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Like a Dragon Gaiden: The Man Who Erased His Name [REVIEW]

No está muerto quien pelea

Este está siendo un gran año para Sega. Especialmente para la saga de Ryu ga Gotoku Studios, quien en el término de 12 meses nos está deleitando con tres entregas. Primero, el pasado febrero recibimos la remake de Like a Dragon: Ishin!; en enero de 2024 nos toca el flamante Like a Dragon: Infinite Wealth —Yakuza 8, pa’ los pibes—; y esta semana el juego que nos compete en cuestión, Like a Dragon Gaiden: The Man Who Erased His Name —”Like a Dragon Gaiden” de ahora en más, para no hacernos un trabalenguas—.

Mucha gente estuvo esperando una secuela directa de la franquicia que nos pusiera de nuevo en el papel de Kazuma Kiryu, y dado que Like a Dragon Gaiden va a estar disponible el día uno en Game Pass, seguramente el público que se anime a ponerle las manos encima sea amplio. ¿Pero cuánto tenemos que haber jugado para disfrutar de este nuevo título? ¿Qué podemos esperar en términos de continuación de la saga? Veamos qué nos tiene preparado esta vez el Dragón de Dojima.

El hombre que sabía demasiado

Contar la trama de Like a Dragon Gaiden es una tarea bastante complicada, porque es imposible meternos en su premisa sin empezar a tirar spoilers a rolete. Por eso, en vez de desarrollar su historia, vamos a explicar mejor dónde cae este juego dentro de la franquicia, y cuál es su estado al día de hoy.

Hay tres fichines que tienen que tener en cuenta a la hora de entender cómo y dónde se localiza Like a Dragon Gaiden. Ellos son:

Yakuza 6 fue el cierre de toda la historia de Kazuma Kiryu, luego de 12 años de protagonismo ininterrumpido, y con spin-offs locos en el medio. Luego de eso, Sega decidió mandar a Kiryu al banco de suplentes, darle un nuevo enfoque a la franquicia —convirtiéndola en JRPG— y cambiar de personaje principal. A su vez, también decidió que era hora de empezar a unificar el criterio del nombre, que en Japón siempre se llamó “Like a Dragon”, mientras que en occidente se localizó como “Yakuza” a secas. Así fue que salió Yakuza: Like a Dragon, el primer paso de la nueva etapa de la saga.

Con la pronta llegada de su secuela (Infinite Wealth) el próximo enero, Sega hizo la gran Toriyama y se dió cuenta que el público no quería abandonar tan fácilmente a Kiryu, así que lo trajo de vuelta como personaje secundario. Pero para hacer eso, tenían que explicar qué demonios había pasado con él en ese hueco entre el final de Yakuza 6, y el comienzo de Infinite Wealth.

Ahí es donde cae Like a Dragon Gaiden, una entrega mucho más pequeña a lo que nos tiene acostumbrados Ryu ga Gotoku Studios, y que sirve como prólogo al nuevo fichín principal de la saga.

Pero entonces, ¿qué tanto tenemos que saber o haber jugado para disfrutar Like a Dragon Gaiden? Esa respuesta también es complicada, porque todo depende de cuánto pretendan involucrarse en la franquicia. Sega promociona este nuevo videojuego como apto para cualquier persona que quiera jugarlo, sin depender de los lanzamientos previos; y la realidad, es que no es tan así.

A nivel historia, Gaiden es una ametralladora de spoilers que dispara información del final de Yakuza 6, y de todo el giro narrativo de Yakuza: Like a Dragon. Con lo cual, si no experimentaron ambos títulos, no sólo se van a perder muchos guiños, sino que se van a quemar ambas tramas. Pero por eso decía antes que todo depende, en realidad, de cuánto les importe jugar antes la saga. Si no tienen previsto darle antes a ambos juegos, y quieren entrar directo a la franquicia desde la ventana de Gaiden, entonces es un buen checkpoint para hacerlo: les va a sintetizar bastante la situación, y además les va a allanar el camino para futuros lanzamientos.

La elección es suya.

El hombre del revólver de oro

Entrando ya en el terreno propio de la obra, Like a Dragon Gaiden significa el regreso triunfal de Kiryu, como así también del género beat ‘em up más clásico de la saga, dejando de lado los condimentos RPG que se habían incluido en los últimos años.

En esta ocasión, nos toca volver a la ciudad del pecado de Sotenbori, Osaka —basada en la ciudad casi homónima de Dotonbori—, en donde va a transcurrir la totalidad de la historia. El barrio está recreado con la misma extensión y detalles que recordábamos de entregas anteriores, al cual se le suma esta vez un nuevo anexo llamado El Castillo.

El Castillo es un antro de perdición que aglomera muchas de las actividades más importantes de Like a Dragon Gaiden, así como también varias de sus sidequests. Casinos, tiendas, coliseos y el minijuego de hostess vuelven a decir presente, siendo este último posiblemente el que más se modificó, teniendo ahora un formato en extremo… bizarro.

Convengamos que siempre fue portador de un tono más bien peculiar, por lo menos en esta parte occidental del mundo, donde nuestra idiosincrasia dista bastante de las costumbres japonesas. Sin embargo, esta vez Sega decidió inyectarle al minijuego una dosis full de cringe, despojarlo de toda capa de desafío, humor y recompensa, y transformarlo en cinemáticas FMV que vamos desbloqueando mientras respondemos a preguntas de las anfitrionas.

