Plomeros a la mar
En Mario & Luigi: Brothership nos embarcamos en una aventura que consta en volver a unir, literalmente, un archipiélago perdido. Esta improbabilidad geográfica se mezcla con combate por turnos, humor y situaciones absurdas. Sí, la cosa es tan ridícula como suena, en el buen sentido. ¿Tiene todo lo necesario para cerrar de manera perfecta el ciclo de Nintendo Switch? Veremos, veremos…
La historia de Brothership arranca simple y desopilante: el mundo está hecho pedazos y la tarea de devolver la paz a los habitantes de Concordia cae, por supuesto, en manos de nuestros héroes con overoles. En esta región compuesta de territorios aislados tras un gran cataclismo, estos dos deben conectar lugares que ni siquiera parecen compatibles entre sí. Es cierto que un plomero se dedica a “conectar cosas”, pero esto lleva la definición de “idoneidad laboral” a un nuevo nivel. Con cada etapa, nos encontramos viajando de un rincón a otro a bordo de nuestro buque base, que sirve también de centro de operaciones y respiro. Porque, seamos honestos, Mario y Luigi no pueden dar un paso sin terminar envueltos en embrollos galácticos, y Concordia no va a ser la excepción.
A medida que avanzamos, exploramos ambientes que van desde playas paradisíacas hasta ruinas sombrías, cada una con un toque propio que contribuye al encanto del juego. Pero más allá de la ambientación, lo que realmente hace que la experiencia sea divertida es el humor: Luigi se roba el show con su papel de genio involuntario, protagonizando situaciones ridículas y, de alguna manera, siempre encuentra soluciones inesperadas. Como es de esperar, este es un juego apto para todo público, por lo que el humor es inocente y accesible. Eso sí, si bien no está repleto de chistes complejos, logra sostener el tono cómico en cada diálogo y escena.
Por turnos, pero nada de relajarse
El sistema de combate en Mario & Luigi: Brothership mantiene el clásico estilo de RPG por turnos, pero con un giro. Aquí no basta con elegir un ataque y esperar el resultado: cada golpe y cada defensa requieren precisión y coordinación, dando a cada enfrentamiento una cuota de dinamismo inusual para este género. La posibilidad de convertir una defensa en contraataque o de mejorar el impacto de un ataque al marcar el timing justo hace que, más allá de ser un RPG, el juego tenga un ritmo más activo y entretenido.
Este detalle, aunque simple, se vuelve esencial en cada batalla. La dificultad se ajusta de forma progresiva para que los más chicos, o aquellos que nunca jugaron un RPG, puedan seguir el ritmo sin problemas. La accesibilidad se vuelve un pilar del juego: es fácil de seguir y su curva de aprendizaje es suave, lo que lo convierte a Mario & Luigi: Brothership una excelente puerta de entrada al género para los más jóvenes. En resumen, papás y mamás: si están buscando una opción para introducir a sus hijos al mundo de los RPG, este juego es una apuesta segura.
En cuanto a las “Luigideas”, no podemos dejar de destacar estos momentos donde Luigi, el hermano más “creativo”, decide usar el entorno a su favor de las maneras más insólitas. Si bien estas mecánicas no aportan una capa compleja de resolución de acertijos, sirven para generar ese toque cómico adicional que nunca está de más. En definitiva, cada combate y situación nos recuerda que estos héroes pueden hacer reír incluso en medio de un apocalipsis cósmico.
Vamos a complicarla un poquito… apenas
Acorde a su espíritu ligero, Mario & Luigi: Brothership no se queda sin opciones de personalización. El sistema de modificadores permite ajustar habilidades adicionales y crear combinaciones que se adaptan a nuestro estilo de juego, ya sea priorizando ataque, defensa, o potenciadores de movimientos específicos. Y aunque estos modificadores no convierten a Mario y Luigi en superhéroes todopoderosos, sí agregan un poquito de estrategia y planificación a la mezcla.
Otro elemento interesante es el sistema de crafting, aunque su implementación es más anecdótica que funcional. Los enemigos sueltan materiales que podemos usar para mejorar o crear ítems en el buque, pero la mayoría de estos ítems no cambian mucho el desarrollo del juego. Básicamente, si lo miramos bien, es más una herramienta educativa para que los pequeños se familiaricen con el concepto de crafting que una mecánica central.
Testeando la paciencia
En cuanto a la exploración, Brothership tarda en ponerse a tono. Los primeros niveles son bastante básicos, con puzzles sencillos que no plantean grandes desafíos y, para algunos, esta lentitud inicial puede sentirse monótona. Además, mientras las ubicaciones principales están bien diseñadas, existen otras mucho más pequeñas que parecen de relleno, sin aportar nada significativo.
Lo que sí podemos destacar, sin embargo, es la dirección artística. No solo en las diferentes locaciones, muy bonitas y detalladas, sino que también se nota la atención puesta en los gráficos y animaciones. Desde la expresión confiada de Mario hasta la cara de horror de Luigi, la animación es excelente y refuerza cada chiste y escena cómica.
¿Recomendable?
Entonces, ¿recomendaría Mario & Luigi: Brothership? La respuesta es un sí, pero con un asterisco. Es ideal para quienes buscan una aventura ligera, llena de humor y sin demasiado desafío. Es decir, este juego tiene su encanto, pero terminará siendo un “cozy game” para los fanáticos del JRPG. Busca entretener y relajar, con mecánicas accesibles y una historia simpática que enganchará a los más chicos y a los nostálgicos que crecieron con estos hermanos. Si están buscando algo complejo y desafiante, hay otras opciones, incluso dentro del catálogo first party de Nintendo. En cambio, si buscan una aventura para reír con tonterías y pasar el rato sin grandes preocupaciones, Mario & Luigi: Brothership ofrece un crucero “all inclusive” para toda la familia. [i]
DESARROLLADO POR: Acquire
DISTRIBUIDO POR: Nintendo
GÉNERO: RPG, Aventura por turnos
DISPONIBLE EN: Nintendo Switch
QUÉ ONDA: Mario y Luigi llevando la plomería demasiado lejos.
LO BUENO: Dirección artística. Mecánicas de combate dinámicas y divertidas. Ideal para principiantes en el JRPG. Humor simple e inocente, ideal para chicos.
LO MALO: Ritmo inicial lento. Exploración monótona. Puzzles muy básicos y repetitivos.
Gustavo Sobrero, alias El Cenizas, es Secretario de Redacción de [IRROMPIBLES] y fundador de la Iglesia Savathûnista. ¿Tienen dos minutos para que les hable de Savathûn, que es el Camino y la Salvación? Pueden seguirlo en Twitter (@ElCenizasWTF) y en Instagram (@el_cenizas).
- CALIFICACIÓN75%