Esos raros peinados nue… viejos
Desde el momento en que comienzo a jugar Mullet MadJack, me veo transportado a un mundo vibrante y lleno de adrenalina. Una evocación a los años 90, con fuerte carga animé. Locura, hiperviolencia y velocidad. Desarrollado por el estudio brasileño HAMMER95, combina elementos de acción en primera persona con mecánicas roguelite de una manera que, aunque no perfecta, logra capturar y mantener nuestra atención durante horas. Y deja nuestro sistema nervioso hecho puré, claro.
La historia de Mullet MadJack se ambienta en un futuro distópico, donde la humanidad se fusiona con internet. Esto resulta en una dependencia constante de dopamina, necesaria para sobrevivir. Este contexto se vuelve el telón de fondo de una lucha contra una élite de robots llamados Robillionarios. Nosotros encarnamos a Jack, un héroe con un peinado icónico (el nunca bien ponderado Mullet). ¿Nuestra misión? Rescatar a una influencer, estrella de las redes sociales, secuestrada por estos robots.
Así, queda planteada la historia, que se vuelve rápidamente una excusa. El principal gancho de Mullet MadJack es su mecánica de juego, de alto riesgo y alta recompensa. Jack solo tiene diez segundos de vida, que se pueden extender al eliminar enemigos y ganar así precioso tiempo adicional. Este límite genera una constante sensación de urgencia y presión, que me mantuvo al borde del asiento en cada momento del juego. La acción es frenética y requiere de una gran habilidad para moverse y disparar rápidamente, aprovechando cada oportunidad para recargar el contador de dopamina.
De esta manera, cada nivel se genera proceduralmente, dentro de un edifico futurista. Jack debe subir piso tras piso, enfrentando hordas de robots asesinos, con un combate intenso y rápido, donde la movilidad es clave. Nuestro héroe puede disparar, lanzar objetos, deslizarse por el suelo para esquivar y realizar ataques cuerpo a cuerpo. Todos estos recursos tienen un solo objetivo: matar rápido. Además, al final de cada nivel, se pueden elegir entre tres mejoras temporales que ofrecen ventajas significativas. Claro que el elemento roguelike hace que esto solo dure hasta que Jack muera (o avance al siguiente capítulo).
Los enfrentamientos con jefes, que ocurren cada diez niveles, cambian la dinámica del juego al sustituir el límite de tiempo por una barra de vida tradicional. Estas batallas son desafiantes y bien diseñadas, incorporando un cambio de ritmo que nos hace descansar de la constante presión de los diez segundos. Derrotar a un jefe desbloquea un nuevo conjunto de niveles y enemigos, así como un punto de control que permite continuar desde allí en caso de morir, lo cual es un alivio.
En cuanto al aspecto visual, Mullet MadJack es una delicia total, en especial para los nostálgicos de los animes de los 90. La dirección de arte es colorida y detallada, capturando perfectamente la esencia de esa época. Los escenarios y los personajes están diseñados con un estilo que recuerda a series icónicas, lo que me hizo sentir como si estuviera dentro de uno de esos mundos animados. La música, con sus ritmos electrónicos retrowave, complementa la atmósfera y añade un extra de combustible para nuestros castigados nervios.
Sin embargo, Mullet MadJack no está exento de problemas. A pesar de jugar en un PC con especificaciones superiores a las recomendadas, encontré varios problemas de rendimiento. No son muchos ni muy frecuentes, pero en los momentos más intensos del juego se notan. Mayormente, se trata de ralentizaciones, pero también tuve algunos cierres inesperados del juego. Los desarrolladores lanzaron varias actualizaciones para mejorar el rendimiento y, si bien fueron parcialmente efectivas, queda un poco de trabajo por hacer. De hecho, también lo probé en Steam Deck y no noté grandes diferencias de rendimiento, pudiendo jugar bastante a gusto, durante muchas horas. ¿El dato? No tuve un solo cuelgue en la portátil de Steam.
Por otra parte, luego de unas horas el diseño de niveles se siente un poco repetitivo. A pesar de la generación procedimental, esto ocurre por una variedad en los diseños no muy grande y una fuerte reutilización de assets. Para terminar con el momento de los “palitos”, también me encontré con un balance de dificultad que, en ocasiones, pega algunos saltos. Aunque el juego ofrece varias opciones, la transición entre niveles y la curva de dificultad pueden ser abrupta, lo que puede resultar frustrante para algunos.
Como positivo, Mullet MadJack ofrece una rejugabilidad muy alta. Después de completar la campaña principal podemos seguir nuestras aventuras en el “modo Infinito”. Esto es una serie de niveles generados de manera procedural, convirtiéndose en un desafío continuo para poner a prueba nuestras habilidades. Este modo incluye tablas de clasificación en línea, lo que añade cierta faceta “competitiva” y un incentivo para seguir jugando y mejorando.
Por último, un punto no menor son las opciones de accesibilidad. Nuestro primer impulso es jugarlo con teclado y mouse, pero el juego también ofrece soporte y opciones para para los fundamentalistas del gamepad. Además, hay alternativas al ajuste de dificultad que permiten personalizar la experiencia de juego, según el nivel de habilidad del jugador.
En resumen, Mullet MadJack es una explosión de nostalgia y adrenalina que me mantuvo enganchado desde el primer momento. La combinación de su estética retro, su música vibrante y su jugabilidad frenética crea una gran experiencia, que destaca en el panorama actual de los juegos de acción en primera persona. No es solo un tributo a los animes de los años 90, sino también una celebración de la acción rápida y desenfrenada que define los mejores shooters. Si buscan un juego que ofrezca un desafío constante, una atmósfera vibrante, una dosis constante de dopamina virtual y, porque no, un nuevo corte de pelo, Mullet MadJack es una excelente elección. [i]
DESARROLLADO POR: HAMMER95
DISTRIBUIDO POR: Epopeia Games, HAMMER95
GÉNERO: Roguelike, FPS
DISPONIBLE EN: PC, PS5, Xbox Series X|S, Nintendo Switch.
QUÉ ONDA: Los años 90, pero distópicos, a pura adrenalina y neón.
LO BUENO: Excelente estética, a pura nostalgia. La frenética y pulida jugabilidad. La música. Alta rejugabilidad.
LO MALO: Algunos problemas de rendimiento. Diseño de niveles repetitivo. Desbalances puntuales de dificultad.
Este análisis de Mullet MadJack fue realizado a través de un código de PC provisto por sus desarrolladores.
Gustavo Sobrero, alias El Cenizas, es Secretario de Redacción de [IRROMPIBLES] y fundador de la Iglesia Savathûnista. ¿Tienen dos minutos para que les hable de Savathûn, que es el Camino y la Salvación? Pueden seguirlo en Twitter (@ElCenizasWTF) y en Instagram (@el_cenizas).
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