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Metaphor ReFantazio [REVIEW]

Camino al trono: el reality real

Metaphor ReFantazio es como ese “alto guiso” que ya conocemos, pero esta vez el chef decidió agregarle fantasía épica y un par de castillos, para redondear el sabor. Atlus mantiene sus fórmulas probadas y nos entrega un JRPG que, de alguna manera, terminó en una road movie y envuelto en una conspiración a lo Game of Thrones. Todo esto con un excelente elenco de personajes, que parecen salidos de una fiesta de disfraces donde cada uno interpretó distinto la temática.

El mundo de Metaphor ReFantazio, Euchronia, es una suerte de fantasía tecnológica, o incluso dieselpunk. Un lugar donde la magia se cruza con la tecnología, como si el diseño industrial estuviera a cargo de magos e ingenieros (y diseñaran borrachos). La historia comienza justo cuando el sistema monárquico está en pleno ocaso. El príncipe heredero fue asesinado hace tiempo y el moribundo rey acaba de tener el mismo destino. ¡Qué poca paciencia la del asesino! ¡No podía faltar más que un par de semanas para que “estire la pata”! En fin, lo interesante es que conocemos al culpable desde el primer minuto: Louis, un pez gordo en la jerarquía de Euchronia.

Pese a todo esto, aquí lo importante es que Louis no es el típico villano de manual.  Si están imaginando un cliché con capa y risa malvada, olvídense. Incluso, piensen más en Thanos que en Cersei Lannister. Para empezar, Louis admite sus crímenes sin pestañear, de manera pública y siempre con una justificación a mano. Argumentos que, si no estamos con la moral muy despierta, podrían convencernos. Sus motivaciones son profundas, no es anhelar el poder por el poder mismo. Un carácter ambiguo, manipulador, carismático y con una inteligencia más filosa que su espada. ¿Un paralelismo con los líderes carismáticos que surgen hoy en día en el mundo real? Sin lugar a dudas. Para Louis, el fin siempre justifica los medios. No importa si se trata de asesinar a un rey o desparramar genocidios a diestra y siniestra.

Democratizame en la bañera, nena

Podríamos decir “El rey ha muerto, ¡que viva el rey!”. El tema es… ¿Qué rey? La sucesión en Euchronia no es tan sencilla como nombrar al próximo en la fila de sangre azul. No, acá el viejo monarca, viendo que la cosa se venía fea, decidió ponerse democrático antes de estirar la pata. Preparó un hechizo que se activó tras su muerte, y ¡bam! De repente, la sucesión al trono se convierte en un reality medieval. ¿La idea? Dejar que el pueblo elija al próximo rey, de acuerdo a las acciones y discursos de los candidatos. Cualquiera puede aspirar al trono. Pero claro, para evitar asesinatos o “suicidados”, el hechizo protege a los candidatos y castiga a todo aquel que quiera hacerles daño.

Lo más alocado de todo este sistema es la manera en que la magia computa la preferencia del pueblo. Olvídense de las urnas y los votos aburridos. En Metaphor ReFantazio tenemos una piedra flotante que, en tiempo real, mágicamente lee la intención del pueblo y de manera proporcional talla las caras de los candidatos en la roca. A medida que el pueblo le toma más cariño a un candidato, su rostro ocupa más lugar en la escultura… ¡En tu cara, gráfico de área circular!

Ah, me olvidaba de nosotros…

Perdón, me entusiasmé tanto con el quilombo político de Metaphor ReFantazio que dejé al pobre protagonista de lado. Pero antes de hablar de él, un pequeño detalle explosivo: ¡el príncipe heredero sigue vivo! El anuncio de su muerte fue una estrategia, tomada para frenar nuevos intentos de asesinato. De todas formas, el pibe no está bien, sino que el atentado lo dejó bajo una maldición “a lo Bella Durmiente”, atrapado en un sueño del que no puede despertar. Peor aún, si no hacemos algo pronto, terminará muriendo de verdad. Y ahí es donde entramos nosotros, como agentes leales a la familia real, enviados a la capital para romper la maldición y salvar al príncipe​

¿Nuestro plan? Encontrar al culpable de la maldición y averiguar como levantarla. Desde ya, nuestras sospechas recaen en Louis, de manera que entramos en la carrera real, quizá no para ganarla, sino para frenarlo. Así, el juego se convierte en una loquísima road movie, viajando por distintas ciudades y parajes del mundo, incorporando memorables compañeros y cumpliendo misiones épicas. 

