Moving Out 2 [REVIEW]

El terror de los consorcios

Una mudanza es sinónimo de estrés. El temor a que nuestros objetos más preciados se rompan o se pierdan en el camino. Preocupaciones por dejar marcas en las paredes, dañar las puertas o romper algún cristal tanto en el lugar que dejamos como en nuestro nuevo hogar. Sin embargo, ¿qué sucedería si la única prioridad fuera hacerlo rápido, sin consecuencias y riendo junto a nuestros amigos? Eso es precisamente lo que nos brinda Moving Out 2, una perspectiva diferente de una mudanza, llena de locura y diversión.

Quien haya jugado el primer juego, sabe lo que tenemos entre manos. Moving Out 2 es súper continuista, pero agrega elementos suficientes para dejar conformes a sus seguidores. Desarrollado por SMG Studio y Devm Games, el juego expande la propuesta simple, pero efectiva, que hizo de su primera entrega un favorito entre los party games.

Así, de nuevo tomamos el rol de un F.A.R.T. (“pedo” en inglés), siglas que corresponden a Furniture Arrangement and Relocation Technician (Técnico en Disposición y Traslado de Mobiliario). La progresión es simple: nos dan un trabajo y vamos a la locación, donde nos encontramos desafíos con diferentes objetos y mapas. El objetivo es llevar los objetos marcados para mudar hasta el camión de mudanza. Como hacemos para que lleguen hasta ahí, es cosa nuestra. Podemos ser cuidadosos, o también podemos revolearlos desde una terraza, que rebote en una sombrilla y aterrice como pueda.

En esta oportunidad, además de tareas de mudanza similares al juego original, también tenemos nuevas variantes y obstáculos. Aunque el objetivo principal sigue siendo mover objetos de un lugar a otro, cada nivel presenta sus propios giros y desafíos. Además, ahora tenemos diferentes reinos, cada uno con su propio tema y estilo visual.

Por otra parte, Moving Out 2 permite el juego online, algo ausente en la primera entrega. Por supuesto, lo mejor sigue siendo el cooperativo local, lo más divertido y fuente de más gritos, peleas y risas. Más cuando el planteo sigue siendo muy accesible para todas las edades y los niveles de desafío no son altos. Es importante aclarar que, si bien nunca tenemos grandes dificultades para completar un nivel, otra cosa es satisfacer todos los requisitos. Entre otros, podemos encontrar tiempos máximos, no romper objetos, vidrios o mudar elementos específicos. A más requisitos satisfechos, mayor puntaje y más rápido desbloquearemos nuevos niveles.

En cuanto a la presentación general, sigue la línea del juego anterior, con una locura de colores y diseños absurdos. Cada diálogo es una oportunidad para dar rienda suelta al humor. Los personajes tienen diferentes cabezas, que pueden ir desde tacos mexicanos hasta cocodrilos, con la posibilidad de desbloquear nuevas skins para personalizarlos.

Quizá la mayor virtud del juego sea también su peor aspecto, que es su simpleza y falta de presión. En general funciona bastante bien, salvo algunas pequeñeces en las físicas, que a veces nos desconciertan. Además, lo mejor es jugarlo con amigos y no tener que acudir a la ayuda de la IA, porque es para problemas. Por otra parte, pese a las nuevas incorporaciones, termina sintiéndose un poco repetitivo y depende mucho de la onda que nosotros y nuestros amigos le pongan al jugar.

Para concluir, Moving Out 2 se nota muy continuista, pero eso no hace que deje de ser una excelente propuesta “party game”. Si tienen ganas de pasar un maravilloso rato con amistades, de cualquier edad y grado de habilidad, es una opción sólida para tener en cuenta. [i]

DESARROLLADO POR: SMG Studio
DISTRIBUIDO POR: Team 17
GÉNERO: Party Game
DISPONIBLE EN: PC, PS5, Xbox Series X|S, Nintendo Switch, PS4, Xbox One.

QUÉ ONDA: Ahí va el piano, atajalo.
LO BUENO: Divertidísimo para coop local. Apto para toda edad y habilidad. Estética absurda y colorida. Agrega la opción de jugar online.
LO MALO: No es para jugar solo, la IA es muy corta. Algunos problemitas con las físicas. A mediano plazo se vuelve un poco repetitivo.

Este análisis de Moving Out 2 fue realizado a través de un código de PC provisto por sus desarrolladores.