Paseando por las fronteras de la modorra… perdón, de Pandora
Tengo que reconocer que la primera película de Avatar me sorprendió gratamente. Cameron había logrado cautivarnos con una historia animada con pitufos anabolizados, y repitió la hazaña hace muy poco, algo que es realmente para quitarse el sombrero. Ambas películas fueron técnicamente impecables, con un universo fantástico y repleto de color. Pero lo que suele crecer en el cine y convertirse en un clásico, rara vez sale con éxito de la pantalla grande. Cuando Ubisoft anunció Avatar: Frontiers of Pandora, se encendieron todas las luces de bodrio alert. Pero tal vez sea una mala idea convertirse en un gigante azul con arco y flecha, para correr en taparrabos por un mundo selvático.

El maravilloso mundo de Pandora
Avantar: Frontiers of Pandora nos invita a pintarnos de azul para tomar control de un Na’vi que ha crecido en cautiverio junto bajo la tutela del líder de RDA, John Mercer. Este personaje se convierte en los primeros minutos en el villano junto a Angela Harding, que con su milicia intentan colonizar Pandora, dejando a su paso una estela de destrucción y contaminación.

Ubisoft y Massive Entertainment toman todos los elementos importantes de las películas para crear una historia dentro del mismo universo, invitándonos a luchar en defensa del ecosistema de Pandora. A los pocos minutos ya tenemos dos villanos, un golpe bajo y la posibilidad de crear un personaje para vengarnos. Frontiers of Pandora nos embarca en una aventura en primera persona de más de 20 horas, en las que vamos a recorrer la Frontera Occidental. Pero lo más atractivo es aprender sobre la cultura de estos gigantes azules, vamos a vivir como ellos, luchando por defender su planeta y su cultura. ¡Tomá Sam Worthington!, ¿quién te conoce?.

El mapa de la Frontera Occidental es enorme y las distancias en las primeras horas son gigantescas, porque todo se hace a pie y es muy difícil orientarse dentro de una selva cargada de vegetación y sin puntos de referencia. No sabemos para dónde mirar porque todo es novedad y es absolutamente imposible no detenerse en los detalles. Frontiers of Pandora es una explosión de color y detalles en los que es inevitable dejarse llevar.

Un despliegue gráfico de otro mundo
Si hay algo que sobra es despliegue gráfico. Ubisoft y Massive se tomaron todo muy en serio a la hora de recrear el fantástico mundo de Avatar. Para quienes no han tenido aún la oportunidad de probarlo, es como tomar un mundo abierto en primera persona de Far Cry, pero convirtiéndolo en Pandora.
La vegetación tiene un detalle tremendo y es imposible no distraerse mirando cada detalle. Cualquier rincón de la Frontera Occidental es una postal, por lo que resulta increíble que no hayan perfeccionado tanto el modo foto. Los días tienen sus ciclos y es común perderse mirando a los animales pastar en una llanura mientras sopla el viento y el sol se va poniendo. Al igual que en la pantalla grande, la noche es sorprendente y todo lo que veíamos de día, cambia por completo convirtiendo el mismo paisaje en una foto completamente distinta.
Las plantas se iluminan con colores, nuestra piel parece resplandecer bajo la luz de la luna, y los planetas bañan con su tímida luz la superficie de Pandora. El agua parece tener un brillo muy diferente y hasta una tormenta se siente tan realista que solo queremos refugiarnos bajo algún techo o dentro de alguna cueva. Aplausos para Ubisoft y Massive Entertainment que han logrado transportarnos con éxito al universo de los Na’vi.
Qué hay para hacer en Pandora
En este gigantesco mundo abierto, hay mucho para hacer, pero es muy fácil perder el foco. Si tomamos el modelo Far Cry, los villanos, en lugar de ser terroristas, son militares humanos que invaden ese mundo. RDA tiene un frondoso arsenal bélico y la ayuda de naves y armaduras para equipararse en tamaño. Nuestra tarea, en lugar de conquistar torres de comunicación, es destruir plantas militares que contaminan el ecosistema del planeta. Eventualmente, si tenemos éxito, vamos a erradicar la amenaza militar de RDA y, si tenemos perseverancia, vamos a vengarnos de Mercer y Harding, a quienes vemos muy poco durante nuestra aventura. Como villanos resultaron ser bastante berretas.

Para lograr con éxito nuestra tarea, tenemos que convertirnos en Na’vi, entendiendo sus poderes, aprendiendo a cocinar o a pelear con arcos y flechas. Nuestro tamaño y color de piel puede resultar intimidante, pero solo sabemos jugar con mariposas y cazar animales pidiendo perdón. En los primeros enfrentamientos queda absolutamente claro que no va a ser una tarea fácil.

