Érase una vez…
… un trailer de un juego llamado The Plucky Squire, que me dejó maravillado. Por un lado, poseedor de una estética que mimaba mis pupilas. Por otra parte, mostraba mecánicas muy interesantes, en las que jugaba con las dos y tres dimensiones. Ya con esto, me había convencido. Pero después de probar esta demo, que apenas cubre cuatro capítulos del juego, tengo que decir que escondía mucho más que una buena idea y una cara bonita.
Al comienzo de The Plucky Squire, jugamos dentro de un libro infantil con el mismo nombre. No, perdón, el libro se llama “El escudero valiente”, tal como lo pone en la pantalla de inicio. Y es importante hacer esta distinción, que al principio llama la atención. Quiero decir que me saco el sombrero ante el equipo de localización que tomó esta decisión. Y es que, ni ustedes ni yo, tuvimos un libro infantil que se llamara “The hardworking little bee”, “The gluttonous bear”, “The flirtatious horse” o “The clown with a gambling problem who owed money to the Chinese mafia”. Nuestros libros se llamaban “El gato con botas”, “El cisne encantado” o incluso, pasando cerca, “El sastrecillo valiente”. Por eso es tan importante esta localización, porque nos acerca al espíritu del juego.
Y es que, en The Plucky Squire, controlamos a Jota, el protagonista de una saga de libros, que es escudero (y es valiente). De hecho, comenzamos moviéndonos dentro de las páginas del libro, en dos dimensiones. Aventura tras aventura, libro tras libro, Jota siempre obtiene la victoria y el mismo final: le termina llenado la cara de dedos a Gruñonzón, un malvado hechicero. Pero un día este se cansa y logra un hechizo con el cual elimina a Jota del libro, expulsándolo al mundo real.
Así, la historia avanza de la mano de la jugabilidad. Porque, mientras estamos en las páginas del libro, tenemos diversos e ingeniosos niveles en dos dimensiones. Pero, cuando vamos al mundo real, se suma una dimensión y una gran variedad de propuestas jugables. Si, lo sé, no es ninguna novedad, esto ya lo veíamos en el trailer. Pero lo importante aquí es, por un lado, la excelente ejecución. Por el otro, el juego no se conforma con repetir fórmulas, sino que agrega y mezcla cambios de perspectiva, puzzles, elementos de juegos como Baba is you o incluso minijuegos homenajeando a Punch Out. Incluso, se atreve a coquetear con el meta y la cuarta pared.
No les quiero adelantar más, simplemente que esta breve “muestra gratis” me encantó. En breve tendremos la review, donde calculo que voy a terminar hablando maravillas de lo que perfila como uno de mis favoritos del año. No creo que hablemos de sorpresa, porque ya nos tenía bastante “calentitos”, pero sin duda supera nuestras expectativas originales. Háganse un favor y jueguen The Plucky Squire (o, mejor aún, a “El escudero valiente”), prepárense una chocolatada y vuelvan un ratito a la infancia. [i]
Esta preview de The Plucky Squire fue realizada a través de un código de PC provisto por sus desarrolladores.
Gustavo Sobrero, alias El Cenizas, es Secretario de Redacción de [IRROMPIBLES] y fundador de la Iglesia Savathûnista. ¿Tienen dos minutos para que les hable de Savathûn, que es el Camino y la Salvación? Pueden seguirlo en Twitter (@ElCenizasWTF) y en Instagram (@el_cenizas).
Lo estoy esperando a full