Llamado al deber, sexta operación en grone
Como todos los años Activision, Treyarch, Raven Software y sus estudios amigos amantes de la pólvora, nos traen una nueva excusa para agarrarnos a tiros en Call of Duty Black Ops 6. Y cada 365 días nos hacemos las mismas preguntas. ¿Está bueno? ¿Vale la pena? ¿Cuánto dura la campaña? Durante estas líneas vamos a tratar de llegar a una conclusión lógica, e intentaremos responder a casi todos estos interrogantes en esta “No Review”. Porque esta no es una Review convencional, vamos directo a lo que nos gusta o nos molesta.
¿Esta pólvora no está vencida?
Una vez más el equipo de desarrollo nos arrastra de los pelos a una nueva aventura. Nos volvemos a calzar los borcegos para formar parte del grupo de Élite de Black Ops. Otra vez nos subimos al trencito de la alegría repleto de engaños y traiciones entre distintas facciones del gobierno a principios de los 90´.
En 1991, durante el inicio de la Operación Tormenta del Desierto, los agentes de la CIA Troy Marshall (Y’lan Noel) y William “Case” Calderón, junto con la controladora Jane Harrow (Dawn Olivieri), son enviados a la frontera entre Irak y Kuwait con el objetivo de rescatar al Ministro de Defensa iraquí, Saeed Alawi (Jordan Bielsky).
La cosa se complica cuando Alawi blanquea que lo persigue una fuerza paramilitar rebelde conocida como “Panteón”. A pesar de prepararse para el rescate, el equipo se enfrenta a las fuerzas del Panteón y todo se va al tacho cuando Russell Adler (Bruce Thomas), un agente rebelde que había huido de la CIA, le pega un corchazo a Alawi y lo manda al lobby para hacerle compañía a San Pedro.
Antes de ser capturado, Adler le pide a Marshall que mande un mensaje a su compañero operativo Frank Woods. Y para que haya una historia el subdirector de la CIA, Daniel Livingstone (un Lou Diamond Phillips que ya no puede bailar la bamba), les echa la culpa de la muerte de Alawi, se caga en todo lo que le dijeron de Panteón y los suspende. Pero como son calentones, y desobedientes, deciden investigar por su cuenta para demostrarle a Livingstone que la está pifiando.
No es más que otro guión de Black Ops, construído sobre el viejo libro de jugarretas con olor a naftalina. Afortunadamente va dirigido un público que solo necesita una excusa para seguir repartiendo plomo con pólvora vencida, en una corta pero efectiva campaña single player.
El “multi” de Black Ops 6
Para muchos el multiplayer es una de las cosas más importantes, pese a que en entregas anteriores quedó demostrado que un Call of Duty sin campaña se siente incompleto. Pero la oferta para esta modalidad no tiene nada disruptivo ni revolucionario.
En la página oficial dice: “ 16 nuevos mapas el día del lanzamiento, incluidos 12 mapas principales 6c6 y 4 mapas de asalto que se pueden jugar 2c2 o 6c6. Además, los jugadores verán el regreso de un sistema de Prestigio más tradicional, más grande y más gratificante que nunca.” Y lo que nos encontramos es exactamente esto. Todos contra todos, combate en equipos, proteger al VIP mientras tratamos de liquidar al contrario o capturar ubicaciones.
El gameplay sigue siendo frenético y no da respiro. Es ideal para quienes quieren entrar a romper todo y salir, o los fanáticos de levelear para desbloquear chucherías que no influyen demasiado en el juego. Vuelve el modo “Prestige” para dar vida a quienes no paran hasta el level 50, y aparecen algunas mecánicas que intentan darle un poco de emoción a los combates. Ahora además de hacer culipatín cuando nos tiramos al piso corriendo, se puede hacer un salto lateral mientras disparamos. Una linda maniobra para quien tiene más dedos que “el mano” del Eternauta.
Muertos vivos en Black Ops 6
Es necesario dejar un párrafo aparte acerca de los zombies que siempre formaron parte de este universo de Call of Duty. Una modalidad que es inevitable visitar y tengo que reconocer que siempre me pareció un poco inexplicable su presencia. En BlackOps 6 los zombies están un poco flojos de papeles porque solo hay 2 misiones: Liberty Falls y Terminus. Ambas son super desafiantes y hay que reconocer que tienen un efecto hipnótico y adictivo.
Los objetivos no están lo suficientemente claros pero sigue siendo satisfactoria la experiencia de achurar a los no muertos en un intento desesperado por sobrevivir lo suficiente como para tener la oportunidad de extraer con vida. Matando zombis se desbloquean las puertas, se pueden comprar equipos, municiones o cositas que pueden ayudarnos a sobrevirir un poco más. Lo bueno es que si juegan solos y cortan en el medio de la partida, se puede hacer un save para seguir desde ese punto más tarde. Lo malo es que es prácticamente imposible encontrar a otro descerebrado con ganas de destripar zombies, si se pone difícil aprieten los dientes y sigan intentando.
