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Like a Dragon: Ishin! [REVIEW]

Como un dragón historiador

No hay gamer sobre la tierra que no reconozca, al menos la imagen, de los personajes tradicionales de la saga Yakuza. A través de los años y tras numerosas entregas, se fueron impregnando en nuestra memoria. Por ello, resulta muy interesante que este Like a Dragon: Ishin! nos traiga una historia real, pero representada por estas celebridades digitales.

Por otra parte, estamos ante un relanzamiento de un fichín de 2014 que solo fue estrenado en Japón. En aquel momento resultó una novedad que la jugabilidad de Yakuza, siempre basada en trompadas y patadas, se ampliara a armas de fuego y melee. Excelente oportunidad para jugar algo que quizás no sabíamos que nos estábamos perdiendo.

Primero, un poco de contexto histórico.

Nos encontramos a comienzos de 1850. Para ese entonces, Japón ya llevaba arrastrando más 200 años de una fuerte política de aislamiento llamada “Sakoku”: el país estaba cerrado, nadie podía salir, nadie podía entrar —con excepción de los holandeses—. El Sakoku, instaurado por el shogunato de Tokugawa durante el período Edo, había sido, en principio, exitoso. Pero llegado el siglo XIX, la cosa empezó a decaer cada vez más.

El shogunato comenzó a perder poder (y plata), y el campesinado se empobrecía rápidamente mientras crecía el descontento general. Los samuráis ya no contaban con la simpatía popular y eran vistos cada vez más como parásitos mantenidos por el gobierno —recordemos que “samurái” era una clase social, no simplemente la nomenclatura para un guerrero—. Incluso los samuráis de rango más bajo comenzaron a tener problemas económicos. Entonces llegó la gota que colmó el vaso.

En el año 1853, el comodoro Matthew Perry (no, no el de Friends) de la Armada de los Estados Unidos llegó a Japón con una flota mega moderna. Presumiendo de unos cañones muy convincentes, “obligó” al shogunato a cortar con el Sakoku y a abrir el país, dejando en evidencia la debilidad del gobierno.

Fue entonces cuando se terminaron de definir dos posiciones políticas muy marcadas: por un lado estaba el shogunato, los daimyo y todos los que controlaban el país. Del otro lado de “la grieta” estaba una facción llamada Ishin Shishi, leales al emperador, que buscaban el fin de la dictadura militar y la vuelta del sistema imperial (y de paso expulsar a los extranjeros).

Para apaciguar estas movidas rebeldes, se recurrió al Shinsegumi, una fuerza policial de élite. En Like a Dragon: Ishin! tomamos control de Sakamoto Ryoma, una importantísima figura histórica real, miembro del Ishin Shishi rebelde. Este, a su vez, es interpretado por el protagonista clásico de la saga Yakuza, Kazuma Kiryu, quien deberá infiltrarse en las filas del Shinsengumi para desbaratarlo desde adentro.

De más está decir que conocer la historia real no es fundamental, pero cuanto más sepan de ella más se divertirán siendo testigos de cuánto se aleja o se acerca el juego. Aun sin saber nada de nada, el relato incorpora una suculenta cantidad de misterios, asesinatos, complots y traiciones. Le sobra paño para entretenernos, y termina siendo una adaptación tan buena como atrapante.

En cuanto al juego en sí, tenemos que tener en claro que no se trata de una remake, sino de un localización moderna, con elementos remasterizados y actualizados al presente de la franquicia. Con esto en mente, hay que aceptar que el título no termina de disimular el paso del tiempo. Hay contrastes importantes entre algunos modelos, texturas y animaciones. Aun así, a pesar de que no parece un juego de esta generación, el diseño en general luce de un muy buen acabado y está muy atento al detalle, tanto para personajes como para entornos.

En cuanto al combate, tenemos estilos muy vistosos, como es costumbre en la serie. Pero aquí están condimentados con armas que llevamos de manera permanente, además de usar los clásicos puñetazos y patadas. Es decir, además de repartir trompadas, tenemos el estilo basado en la espada, en el revolver y en una combinación de estas dos armas juntas. El problema es el desbalance entre las clases, que se hace notorio muy rápido con el “brawler” (trompadas). Este estilo quedó abandonado casi todo el juego, a partir de obtener mi primera katana. Ocurre que el estilo con esta arma, el “espadachín”, es el más completo en cuanto a capacidades defensivas y ofensivas.

Claro, a la hora de lidiar con una multitud, que mejor que cambiar al estilo “bailarín salvaje”, la combinación de espada y revolver, que se caracteriza por ágil, movediza, rápida y vistosa. Por último, tenemos el estilo “pistolero”, con poderosas armas de fuego, pero que quedan relegadas a situaciones donde los enemigos tienen equipamiento a distancia y se encuentran lejos.

En resumen, pese al poco balance de algunos estilos, el combate es más que aceptable, en especial para los “vieja escuela”. Y es que se siente que Like a Dragon: Ishin! es de un tiempo posterior a Yakuza 6, con todo lo bueno y lo malo que ello implica según cada paladar.

En cuanto a las mecánicas de progresión, el juego tiene un árbol de habilidad por cada estilo. Este avance viene dado por la obtención de orbes específicas del estilo (recompensa por usarlo) y orbes normales (recompensas de experiencia general). Las primeras solo pueden usarse en su estilo propio, mientras que las segundas sirven para cualquiera de ellos. Además de esto, existen ciertos movimientos especiales que solo pueden ser aprendidos si acudimos a maestros.

Por supuesto, si hay algo que hace a un Yakuza es el mapa, cómo se construye el mundo y cómo nos relacionamos con él, a través de interacciones y minijuegos. Like a Dragon: Ishin! se siente más pequeño, pero no por ello vacío o liviano. En todo caso, más íntimo, con ricas relaciones entre los maestros, vendedores y las diversas actividades repartidas por el mundo. Siempre tenemos algo divertido y variado por hacer cerca de nosotros, tales como bailes, juegos de mesa, pesca y mucho más.

De todo esto, lo mejor viene con una propuesta de exploración de dungeons, donde tenemos que utilizar cartas de habilidad que representan tropas aliadas. Esta es la actividad estrella, que nos permite pensar diferentes estrategias, subir el poder de carta y armar nuestro propio mazo.

Así, Like a Dragon: Ishin! se convierte en una obra donde el paso del tiempo se nota de manera negativa en muchos aspectos, pero aún sigue siendo recomendable e incluso imprescindible para el fan de la saga. [i]


DESARROLLADO POR: Ryu Ga Gotoku Studio
DISTRIBUIDO POR: Sega
GÉNERO: Aventura y acción
DISPONIBLE EN: PC, PS5, Xbox Series X|S, PS4, Xbox One.

QUÉ ONDA: Un Yakuza basado en una historia real, que finalmente llega a occidente.
LO BUENO: La historia. Un mundo que se siente vivo. Mucho contenido y muy variado.
LO MALO: Las mejoras son muchas, pero lo jugable y lo técnico se siente viejo con respecto a las nuevas entregas de la saga. Estilos de combate muy desbalanceados.

Este análisis de Like a Dragon: Ishin! fue realizado a través de un código de PC provisto por sus desarrolladores.

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