte armas distintas, porque tiene la variedad justa, con una integración perfecta a su lógica. Cada herramienta de destrucción sirve para un propósito específico. Consideren que es un brawler más que un shooter, ya que las armas a distancia se integran al combate para extender nuestros combos o contraataques.

En otras palabras, mientras repartimos sopapos, podemos cargar con electricidad nuestro guante especial, disparar con el revolver para extender el combo, usar la escopeta para control de multitud y terminar esquivando, para disparar al punto débil de un enemigo lejano con nuestro rifle.

Así, cada herramienta está diseñada para un trabajo específico. Lo mejor es que, encadenarlas como si se tratara de un gran combo, es una sensación magnífica. Y estoy hablando de un feel cercano a sistemas de combate del nivel de God of War, como para que se den una idea de la maestría en la ejecución de Wild West. Para rematar, existe un excelente sistema de progresión, donde cada uno de estos artilugios tienen mejoras para desbloquear, agregando nuevos efectos y movimientos. Una delicia total en este apartado, ¡Aplauso, medalla y beso!

Buscando a Ennio Morricone

El arte que acompaña la jugabilidad no se queda atrás. La música es estupenda y sus acordes “cowboy con overdrive” son coherentes con esta peculiar ambientación. Los distintos escenarios se sienten muy diferentes unos de otros, pero al mismo tiempo muy orgánicos. La variedad de enemigos no se queda atrás, como tampoco la calidad de modelos y animaciones. ¿Y qué decir del diseño de sonido? No solo es genial y variado, sino que es tan bien pensado que la mayoría del tiempo lo usaremos para advertir los ataques.

Para rematar, gráficamente el juego se ve genial y está muy bien optimizado. Lo probamos en PC con una 3080, con todas las opciones en ultra y a 4K. El resultado superó los 60 fps, con una consistencia que emociona, aun cuando la pantalla se llena de enemigos y millones de partículas.

Por otra parte, para los fanáticos fundamentalistas del mundo abierto, les digo: más vale un level desing pasillero” exquisito, que mil mundos abiertos cacosos. Y este juego hace gala de lo primero, donde quizás la única crítica que se me ocurre es lo poco claro que resulta identificar un camino alternativo. 

Es decir, muchas veces se nos dan pequeñas opciones de exploración, para obtener recompensas adicionales antes de seguir por el camino principal. No siempre queda claro y, si nuestra elección nos lleva por el camino para continuar la historia, no hay vuelta atrás. Así, nos despedimos con lágrimas de las recompensas extra. Sí, me pasó muy seguido y puteé un montón.

Por último, el juego está plagado de cinemáticas que ayudan a desarrollar la historia. Una historia que no es original, pero está tan bien contada y presentada que engancha a morir. A ver, estamos hablando de un juego AA… Teniendo eso en cuenta, la cantidad, calidad y frecuencia con la que mete excelentes cinemáticas es demencial y más de un AAA debería avergonzarse.

Por un puñado de dólares

Evil West está lejísimos de ser una experiencia innovadora, pero lo compensa siendo estupendo. Casi todo lo que propone lo ejecuta de “bien” para arriba. Es una invitación a revivir las mejores sensaciones que nos dejaban grandes juegos hace 10 o 15 años atrás. Además, tiene un modo cooperativo para disfrutar de la historia con un compañero de armas (la contra: no tiene matchmaking). Si tienen ganas de pasar un excelente rato con una propuesta que no demanda neuronas ni complicaciones argumentales, este es un título que les recomendaría hasta Clint Eastwood, que dejó el gaming justo después del estreno de Pac-Man. Me alegra que la gente Flying Wild Hog haya podido comprobar de forma empírica que la tercera es la vencida. [i]


DESARROLLADO POR: Flying Wild Hog
DISTRIBUIDO POR: Focus Home Interactive
GÉNERO: Acción
DISPONIBLE EN: Windows, Xbox Series.

QUÉ ONDA: Vaqueros, steampunk y vampiros. Un combo tan hermoso como peli pochoclera, aire acondicionado y pochoclo.
LO BUENO: Diseño de niveles, sonido y música. Miles de cinemáticas excelentes. Un sistema de combate estupendo y adictivo. La variedad de enemigos.
LO MALO: Cero innovación. Cuesta diferenciar caminos alternativos de los principales. Falta de matchmaking para el cooperativo.

Este análisis de Evil West fue realizado a través de un código de PC provisto por sus desarrolladores.

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