Ahora bien, ¿Comenzamos como grandes héroes de acción? Para nada, apenas arrancamos, unos maleantes de poca monta ya nos parten la cara miserablemente. Pero no se preocupen, pronto descubrimos que no somos cualquier hijo de vecino: despertamos un poder mítico que solo poseían los héroes de leyenda, conocido como Arquetipos. Sí, se parece mucho a las Personas, pero en Metaphor ReFantazio se llaman así. No demos muchas vueltas, que se me cae la review.

Arrancacorazones

En Metaphor ReFantazio, los Arquetipos son el pilar sobre el que se construye no solo la evolución del protagonista, sino también la de todo el grupo. En este mundo, la magia está reservada para las clases altas, quienes acceden a ella mediante unos artefactos llamados detonadores. Este sistema refuerza las barreras de clasismo, racismo y desigualdad que gobiernan el reino, mientras las minorías (donde nos encontramos nosotros) son sistemáticamente oprimidas y despreciadas. En ese contexto, que podamos canalizar magia a través de los Arquetipos nos convierte en una anomalía dentro del sistema, causando tanto asombro como recelo.

El juego introduce un árbol de Arquetipos, que funciona como una suerte de sistema de clases y subclases. A medida que progresamos y conocemos nuevos personajes, o profundizamos nuestras relaciones con ellos, desbloqueamos nuevas ramas de este árbol, expandiendo las posibilidades de personalización. Cualquier personaje puede aprender cualquier Arquetipo, lo que ofrece una gran flexibilidad, pero es recomendable tener en cuenta los atributos de base y mantener el balance en el grupo. Mientras peleamos, no solo acumulamos experiencia para mejorar las habilidades del personaje, sino que también aumentamos el nivel de su Arquetipo, lo que abre acceso a poderes cada vez más poderosos​.

Además, Atlus ha integrado una serie de mejoras de Arquetipo que solo se desbloquean a través de interacciones sociales, un concepto similar a lo que vimos en la saga Persona. Al interactuar con los personajes o realizar tareas específicas, también podemos mejorar un segundo set de atributos que habilitan opciones de diálogo o acciones especiales (como valentía, elocuencia, imaginación, etc). Eso sí, todo esto implica una gestión del tiempo. Solo podemos realizar dos actividades por día, a menos que iniciemos un dungeon, lo que consume todo el día. Y, como si fuera poco, los viajes entre ciudades también toman tiempo, lo que significa que tenemos que planear cada movimiento con cuidado, ya que varias misiones, incluidas las principales, tienen un límite. Así que sí, gestionar bien la agenda se vuelve crucial en este sistema, algo a lo que Atlus ya nos tiene acostumbrados​.

Lo interesante de los Arquetipos es que no son simples habilidades de combate. Están profundamente ligados a la identidad del protagonista y la narrativa del juego, quizá todavía más que en Persona. Representan su crecimiento y sus experiencias, y cada Arquetipo se desbloquea en momentos clave de la trama, a través de interacciones importantes. Este desarrollo no es solo simbólico; es visceral y gráfico, literalmente. El personaje que “despierta” se arranca el corazón del pecho para manifestar su poder, mostrando el peso y el sacrificio que conlleva este don. Un toque de gore, sí, pero también una representación visual del impacto emocional de despertar algo tan poderoso​

Lo nuevo y lo conocido

En Metaphor ReFantazio el combate es por turnos, muy similar a lo que Atlus nos tiene acostumbrados. Pero agrega algo a la mezcla: combate en tiempo real. Esto es muy básico, pero es una adición que funciona. Cuando nos cruzamos con enemigos jodidos, podemos llenarlos de trompadas hasta dejarlos atontados. Una vez que esto ocurre, entramos en fase de combate por turnos. Esto nos da ventaja, ya que comenzaremos la primera ronda, con los enemigos atontados durante la suya. Claro que, si en este proceso recibimos un golpe, la iniciativa será a la inversa (aunque no sufriremos atontamiento).

Pero, al mismo tiempo, si se trata de enemigos de bajo nivel, podemos usar este sistema para despacharlos de manera eficiente, sin entrar en la fase de turnos. Es decir, olvídense de comerse dos minutos peleando con goblins nivel 1. Es como si el juego dijera: “Mirá, sé que te gusta pensar, pero también te gusta aplastar cosas rápido, así que acá tenés las dos opciones”.

