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Mario vs. Donkey Kong [REVIEW]

Veinte años no es nada / que febril la monada

Muchos pueden no conocerlo, mientras otros lo consideran un clásico de la era Game Boy Advance. Al parecer lo suficiente para que Nintendo crea, dos décadas después, que este fichín amerita una remake. ¿Listos para derrotar de nuevo al gorila más enojado de los videojuegos?

Diez años antes…

En 1994, un grupo de desarrolladores se vio con la tarea de llevar el clásico Donkey Kong de los arcades a la portátil Game Boy. Pronto una inquietud surgió: ante las limitaciones tecnológicas de esta consola ¿cómo podían hacer que aquel porteo valga la pena?

La respuesta está a la vista: cuando iniciamos el juego, nos encontramos con una experiencia familiar, dentro de las capacidades. Sin embargo, una vez vencido Donkey Kong por primera vez, algo extraño sucede: el gorila revive, vuelve a secuestrar a Pauline y abre la puerta a un fichín dividido en mundos y niveles, con nuevos escenarios y mecánicas innovadoras. De pronto Mario puede abrir puertas con llave, prender y apagar interruptores, e incluso dar saltos acrobáticos que luego inmortalizará en el 3D.

Así, ante los ojos atónitos del jugador, la saga Donkey Kong se vuelca de lleno en el mundo de los puzzles y plataformas.

Pero no es por ESE título en particular que estamos aquí reunidos, oh no. Es por su secuela. Lanzada en 2004 con el nombre de Mario vs. Donkey Kong, la continuación de aquella aventura, esta vez para Game Boy Advance, terminó por cementar la estética que tendrían los siguientes seis juegos de la saga. En ninguno de esos, sin embargo, controlamos a Mario.

Veinte años después, una remake de Mario vs. Donkey Kong llega a la consola Nintendo Switch, ¿y qué tiene de nuevo para ofrecernos?

Dándole cuerda

En principio tenemos que dejar claro que estamos ante una nueva versión del mismo juego, punto por punto, que ya jugamos veinte años atrás. Las mejoras gráficas saltan a la vista, con un acabado visual más acorde a lo que podemos encontrar en los juegos de Mario actuales, aunque algo más simplificados.

La historia es la misma: Donkey Kong se obsesiona con un juguete de Mario pero como están agotados, decide ir a la fábrica y robarse todos los que encuentra. El propio fontanero tiene que encargarse de seguir al gorila y rescatar a sus miniaturas robóticas.

Para eso, recorremos una serie de niveles con estructura de puzzle: en líneas generales, se tratan de desafíos en plataformas, con interruptores de colores que apagan y prenden ciertos grupos de bloques, permitiendo o frenando el paso. Otros elementos aparecen como cintas transportadoras, resortes, tachos de basura e incluso enemigos que podemos manipular para alcanzar ciertos lugares.

Como desafío extra, tenemos unos obsequios de colores que podemos coleccionar de forma opcional para obtener la mejor calificación posible.

Si Mario toca un enemigo o algún peligro del escenario como fuego o pinches, pierde una vida. Si las perdemos todas, retornamos al primer segmento del nivel.

Todo esto, mientras el tiempo se agota.

Cada mundo tiene seis niveles en los que el objetivo es encontrar la llave para abrir la puerta y avanzar al siguiente segmento, en donde debemos rescatar a un mini-Mario. También tienen un nivel aparte cuya misión es conducir cinco mini-Marios por el escenario para que lleguen sanos y salvos a un cofre. Estos robots siempre avanzan en nuestra dirección pero no pueden subir escaleras, por lo cual con nuestro movimiento debemos guiarlos por los distintos rincones sin que los destruyan en el intento.

Finalmente todos los mundos tienen un combate con Donkey Kong, aplicando las mecánicas del mundo en cuestión.

Vestido de seda

En el juego original del 2004, sólo había seis mundos, mientras que en esta versión se suman dos: Alegre Minilandia y Cima Resbaladiza. El primero se centra en unas flores mecánicas que nos direccionan con el viento, y el segundo es… bueno, resbaladizo, por lo que hay que andar con cuidado.

También tenemos la opción de jugar tanto de manera clásica como en modo Relajado, es decir, sin límite de tiempo, con mayor posibilidad de daño antes de perder una vida y con marcadores en ciertas partes del nivel para no tener que comenzar de cero. Ideal para los más pequeños o para quienes no quieren ni un segundo de estrés en sus vidas.

Cuando completamos todos los niveles nos resta una pelea final con Donkey Kong, y luego de eso los créditos, ¡pero esperen! En realidad no termina allí, porque ahora cada mundo tiene su contraparte Plus. En estos nuevos desafíos debemos guiar a un robot hasta el final del escenario, aunque es más sencillo de lo que suena: no son escenarios que sumen realmente a la dificultad.

Para eso existen los niveles Experto, que también se desbloquean después de los créditos y que son realmente desafiantes. A medida que juntamos estrellas, más de estas pantallas se activan. Es más fácil decirlo que hacerlo, porque los niveles Experto le hacen honor a su nombre. La diferencia de dificultad es notoria con respecto al resto del juego.

Otro agregado que se suma una vez completada la campaña principal es el modo Contrarreloj, donde podremos jugar cada nivel intentando vencer un determinado tiempo.

Una mecánica novedosa es la posibilidad de jugar toda la campaña con la ayuda de otro jugador, quien toma el rol de Toad. Dado que esto facilita en parte los niveles, también añade una segunda llave necesaria para abrir las puertas, intentando nivelar las cosas.

Conclusión

Sería un error abarcar este título como si fuese parte de otras sagas de Mario. Si lo comparamos con el reciente Super Mario Bros. Wonder, saldría perdiendo en cuestión de gráficos o diversión. Esto es porque Donkey Kong es su propia saga, minimalista de desafíos simples y abocada a los acertijos por sobre la parafernalia plataformista (noo, no eeese plataformismo, bajen la molotov).

Como modernización de su antigua versión, cumple su trabajo con creces. Como propuesta novedosa, no tanto. Sin embargo, gracias a la portabilidad de la Switch, y a sus niveles de (relativa) corta duración, es ideal para jugarlo en ratos libres o incluso mientras esperamos que se baje el último parche de nuestro fichín favorito. Sabiendo además, que en el fondo, estamos jugando la continuación de un clásico que ayudó a forjar la historia de los videojuegos. Y que luego se volvió una saga sobre bloques de colores y muñecos a cuerda. [i]


DESARROLLADO POR: Nintendo Software Technology
DISTRIBUIDO POR: Nintendo
GÉNERO: Puzzles, Plataformas
DISPONIBLE EN: Nintendo Switch

QUÉ ONDA: La saga Donkey Kong (no, no la “Country”, la original) vive en esta remake del clásico de 2004, que pone a Mario en una batalla cerebral con Donkey Kong y sus puzzles, sumando algunos extras.
LO BUENO: Lograda actualización del apartado gráfico, los mundos nuevos son divertidos y se sienten a la par del resto, el modo Relajado permite jugar sin estrés.
LO MALO: Podría haberse añadido nuevo contenido estético como recompensa de completar los niveles poscréditos, algunos problemas con la colisión de enemigos, puede resultar repetitivo.

Este análisis de Mario vs. Donkey Kong fue realizado a través de un código de Nintendo Switch provisto por sus desarrolladores.

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