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Endless Dungeon [REVIEW]

El agujerito sin fin

La odisea espacial terminó en un desastre y ahora nos encontramos atrapados en una misteriosa estación espacial. Abandonada a la deriva en el confín del universo, la incertidumbre y el peligro acechan en cada rincón de “The Dungeon”, como llaman a la estación sus bizarros habitantes. ¿Están decididos a encontrar la salida de este indescifrable y tenebroso lugar, donde nadie parece saber qué sucedió en el pasado? Si la respuesta es afirmativa, preparen las armas y despejen la cabeza, porque cada nivel de Endless Dungeon las pondrá a prueba.

Hace un par de meses estuvimos probando Endless Dungeon durante nuestra visita a la Gamescom. Si aún no leyeron la nota, pueden hacerlo acá: TIKI.

Para comenzar, la historia de Endless Dungeon tiene un componente principal de ciencia ficción, con toques de aventura y hasta misterio. Comenzamos jugando con un de los personajes, una suerte de encargado de la limpieza de una pequeña nave. La sucesión de eventos desafortunados comienza cuando somos atraídos a una inmensa estación espacial, llamada The Dungeon. Esta estructura está a la deriva en el espacio profundo y, en principio, parece estar abandonada.

Así, comienza la intriga, ¿Por qué nos atraparon? ¿Quiénes son los responsables que impiden nuestro escape? Las respuestas van llegando de a poco, porque la narrativa del juego se presenta de manera indirecta y fragmentada. Es decir, no esperen grandes cinemáticas, tienen que poner un poco de bastante voluntad si quieren enterarse de los secretos de la trama.

A poner torretas, que se viene la oleada

En cuanto a la jugabilidad, Endless Dungeon propone un lindo batido de varios géneros y mecánicas. Acción, táctica y estrategia son los componentes principales de un juego que combina balaceras y una meticulosa toma de decisiones. Dentro de este combo, lo primero que salta a la vista es la exploración: estamos atrapados y tenemos que abrirnos paso por la estación. Para ello, vamos abriendo distintas las puertas de un laberinto generado de manera procedural. Aquí el giro es que cada habitación es una sorpresa, donde podemos hallar tanto recursos como desafíos. Entre estos últimos se incluyen enemigos, trampas y otros eventos aleatorios.

En cuanto a los recursos, son en extremo necesarios y tenemos que decidir a cuáles de ellos les damos prioridad. Los principales son tres y se dividen, a grandes rasgos, en utilidades para construir estructuras, comida para mantener a nuestros personajes con vida y puntos para investigar mejoras. Lo importante es que son muy limitados, de manera que no resulta una buena estrategia intentar equilibrarlos. Es preferible apostar a uno o dos como mucho, al menos en los primeros niveles.

Así, de manera progresiva, ampliamos el mapa —generado de manera procedural— en busca de la salida. De tanto en tanto, ya sea porque efectuamos alguna acción específica o por simple paso del tiempo, hordas de enemigos emergerán de aquellas habitaciones donde hayamos descubierto puntos de spawn. Tenemos una buena diversidad, con varias razas, con sus fortalezas y debilidades propias, pero con un punto en común: irán a buscar a nuestro Crystal Bot, para hacerlo pedazos.

Este robot es esencial para poder escapar, ya que es el único que puede hackear las puertas principales. Perderlo en manos del enemigo es un game over sin escalas. Y aquí es donde cobran importancia lo mucho o poco que pensamos de manera previa. Porque la cantidad de frentes que debemos defender tiene directa relación con caminos posibles para llegar al Crystal Bot. Y esto está definido por nuestra propia mano, según fuimos abriendo puertas. Hermoso.

Si el robot no se apura, nos comen los piojos. Literal.

La defensa ante una horda puede hacerse por mano propia, disparando distintas armas y utilizando habilidades especiales, que varían según el personaje elegido. Pero también podemos construir torretas y otros artefactos, que nos ayudan o incluso hacen el trabajo por nosotros. ¡Aquí es donde el tower defense se hace presente! Además de todo esto, tenemos la opción de jugar cooperativo con otros dos amigos. Si estamos demasiado solos en la vida o nadie nos hace la segunda, la tarea de apoyo recae sobre la IA, a la cual le podemos dar órdenes sencillas. Incluso podemos intercambiar el personaje activo en cualquier momento, con cualquiera de los otros dos que estén en juego.

Así, eventualmente llegará el momento de desatar el verdadero caos. Ocurre que, en algún punto, tendremos que mover el Crystal Bot de posición. Esta situación es inevitable cuando encontramos la puerta para escapar al siguiente nivel, ya que es el único apto para hackearla. El tema es que, apenas ponga un pie (o una pata) fuera de su lugar de anclaje, las hordas de enemigos comenzarán a surgir, sin parar, para destruirlo.

Por si fuera poco, el Crystal Bot se mueve lento hasta el punto donde tiene que efectuar el hackeo. Con lo cual no solo tenemos que defenderlo, sino que lo debemos hacer mientras se mueve. Aquí es donde todas las decisiones tomadas de manera previa hacen la diferencia entre la victoria o el fracaso. Es el momento más adrenalínico del juego, más caótico y, por supuesto, ¡el más divertido!

Recomponiendo el boliche

A medida que seguimos jugando, desbloqueamos nuevos personajes, como también nuevas opciones de personalización de habilidades. Como en todo roguelike, esto es esencial para aumentar, de a poco, nuestras posibilidades de supervivencia. Algunas de estas habilidades tiene que ver con potenciar el combate, mientras que otras pasan más por la gestión de recursos o la exploración. Con todo esto, formar un grupo de personajes complementario, ayuda muchísimo a pasarla mejor cuando estalla el caos.

Por otra parte, también descubrimos rutas alternativas y áreas secretas, con recursos y desafíos adicionales. También desbloqueamos mejoras para el hub central, donde hay varios NPCs para interactuar. Y no solo habilitamos nuevas formas de potenciar nuestro juego, sino elementos estéticos, como diferentes instrumentos para la banda que toca en vivo.

En conclusión, la combinación de estrategia, exploración y cooperación crea una experiencia de juego que atrapa y nos mantiene enganchados. Endless Dungeon recompensa la astucia, la toma de decisiones inteligentes y, por supuesto, los buenos reflejos. Todo redunda en un juego muy duradero y gratificante, en especial jugando con amigos. ¿Están listos para abrir las puertas hacia lo desconocido? [i]


DESARROLLADO POR: Amplitude Studios
DISTRIBUIDO POR: SEGA
GÉNERO: Acción y aventura. Roguelike. Supervivencia.
DISPONIBLE EN: PC, PS5, Xbox Series X|S, PS4, Xbox One.

QUÉ ONDA: Roguelike, defensa de torres y una sorpresa detrás de cada puerta.
LO BUENO: Gran dirección de arte. El sistema de progresión. La combinación entre planificación y acción.
LO MALO: Con el correr del tiempo, el loop jugable se vuelve un poco repetitivo. Jugar solo se siente como una gran desventaja. Los bosses son simplones.

Este análisis de Endless Dungeon fue realizado a través de un código de PC provisto por sus desarrolladores.

  • CALIFICACIÓN78%
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