En cuanto a los gráficos y la dirección de arte, Metaphor ReFantazio es excelente. Dos aspectos destacados son las cinemáticas con animación estilo anime y las generadas por el motor del juego. Entre ambas, contribuyen al world building y nos dan gran empujón para sumergirnos en la narrativa. Y la música… bueno, acá Shoji Meguro se manda una banda sonora que nos pone la piel de gallina. Pero ojo, no es todo violines y trompetas épicas: también tiene ese toque de estilo y energía que Atlus siempre mete en sus juegos. 

Atlus y los pantalones largos

¿Más maduro y alejado de dramas adolescentes? Sí, probablemente. Metaphor ReFantazio es, en esencia, una reflexión sobre el miedo y el crecimiento personal disfrazada de fantasía épic. Los personajes no solo luchan contra dragones y complots, sino contra sus propios demonios internos. Cada uno enfrenta sus propios miedos, y es esa lucha lo que les permite despertar los Arquetipos. Hashino, el director del juego, tiene claro que quiere que pensemos en cómo el miedo puede detenernos o empujarnos a salir adelante.

Pero no todo es introspección. Euchronia, el reino donde se desarrolla la historia, es una satírica reflexión sobre el clasismo y el racismo. En este mundo, la magia está reservada para las élites. Mientras tanto, el resto de nosotros, los plebeyos y minorías, tenemos que luchar por nuestro lugar bajo el sol. Para rematar, la elección del próximo rey se decide no por derecho divino, sino por popularidad. Una exaltación a los valores de la democracia, pero al mismo tiempo una mordaz crítica. En el fondo, resulta una especie de sátira política, que nos recuerda que la popularidad es un arma tan poderosa como cualquier espada.

Para terminar de redondear la crítica, no podía faltar la relación Iglesia – Estado. Aquí, la Iglesia manipula y distorsiona la realidad política. En resumen, transforma la elección del nuevo rey en una competencia, que transcurre bajo sus propias reglas. Aprovechando su inmenso poder e influencia, convierte lo que debería ser un proceso de sucesión legítimo en un espectáculo controlado por sus intereses religiosos, imponiendo sus normas. Esta manipulación refleja la tensión constante entre el poder religioso y el político, donde la Iglesia no solo busca guiar espiritualmente al reino, sino también moldear la política a su favor​.

Cerrando el viaje

En conclusión, Metaphor ReFantazio es un JRPG donde Atlus nos entrega lo que mejor sabe hacer: una narrativa profunda, personajes memorables y un sistema de combate por turnos sólido. Sin embargo, es importante decirlo: Atlus no reinventa la rueda. Las propuestas jugables en general, aunque bien pulidas, siguen siendo en esencia conservadoras y no se desvía mucho de lo que ya conocemos en sus anteriores títulos, como Persona. Además, hay algunos giros argumentales que están más tirados de los pelos que la coleta de Steven Seagal en los 90.

A pesar de esto, es la experiencia de mayor variedad y calidad que Atlus ha ofrecido jamás. El mundo de Euchronia nos atrapa, tanto por su construcción como por su dirección de arte. Y, sin duda, su crítica social y las diferentes intrigas nos mantenien enganchados todo el viaje. Metaphor ReFantazio es una propuesta que, si bien no busca romper esquemas, encuentra su encanto en su narrativa y en la combinación de elementos clásicos que Atlus sabe manejar tan bien. A veces no hace falta reinventar la fantasía, simplemente basta con agregarle nuevas capas. [i]


DESARROLLADO POR: Atlus
DISTRIBUIDO POR: SEGA
GÉNERO: JRPG
DISPONIBLE EN: PC, PS5, Xbox Series X|S, PS4

QUÉ ONDA: Road movie medieval y flashera, con magia y traiciones en cada parada
LO BUENO: Dirección de arte impresionante. Sistema de combate que combina turnos y acción rápida. Narrativa profunda con crítica social y personajes bien construidos. Arquetipos únicos que representan el crecimiento personal de los personajes.
LO MALO: Conservador en muchas mecánicas. Algunos giros argumentales están tiradísimos de los pelos.

Este análisis de Metaphor ReFantazio fue realizado a través de un código de PS5 provisto por sus desarrolladores.

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