Indiana Jones and the Great Circle apuesta fuerte por los rompecabezas, convirtiéndolos en el eje de su experiencia de aventura. El juego, que llega el 9 de diciembre a Xbox y PC, toma inspiración de los icónicos desafíos de las películas, pero reimagina cada uno para adaptarse a las mecánicas del videojuego.
El director de diseño Jens Andersson explica que el objetivo fue capturar la esencia de los puzles de Indy sin caer en atajos narrativos. Los rompecabezas están diseñados para que el jugador resuelva cada paso, como si fuera el propio arqueólogo. Esto incluye desde trampas en tumbas egipcias hasta sistemas de cifrado en campamentos enemigos, todos construidos con lógica interna y un toque de inventiva.
¿Qué tan complicado es jugar a ser Indy?
Indiana Jones and The Great Circle equilibra los desafíos con accesibilidad. Un sistema de dificultad adaptable permite ajustar la complejidad de los puzles. Si nos quedamos trabados, Indy puede usar una cámara para recibir pistas, pero estas solo aparecen si las pedimos. Para quienes buscan algo más extremo, hay desafíos opcionales que no permiten ayuda.
La variedad es otro punto fuerte: cada ubicación global presenta enigmas únicos. Por ejemplo, las tumbas de Gizeh ofrecen trampas de acción, mientras que los templos en Sukhothai apuestan por mecanismos intrincados. Andersson destaca que evitar la repetición fue clave. La mezcla de estilos y profundidades de puzles mantiene la experiencia dinámica, desde pequeños misterios hasta elaboradas secuencias ligadas a la historia principal.