Los tiros en el pie de Black Ops 6
Hay cosas que realmente dan bronca. Tanta que me convierto en disco de pasta y viajo a 1970 en forma de marcha abrazado a Pedro y Pablo (un chiste retro que probablemente muchos tengan que googlear).
Cómo es posible que en 2024 sigamos teniendo en PC un juego que hay que arrancar desde su propio launcher, y que al ejecutarlos se cierre, vuelva al escritorio y ejecute el juego. ¿No podemos dejarnos de joder y ejecutarlo directamente? Pero claro, estamos en un multiverso de juegos que cuelgan del mismo motor y los mismos recursos. Para jugar Black Ops 6 hay que instalar el launcher endemoniado que es capaz de ejecutar Warzone, Modern Warfare y todas las chucherías balísticas que puede darnos Activision.
Esto no es nuevo, porque Activision lleva años generando dos aplicaciones distintas para un mismo juego, creando esa grieta entre la campaña y el multiplayer. Lo que si es nuevo es que el juego abra el launcher, pida reiniciar, lo vuelva a abrir, lo cierre para abrir el juego, quizás lo vuelva a cerrar pero si fuimos afortunados terminamos con una tortuosa carga de shaders. Una vez instalado el juego, con mucha suerte y si no se cuelga algunas veces, tenemos unos 10 o 15 minutos antes de tirar un solo tiro.
Lo que está realmente bien en Black Ops 6
Afortunadamente varias cosas están bien en Black Ops 6. Las secuencias cinemáticas tienen una calidad superlativa. Pero lo sorprendente es que levantaron muchísimo la vara a nivel gráfico dentro del juego, sin consumir demasiados recursos de hardware.
Luces, sombras, reflejos, física, calidad de texturas y mucha naturalidad con gestos, movimientos y pelo. Y en esto último quiero hacer hincapié porque es un punto en el que muchos fallan. En viejas épocas el pelo era un casco modelado con una textura, hasta que la tecnología fue permitiendo que luzca con más naturalidad e incluso se comporte acorde a la gravedad. Pero hemos visto infinidad de juegos brillantes, con personajes que tenían el pelo más alborotado que en una tarde ventosa de Pinamar. En Call of Duty tenemos peinados que serían la envidia de Giordano o Rubén Orlando, donde cada mechón está donde tiene que estar e incluso responde a las leyes de Newton.
También hay un paso al frente en algo que todavía no está bien explotado pero que va en la dirección correcta, con la casa en la que se aloja nuestro grupo de combate. La guarida puede mejorarse con un poco de dinero que recolectamos en las misiones. Pueden desbloquearse puestos para mejorar armas, habilidades o mejorar nuestra armadura. Todavía lo usan de una manera muy simple y sin la profundidad con la que Escape from Tarkov maneja su guarida, pero han dado el primer paso.
Lo importante
Pero lo mejor de todo es que este es el primer lanzamiento de Call of Duty, bajo la tutela de Game Pass de Xbox. Para un país de fanáticos de la saga con un dólar tan caro que prende fuego a un bolsillo de amianto, ESTO ES UNA BENDICIÓN. Gracias al tío Spencer, BlackOps 6 es accesible y esto hace que cualquier imperfección deje de pesar y por esto va un puntito más. Phil, cada vez te queremos un poco más y como dicen por nuestras tierras: “que no se corte” [i]
DESARROLLADO POR: Treyarch, Infinity Ward, Raven Software, Sledgehammer Games, High Moon Studios, Beenox, Demonware
DISTRIBUIDO POR: Activision
GÉNERO: Survival horror
DISPONIBLE EN: Xbox, PS5, PC
QUÉ ONDA: El primer Call of Duty que llega a Game Pass
LO BUENO: Mejoras de iluminación, texturas y modelos de personajes. Es una pavada pero el pelo se ve real por primera vez. Nuevas mecánicas.
LO MALO: El launcher nefasto, otro año más de un juego que fractura el contenido y una otra campaña que se siente corta.
Este análisis de Call of Duty Black Ops 6 fue realizado con la versión para PC de Game Pass
Sebastián Di Nardo, alias Moki, es el CEO y fundador de [IRROMPIBLES], y conductor de Unitec. Fue columnista en CN23 y TNT Sports y condujo radio en la Rock & Pop junto a Guille Leoz. Entre sus muchos alter-egos, se encuentran Abraham Osló, el loco del unboxing, y el mítico Dr. Picor. Pueden perseguirlo en el Twitter @Mokirrompibles e Instagram @Mokirrompibles.
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