¿Qué onda con World of Warcraft?
Los copados de Blizzard nos mandaron un bundle llamado “World of Warcraft: Paquete de bienvenida de Azeroth”. Pero como me encanta el WoW, no solo les voy a contar qué onda con el bundle, sino resumir la respuesta que más de uno se estará haciendo: ¿QUÉ ONDA CON EL WOW, LOCO?
En caso de que sean extremadamente jóvenes, o quizás en estos últimos veinte años hayan vivido debajo de una roca sin internet, voy a arrancar contándoles qué es World of Warcraft. También conocido como “el Wow”, es un MMORPG hecho por Blizzard hace ya dos décadas (de hecho, el próximo noviembre se cumplen esos veinte años) situado en el universo de Warcraft. Es también, casi indiscutible, el MMORPG más importante de la historia. Quizá, si se encuentran en el primer grupo que describí anteriormente, se estarán preguntando qué es un MMORPG. Bueno, es un subgénero cuya forma más pura está desapareciendo hoy en día (salvo en Asia). Como su nombre lo indica, implica montones de personas jugando en un mundo al mismo tiempo.
¿Y qué onda con el WoW?
Ahora bien, habiendo sacado toda esa introducción del medio, vamos con la pregunta más importante: ¿Qué onda con el WoW? Haciendo un poco de retrospectiva, y autoproclamándome historiador de Warcraft, lo puedo dividir en cuatro eras: Los inicios, los “años mozos”, la caída y el renacer.
Voy a evitar hablar de los inicios porque haría esta nota extremadamente larga. Arranquemos con “los años mozos”. Esta es una era que, dependiendo a quién le pregunten, puede ir desde Burning Crusade hasta Wrath of the Lich King (yo adhiero a esta teoría) pero hay quienes discuten que esta época llega hasta Mists of Pandaria. Por el simple hecho de simplificar todo, vamos a usar esta última teoría. En esta época, World of Warcraft no solo era el juego a vencer en su género, sino que estaba siempre en todos los rankings de juegos más jugados y vendidos. La calidad de todos los aspectos del juego mejoraba con cada expansión de manera superlativa.
Ahora bien, como todo lo que sube tiene que bajar, también hubo una caída en calidad. Es decir, la “era de la caída”. Esta comprende las expansiones Warlords of Draenor, criticada por su narrativa dependiente de “viajes en el tiempo” y que un poco es una excusa para la película de Warcraft. Luego vino Legion, que al menos a mi parecer entra en el podio de las tres mejores que supo tener World of Warcraft.
Esta expansión es el faro en una época en que la calidad no siempre fue la mejor y cierra el arco argumental que arrancó con Warcraft 3. Para aquellos viciosos que ya tienen canas seguramente traerá grandes recuerdos. Después de Legion tuvimos Battle For Azeroth y Shadowlands, dos contenidos que claramente dejaron mucho que desear. Cuidado, no son pésimas expansiones, simplemente no estuvieron a la altura.
Ahora, algo interesante pasó luego de Shadowlands (que probablemente sea el punto más bajo de la saga): una nueva era comenzó, “el renacer”. Blizzard lanzó Dragonflight y, si bien no es perfecta, mejoró muchísimos aspectos del juego. Desde la nueva mecánica de vuelo, el diseño de niveles con el foco puesto en dicha mecánica (creando un mundo hermoso no solo de ver, sino de explorar) y una historia que quizás baja un par de cambios para darle más respiro al mundo de Azeroth (ya tan castigado). Al mismo tiempo, y entre muchos otros cambios de peso, destaco que hayan vuelto los árboles de habilidades con decisiones. En general, es una expansión muy sólida que vale la pena jugar si son o fueron fans de la saga.
La nueva expansión
Personalmente, estoy bastante manija con The War Within, no solo por el buen trabajo hecho con Dragonflight, sino por la vuelta del respetado Chris Metzen (escritor, artista, voice actor) para ayudar a crear un arco argumental nuevo para Warcraft. También porque se anunció que The War Within que, a diferencia de todas las anteriores expansiones del WoW, es parte de una trilogía. Esta se llama “Worldsoul Saga” y comprende The War Within, Midnight y The Last Titan. Espero que este nuevo tipo de abordaje a la narrativa sirva para generar un nivel de consistencia y ayudar a planear mejor el futuro de esta saga que tantos fans amamos.
Che… ¿y el bundle?
¿El bundle? ¿Qué bundl-? ¡Ah sí, el bundle! Perdón, si me dejan hablar de WoW, me cuelgo. La gente de Blizzard se copó enviándonos el paquete “Bienvenido a Azeroth” que, honestamente, es una buena oferta. Trae WoW Dragonflight (y todo el contenido previo del juego), un boost para llevar un personaje a nivel 60 (como para arrancar con Dragonflight o saltar de una a jugar con algún amigote/a) y 60 días de suscripción al juego.
Si analizan el valor de comprar todas esas cosas por separado, el valor del paquete es bueno. En resumen, World of Warcraft sigue siendo un gigante en el mundo de los MMORPGs. Con su rica historia, constantes actualizaciones y una comunidad gigante, siempre hay algo nuevo que descubrir. Si alguna vez pensaron en adentrarse en este universo o retomar su aventura, este bundle es una excelente oportunidad. ¡Nos vemos en Azeroth! [i]