Y aquí es donde todo desbarranca, porque nuestro héroe tiene elementos de RPG bastante mal aplicados. A medida que avanzamos subimos de nivel y podemos repartir puntos de experiencia en un árbol de habilidades. También podemos encontrar poderes de nuestros ancestros que tienen su propio árbol y esto nos va haciendo más poderosos poco a poco. Mientras subimos de nivel y encontramos nuevas recetas de construcción, podemos fabricar elementos de mayor calidad para hacer frente a enemigos más poderosos. Pero para hacer esto, hay que fumarse tortuosas misiones secundarias.
Perdido como Na’vi en la neblina de Pandora
Las tortuosas misiones secundarias nos obligan a recorrer a fondo la Frontera Occidental. Al principio lo hacemos todo a pie, en un bosque repleto de vegetación y sin puntos de referencia donde ubicarse se hace un poco difícil. Todo el paisaje es muy colorido y no hay alguna diferencia cromática que indique por dónde hay que ir. Nuestra única guía es el mapa y una visión Na’vi que marca por unos instantes un punto luminoso con nuestro destino.
Dicho de esta manera puede parecer sencillo, pero todo puede convertirse en una pesadilla en la que pasamos 40 minutos buscando el acceso a algún lugar, o damos vueltas en círculos porque no tenemos claro nuestro destino. Pero lo peor es que cuando todo este trabajo es para encontrar a algún personaje perdido, buscar algún elemento para completar una receta, o para hacer alguna pavada que desbloquee algo que necesitamos.
Afortunadamente esta pesadilla se hace soportable cuando tenemos nuestro propio Ikran para surcar los aires. Desde las alturas todo va un poco más rápido y es más sencillo ubicarse, hasta que el destino nos lleva a tierras más abiertas y cambiamos de montura. Podemos llamar a nuestro inseparable compañero en todo momento, e incluso podemos pedirle que nos rescate si caemos de algún lugar muy alto. Pero hasta que ese momento llegue, prepárense para girar en círculos enganchándose el taparrabos en una planta, o ligando el tarascón en la cola de alguna criatura malhumorada.

¿Me pinto de azul o paso?
Ubisoft y Massive Entertainment hicieron un trabajo sublime recreando Pandora. El mundo abierto se siente vivo y es una maravilla recorrerlo por completo, si entendemos cómo movernos en él. Es muy difícil ubicarse al principio y esto nos obliga a perder el tiempo que podríamos destinar a una misión.
Si bien la historia principal nos orienta para combatir a los invasores de RDA, se desbloquean a nuestro paso infinidad de actividades secundarias que son un embole. Algunas de estas tareas estúpidas nos hacen perder el foco y la inmersión, pero son necesarias para enfrentar con un nivel y armamento aceptables a enemigos superiores.
Es frustrante que el ritmo del juego sea un poco lento. Si no estamos atacando a alguna fortaleza o combatiendo, Pandora se convierte en un lugar tan placentero que puede resultar soporífero. Avatar: Frontiers of Pandora es un lugar maravilloso y hecho con mucha dedicación, pero también es el único que consiguió que me duerma jugando durante 10 noches seguidas.
Si buscan explorar un mundo increíble o hacerse una siesta con el control en la mano peguense una vuelta. Si buscan vértigo y acción, quédense con Far Cry que los va a hacer mucho más felices. [i]
DESARROLLADO POR: Massive Entertainment, Ubisoft
DISTRIBUIDO POR: Ubisoft
GÉNERO: Acción en primera persona
DISPONIBLE EN: PlayStation 5, Xbox Series X|S, PC
QUÉ ONDA: Un viaje en primera persona a Pandora.
LO BUENO: Un mundo abierto gigantesco, lleno de vida y para recorrer con una libertad absoluta.
LO MALO: Es un poco lenta la historia, no está claro hacia donde ir en las misiones. Es difícil moverse en medio de la selva y al no tener senderos ni referencias visuales se hace muy difícil saber dónde estamos. Muchas misiones irrelevantes.
Este análisis de Avatar: Frontiers of Pandora fue realizado a través de un código de PS5 provisto por sus desarrolladores.

Sebastián Di Nardo, alias Moki, es el CEO y fundador de [IRROMPIBLES], y conductor de Unitec. Fue columnista en CN23 y TNT Sports y condujo radio en la Rock & Pop junto a Guille Leoz. Entre sus muchos alter-egos, se encuentran Abraham Osló, el loco del unboxing, y el mítico Dr. Picor. Pueden perseguirlo en el Twitter @Mokirrompibles e Instagram @Mokirrompibles.
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