La “alianza irregular” es mucho más que regular
Vuelve a nuestras PCs un título clásico de la táctica de escuadrón, luego de décadas perdido en un limbo de malas entregas. En un estilo similar a The Expendables —y con una densa cobertura de “tontería ochentosa”—, Jagged Alliance 3 nos invita a formar nuestro propio grupo de mercenarios. Viene decidido a probar que merece portar el apellido y, además, que podemos disfrutar de un estilo Clase B rozando la vergüenza ajena. Y, atención, el título nos advierte de este “peligro de cringe intenso”, incluso antes de ingresar al menú principal. ¡Quien avisa, no traiciona!
Pocas cosas revelan la edad (avanzada) de una persona como emocionarse por el lanzamiento de Jagged Alliance 3. Una franquicia que nació en 1994 y lleva casi 25 años sin estrenar una entrega numerada. Ocurre que, después de una buena segunda parte, hubo una serie de títulos mediocres (en el mejor de los casos). Estos no llevaron numeración, sino unos subtítulos cuya pretención superaba con creces la calidad final de los juegos. Casi como si quisieran decirnos: “Cuidado, este no tiene número… no va en serio, ¿ok?”.
Sin duda, los fans lo sufrimos bastante, porque esta es una saga que, en sus comienzos, llegó a rivalizar con los primeros pasos que daba de lo que hoy conocemos como X-COM. Luego de tanta espera, de la mano de Haemimont Games finalmente llega una secuela numerada. Este es un estudio reconocido por crear excelentes juegos de construcción de ciudades, como la serie Tropico. ¿Son suficientes credenciales? ¿Cumple este Jagged Alliance 3 con las expectativas? Les adelantamos que sí, cumple y está muy bien. Pero, al mismo tiempo, no cabe dudas de que X-COM puede estar tranquilo, porque no lo desplaza del trono ni a los tiros.
Su misión, si decide aceptarla…
En principio, algo que nos dejó relativa tranquilidad es que el director de los primeros dos juegos fue responsable de la historia. Y, si bien no hizo ningún desastre, fue a lo seguro: es sencilla y plagada de clichés pero, digamos todo, no desentona con el resto de la propuesta. Resumiendo, en un país de África llamado Grand Chien, una suerte de “Señor de la Guerra” secuestra al presidente. Su hija nos contrata para la liberación de su padre y su pueblo y… ¿Cómo resistirse a una propuesta que seguramente será recompensada con diamantes?
Así, la historia se desarrolla entre misiones principales, secundarias y algunos muy modestos giros, los cuales nunca llegan a dejarnos con la boca abierta. De principio a fin, el relato es bastante chato y se condimenta especialmente con la tontería aportada por nuestro equipo de mercenarios. Y es aquí donde, para bien y para mal, Jagged Alliance 3 muestra su sello diferenciador.
Resulta que, a diferencia de otros juegos del género, aquí tenemos una suculenta lista de mercenarios predefinidos, donde cada uno tiene sus ventajas y habilidades, pero además una personalidad propia y líneas de diálogo acordes. Así, es más fácil labrar una relación con cada uno de ellos, e incluso distinguirlos por algo más que “este es bueno para esnipear”. Claro que, como dijimos antes, también corremos el riesgo de que los comentarios sean demasiado bobos. Aquí cada uno tendrá su umbral de tolerancia, pudiendo disfrutar u odiar las frecuentes interacciones.
Al mismo tiempo, otra marcada diferencia es que a esta gente tenemos que pagarles. Nada de dar la vida por el honor, el futuro del planeta o la supervivencia de los osos panda. Aquí nadie trabaja gratis y, cuando se termine el tiempo de contrato o el dinero, harán las valijas y se tomarán el próximo avión. Por esto, debemos ser cuidadosos con las finanzas al amar nuestro equipo, compuesto por uno a seis mercenarios. Los soldados baratos tienen estadísticas baratas, las cuales nos pueden dejar mal parados cuando un disparo fácil sale mal. Los profesionales caros tienen excelentes aptitudes, pero armar un pelotón completo con ellos nos desangra la cuenta bancaria.
