Novedades de la Blizzcon 2008

Hubo novedades de los fichines de Blizzard. Muy buenas y muy locas. Y un impresionante trailer de Starcraft II.Imperdible.

La Blizzcon 2008 se celebró, como todos los años, para el delirio de los fanas de Starcraft, Diablo y World of Warcraft. Ir a la convención, que se lleva a cabo en en el centro de convenciones de Anaheim, California, implica asistir a las últimas noticias, ver cosas que nadie vio hasta ese momento, llevarse una bolsa cargada de regalos, y ser, esencialmente, feliz. Las 15.000 entradas para el evento se agotaron en 15 minutos, dicen.

Este año no se sabía muy bien qué noticias serían las que nos volarían la peluca.Ya sabemos que World of Warcraft: Wrath of the Lich King está llegando este noviembre, que Diablo III está en preparación, y que Starcraft II es un hecho.

Este año hubo cosplay (horribles gordas disfrazadas de arpías, por ejemplo), y se dijo:

– La beta de WOW: Wraith of the Lich King va bene.

– Se vio un trailer del gameplay de Diablo III mostrando al nuevo personaje, el Wizard. En versión nena.

Hubo por supuesto muchos más detalles, como el estado del PvP para la nueva expansión de WOW, que sólo le interesan a unos pocos once millones de jugadores.

Blizzard también mostró un sorpresivo nuevo trailer de Starcraft II, que pueden ver aquí abajo, y dio a conocer algunas novedades más sobre el esperado retorno del rey de los RTS:

Starcraft II no estará compuesto por un solo juego, sino que será una trilogía: El primer fichín -llamado Starcraft II: Wings of Liberty– estará centrado en los Terran, y ahí veremos cómo se resuelve el legendario conflicto entre Jim Raynor y Kerrigan. El segundo juego de la trilogía, Starcraft II: Heart of the Swarm, estará concentrado en la amenaza Zerg. El tercero, Starcraft II: Legacy of the Void, será la historia de los Protoss y el cierre de la historia global.

Cada juego tendrá alrededor de 30 misiones, y los dos últimos de la trilogía se deben considerar expansiones, pero prometen que serán igual que juegos completos. Lo que no se dijo, como siempre, es cuándo vendrá el primero a nuestras garras. Sólo hubo aquel lacónico "When it’s done" de siempre.