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The Spirit of the Samurai [REVIEW]

Espíritu en bruto

Ahí estaba yo, con mi armadura puesta, mi katana en la mano y un oni gigante delante de mí. Todo muy épico, hasta que mi gata Chisai decide que es buen momento para ponerse a jugar con una telaraña. Intento mantener la calma, pero claro, el oni me ve distraído y casi me parte al medio. Esquivar el golpe, gritarle a Chisai que se tome el trabajo en serio y evitar caerme en un pozo lleno de pinchos. Una situación de lo más común en The Spirit of the Samurai.

The Spirit of the Samurai es un juego que nos agarra por los ojos con la fuerza de una estética impresionante, para luego soltarnos en una jugabilidad que le falta un golpe de horno. Es como un platito de sushi decorado espectacularmente, pero con el arroz medio crudo. Esta propuesta de Digital Mind Games combina acción, plataformas y una estética en stop motion que, seamos sinceros, hace que cualquiera quiera probarlo al menos una vez. Pero como dice el dicho: no todo lo que brilla es oro, y acá hay varios detallitos que ensombrecen la experiencia.

Arte que enamora

Si algo hace bien The Spirit of the Samurai, es entrar por la puerta grande de lo estético. Desde el primer minuto, la animación en stop motion nos saca un “wow” automático. Cada enemigo, cada escenario y cada movimiento parecen haber sido creados en un taller de miniaturas, donde alguien dedicó horas y horas para que todo luzca impecable. Las criaturas son horrendas en el mejor sentido: onis grotescos, telarañas que nos ponen los pelos de punta y hasta una mujer-araña que parece sacada de una pesadilla de Tim Burton.

El nivel de detalle en los paisajes de The Spirit of the Samurai es igual de impresionante. Las sombras, las luces y hasta el más mínimo detalle del entorno logran transportarnos al Japón feudal con una atmósfera de horror palpable. Eso sí, hay momentos en los que la obsesión por lo visual se convierte en un obstáculo. Elementos del entorno a veces bloquean la visión en combates o secciones de plataformas donde el foco en la belleza dejó de lado lo jugable. ¡Lo bueno de morirnos de manera injusta es que nos deja contemplar unos segundos lo lindo que se ve todo!

Historia: simple, pero cumple

La trama de The Spirit of the Samurai es un clásico de héroes y villanos. Tomamos el control de Takeshi, un samurái con una conexión espiritual a un kitsune (ese zorro mágico que es como el “hada madrina” del folclore japonés). Su misión es proteger su aldea de hordas de onis que quieren arrasarlo todo. ¿Es la historia más original del mundo? No. ¿Funciona? Sí.

El viaje de Takeshi está lleno de momentos dramáticos, con cinemáticas bien logradas y un doblaje que, sin ser espectacular, cumple con transmitir el peso emocional de la aventura. No esperen diálogos profundos ni giros argumentales que nos dejen con la boca tocando el piso. Esto es un samurái enfrentándose a demonios, con una trama que se limita a acompañar la acción.

Un samurái con pies de plomo

Acá es donde las cosas se ponen interesantes, aunque no necesariamente por las razones correctas. El combate en The Spirit of the Samurai es, en una palabra, torpe. Takeshi tiene a su disposición un arsenal de combos personalizables, lo cual suena espectacular en papel. Podemos elegir qué ataque sigue a cuál, agregando un toque de estrategia que, en teoría, debería darle variedad a los enfrentamientos. Pero en la práctica, las animaciones del personaje y los hitboxes erráticos le quitan fluidez al sistema. Esto no sería tan grave si el combate fuera más dinámico, pero entre el delay de las animaciones y lo impreciso de los controles, cada pelea se convierte en una prueba de paciencia.

El juego también tiene un componente de plataformas, donde cada salto requiere una precisión quirúrgica. Y esto no es porque sea un desafío diseñado a propósito, sino porque la animación y los controles están en nuestra contra. Takeshi se toma su tiempo para despegar los pies del suelo, lo que hace que medir los saltos sea una tarea titánica.

Un respiro en la monotonía

No todo gira alrededor de Takeshi. En algunos momentos, también controlamos a Chisai, una gata que es puro sigilo. Estas secciones aportan un cambio de ritmo necesario. Con Chisai, el juego se convierte en un desafío de paciencia, ya que cualquier error puede terminar en un “game over felino”. Por suerte, el diseño de estas etapas está pensado para no extenderse demasiado, y aunque no son revolucionarias, logran ser entretenidas.

Por otra parte, el sistema de checkpoints es, con toda honestidad, un desastre. Si morimos (y creanme, va a pasar seguido), obligan a ver cinemáticas que ya vimos una y otra vez, como si eso fuera a motivar alguna vez a alguien a intentarlo de nuevo. Esto no sería tan molesto si las cinemáticas fueran cortas, pero algunas son lo suficientemente largas como para hacerte considerar si salir del juego no es una mejor opción. Además, el diseño de niveles apuesta mucho por el ensayo y error, algo que puede llegar a cansar rápido. ¿Esto es algo que solo le perdonamos a FromSoftware? Puede ser pero, sumado a todo lo que dije antes, pesa mucho en la balanza de la frustración.

Problemas técnicos: el oni en la habitación

No puedo dejar pasar los problemas técnicos. Son todos bugs menores, pero son muchos. Es evidente que al juego le faltó un poco más de tiempo en el horno. Otro problema es el sistema de mejora de habilidades: aunque podemos subir estadísticas en ciertos altares, no comunica bien qué cornos mejoramos exactamente.

En resumen, The Spirit of the Samurai es un juego único, pero lleno de asperezas. Su arte en stop motion es algo que no se ve todos los días, y por eso merece ser reconocido. Sin embargo, su gameplay está plagado de problemas que afectan la experiencia. Los controles imprecisos, los problemas técnicos y un diseño que a veces parece más una trampa que un desafío hacen que sea difícil recomendarlo sin advertencias.

Si rebozan de paciencia y les cabe mucho esta amalgama de estéticas, es posible que lo disfruten. Pero si buscan una experiencia fluida y sin frustraciones, sigan de largo. Porque a este samurái le sobra espíritu, pero todavía necesita afilar bastante su katana. [i]


DESARROLLADO Y DISTRIBUIDO POR: Digital Mind Games
GÉNERO: Acción, Plataformas, Aventura
DISPONIBLE EN: Windows, PS5, Xbox Series X|S

QUÉ ONDA: Mucho arte, espíritu y belleza. Poca tela esmeril.
LO BUENO: La estética stop motion. Variedad en la jugabilidad. Excelente atmósfera. El diseño de criaturas.
LO MALO: El combate se siente impreciso y frustrante. Plataformas difíciles por controles poco responsivos. Problemas técnicos y un sistema de checkpoints muy castigador.

Este análisis de The Spirit of the Samurai fue realizado a través de un código de PC provisto por sus desarrolladores.

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