“Lo nuestro es el plomo”
En cuanto a lo jugable, Jagged Alliance 3 es correcto. El abanico táctico está nutrido de las opciones que uno espera, tales como tomar cobertura, resignar puntos de acción para reaccionar en el turno enemigo, fuego de supresión, sigilo y mucho más. Ya que lo menciono, no me gustó como se implementan las acciones encubiertas. No es que sea un desastre, pero falla en algo clave: el posicionamiento previo al ataque. Si bien Jagged Alliance es un juego de táctica de escuadrón, el movimiento se efectúa de manera dinámica. Cuando nos descubren, comienzan los turnos.
Entonces, si queremos ir a lo bestia, no hay mayor problema. Pero, en caso de querer utilizar el sigilo, el posicionamiento es un dolor de cabeza, ya que no contamos con la opción de pausar el tiempo, solo es posible durante el combate. De esta manera, después de una docena de frustraciones, abandonamos la idea de realizar maniobras silenciosas más complejas que atarnos los borcegos.
En el mismo sentido, existen algunos elementos que echamos en falta, los cuales forman parte del “repertorio estándar” de un táctico de escuadrón moderno. Como, por ejemplo, emplear otras aberturas que no sean puertas para infiltrarnos en edificios. Aun así, no son temas significativos, en general Jagged Alliance 3 cubre, en distintos grados, todas las bases que esperábamos.
Por otra parte, las aptitudes de nuestro escuadrón pueden ser desarrolladas, con la posibilidad de elegir nuevas ventajas cada vez que subimos de nivel. También está la posibilidad de personalizar y mejorar nuestras armas, con los recursos obtenidos a través de la destrucción de objetos y equipo que recolectamos en nuestras escaramuzas. Con todo esto y a medida que completamos misiones, el mismo juego se encarga de empujarnos a crear un equipo de especialistas, donde no siempre el foco está en apretar el gatillo. La importancia de los médicos es evidente, pero tampoco debemos subestimar hackers y mecánicos, ya que su utilidad es significativa en la obtención de distintos recursos.
Digno heredero
Con todo, Jagged Alliance 3 demuestra que tiene derecho a portar el apellido. Es un juego que fue desarrollado con mucho amor, algo que queda demostrado en la personalización de sus personajes. También vemos esta dedicación en lo artesanal de su mapeado, un tablero con más de cien casilleros, donde cada uno representa un escenario diseñado sesudamente, sin recurrir a lo procedural.
Por supuesto, existen un montón de cosas que podrían estar mejor. Lo que más nos duele es el sigilo, ya que simplemente le falta una pausa fuera del combate y ya está (ojalá lo contemplen a futuro). Pero, aun con sus problemas, es una alegría ver que la saga vuelve a los niveles de calidad que esperamos. En resumen, lo recomiendo como una excelente opción si les gustan los tácticos de escuadrón. Cualquier cosa, si lo compran y no están de acuerdo con mi opinión, les pido que no me manden mercenarios a buscarme. O, al menos, manden de los baratitos. [i]
DESARROLLADO POR: Haemimont Games
DISTRIBUIDO POR: THQ Nordic
GÉNERO: Estrategia, táctico
DISPONIBLE EN: PC.
QUÉ ONDA: El último Jagged Alliance bueno salió hace 25 años. Hasta ahora.
LO BUENO: El abanico de opciones tácticas. El diseño de las aptitudes y personalidad de los mercenarios. El mapa y escenarios.
LO MALO: Imposible planificar acciones con sigilo. En la etapa de planificación, la interfaz de usuario es vintage. Algunas acciones en la gestión son raras, como muy limitadas opciones de compra de munición y equipo.
Este análisis de Jagged Alliance 3 fue realizado a través de un código de PC provisto por sus desarrolladores.

Gustavo Sobrero, alias El Cenizas, es Secretario de Redacción de [IRROMPIBLES] y fundador de la Iglesia Savathûnista. ¿Tienen dos minutos para que les hable de Savathûn, que es el Camino y la Salvación? Pueden seguirlo en Twitter (@ElCenizasWTF) y en Instagram (@el_cenizas).
- CALIFICACIÓN85%