Pasando a las modificaciones positivas, en cada Yakuza siempre existe un minijuego paralelo que incorpora mecánicas de gestión: la construcción de la granja en Ishin!, el simulador empresarial de Yakuza: Like a Dragon, el manejo del club de hostess en Yakuza 0, etc. Esta vez, la sidequest encargada de heredar esta tarea vendría a ser el coliseo, aunque de una forma muy sutil.

Como bien dice el nombre, en el coliseo vamos a encontrar distintos desafíos de combate, tanto individuales como grupales, siendo estos últimos los más llamativos. A lo largo de la aventura, podemos ir reclutando personajes para sumar a nuestro equipo, los cuales podemos entrenar e incrementar su nivel de vínculo, con el objetivo de mejorar sus habilidades. Es un modo bastante adictivo, que dista de la profundidad de juegos anteriores, pero que cumple con creces.

Claro que la ciudad misma de Sotenbori no escasea en actividades, con los siempre efectivos salones arcade de Sega, karaoke, mini-golf, juegos de mesa japoneses como Shogi, Pocket Circuit racing, y los tours por restaurantes típicos.

Por el resto de las sidequest, Like a Dragon Gaiden tomó la decisión bastante peculiar de englobar todas las misiones secundarias —esas que siempre nos saltan mientras recorremos el mapa— enlistadas bajo una sola gran misión paralela llamada Red de Akame.

Kiryu ahora ejerce de agente encubierto, y bajo ese concepto, se creó la Red de Akame para darle sentido narrativo a la progresión de sus sidequests. A efectos prácticos funciona como siempre: activamos una misión, nos aparece en el mapa, y recibimos recompensas por completarla. La diferencia es que estas recompensas están definidas por la utilidad y progresión del paraguas de la Red, obteniendo por un lado ingresos monetarios, y por otro, puntos.

Esos puntos definen nuestro nivel de agente —lo cual desbloquea nuevas misiones—, pero también sirven para intercambiar por objetos en una tienda especial, y/o para comprar mejoras de habilidades del buen Kiryu.

Y como Kiryu ahora trabaja de espía, las mecánicas de combate incorporan nuevos artilugios que harían ponerse verde de envidia al Inspector Gadget, y babear al mismísimo James Bond. Tenemos dos estilos de pelea intercambiables en Like a Dragon Gaiden: el ya conocido “yakuza” que utiliza siempre el Dragón de Dojima, y el flamante “estilo Agente”.

Inspirado claramente en los movimientos de Yagami de Judgment —por su nivel técnico y precisión de los golpes—, el estilo agente se destaca por dejarnos usar herramientas en medio del combate, tales como cables para atar a los enemigos (¡en tu cara, Spider-Man!), drones automáticos, y cigarrillos explosivos. Una buena vuelta de tuerca que significa un aire fresco a una mecánica reutilizada desde los comienzos de la franquicia.

El hombre que borró su nombre

Like a Dragon Gaiden es un hermoso prólogo que alguna vez fue planteado por Sega como un DLC y que, tranquilamente podría no haber existido. Sin embargo, el estudio decidió transformarlo en un título separado que hoy podemos disfrutar de forma independiente.

Las sidequest siguen siendo tan hilarantes y atractivas como siempre

La razones de su concepción justifican lo limitado de su extensión, siendo posiblemente el Yakuza más breve y compacto de todos. Pero esto no quiere decir que nos encontremos frente a un juego corto en sí, dado que a diferencia de las 50 u 80 horas que puede ofrecernos cualquier otra entrega de la saga, Gaiden nos asegura unas 12 a 15 horas enfocándonos sólo en la historia principal, y cerca de 25 si nos ponemos en modo completicionista.

Lo único extraño que tenemos para señalar, es que dada la duración más concisa de su historia, es un juego que tarda mucho, demasiaaaado en arrancar.  Vamos a tener que aguantar unas 4 a 5 horitas entre muchas cinemáticas, diálogos y algunos combates dispersos, hasta tener total libertad de exploración. Algo poco equilibrado teniendo en cuenta su progresión argumental.
También es destacable lo escueto de su narrativa, más volátil, que parece divagar hasta que cobra el peso suficiente para seguir un hilo lógico. Hay pasajes y acciones de personajes que simplemente suceden porque el guión lo dice así, algo raro para la solidez estándar de un Yakuza.

Seguimos lamentando la falta de localización al español latino

Sin embargo, ninguno de sus puntos flojos logra quitarle mérito a Gaiden, que sin inventar nada nuevo, igual se las rebusca para ofrecernos una obra sobresaliente. Imperdible, además, para los seguidores de la saga, ya que posiblemente este (sí) sea el adiós de Kiryu como único protagonista. Quién sabe… [i]


DESARROLLADO POR: Ryu ga Gotoku Studios
DISTRIBUIDO POR: SEGA
GÉNERO: Acción
DISPONIBLE EN: Windows, PlayStation 4, PlayStation 5, Xbox One, Xbox Series S|X (Game Pass)

QUÉ ONDA: El Dragón de Dojima recupera su protagonismo, con un juego que nos allana el camino para el próximo Like a Dragon: Infinite Wealth.
LO BUENO: Vuelve Kiryu, y con él, trae el género beat ‘em up de regreso a la saga. Las sidequests y la cantidad de actividades secundarias siguen siendo de la más alta calidad. Los guiños a otros títulos de la saga. El motor gráfico y las animaciones se ven más lindas que nunca, aunque…
LO MALO: …sigue teniendo ciertos inconvenientes con el HDR. La historia es poco concisa y le falta algo de solidez. Tarda mucho en arrancar. Todavía sigue sin tener localización al español latino.

Este análisis fue realizado a través de un código de Xbox Series S|X provisto por sus desarrolladores.

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