Cazando tesoros en primera persona
Un 25 de diciembre, pero de 1981 —con los militares en el gobierno preparándose para una funesta guerra— se estrenaba en los cines argentinos, Indiana Jones y los cazadores del arca perdida. Un inicio con gloria para una franquicia que carga a lo largo de sus 43 años con: 5 pelis, 1 serie de TV, varias novelas, más de 20 videojuegos e infinidad de merchandising. Sin embargo, no está dicha la última palabra. Como si del Ídolo de Oro se tratara, MachineGames nos entrega una aventura inolvidable con su: Indiana Jones and the Great Circle.
Un poco de arqueología
Difícil imaginar Indiana Jones sin Harrison Ford. Pensar que la primera opción para el protagonista fue el lungo —1,93 m— de Tom Selleck, conocido por las series Magnum, P.I. (1980 – 1988) y Blue Bloods (2010 – 2024). Como también es imposible no vincular su tipografía y la genial banda de sonido, compuesta por John Williams.
Sobre una idea de George Lucas y con dirección de su amigo Steven Spielberg —que venía del estrepitoso fracaso de 1941 (1979)—, Raiders of the Lost Ark fue lo más visto a nivel mundial el año de su estreno. Luego, en 1984 y 1989, llegarían Indiana Jones and the Temple of Doom e Indiana Jones and the Last Crusade —con el recordado Sean Connery haciendo del viejo de Indy—, cerrando la trilogía original pactada con Harrison Ford. ¡Una mejor que la otra!

Fuera de la pantalla grande, y más precisamente en lo que ocupa a [i], la suerte de Indy fue bastante despareja. Hay fichines clásicos, pero también del montón. Entre los primeros, recordamos las 2 memorables aventuras gráficas point and click: Indiana Jones and the Last Crusade: The Graphic Adventure (Lucasfilms Games, 1989) e Indiana Jones and the Fate of Atlantis (Lucasfilms Games, 1992). Y 2 buenas aventuras al estilo Tomb Raider: Indiana Jones and the Infernal Machine (LucasArts, 1999) e Indiana Jones and the Emperor’s Tomb (LucasArts, 2003).
Más cercanas en el tiempo tenemos las parodias realizadas por el gigante de los ladrillitos de plástico, Lego, en 2008 y 2009, que adaptaron a su manera, las 4 películas publicadas hasta ese momento.
Círculo virtuoso
Antes de meternos de lleno en Indiana Jones and the Great Circle quería reflexionar acerca de cuáles son los elementos sobresalientes de la saga del arqueólogo más famoso. Empecemos por su doble personalidad —por un lado es profe en una estirada universidad de Estados Unidos y por el otro, un arriesgado cazador de tesoros— que lo emparenta con la mayoría de los superhéroes, pero con los slip bien puestos. También destaca su humor con sus característicos one-liners y su tendencia a zanjar pleitos a las piñas —¿quizás como Terrence Hill?—.
La línea del tiempo la fijamos a partir de la segunda mitad de la década del 30 del S.XX. Los antagonistas preferidos del doctor Jones son los nazis. Se muestran como obtusos servidores de Hitler, llevando al paroxismo su concepto de superioridad racial hasta quedar en ridículo. Extraña paradoja, ya que antes de que se desatara la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos apoyaba abiertamente al régimen del Tercer Reich —por ser confesos anticomunistas—.
Las locaciones son casi siempre exóticas, alejadas de las grandes urbes occidentales. Selvas, montañas o desiertos. Sudamérica, África, Oriente Medio y Extremo. Muy a tono con las novelas que Emilio Salgari escribió entre finales del S.XIX y principios del siguiente.
Un poco de esoterismo
Pero el elemento más destacado es, tal vez, la presencia de lo sobrenatural. Los mitos y leyendas cobran vida en la pantalla grande. A estos debemos añadirle la insaciable curiosidad de Indy —y del público expectante— que termina colaborando —consciente o inconscientemente— para que se desencadenen las profecías más temidas.
Lo dicho —o mejor dicho escrito, escrito— hasta ahora, está acompañado por una de las bandas sonoras más reconocidas y épicas de la historia del cine. La verdad es que si hay alguien que se merece un monumento en vida —o varios—, ese es John Williams.
El combo es explosivo, cautivante y plenamente satisfactorio: aventura, acción, humor, intriga y romance. Entretenimiento en estado puro. Ojo, no vamos a salir de la sala habiendo comprendido el sentido de nuestra existencia, ni mucho menos. Pero seguro que nos dejará una sonrisa de lado a lado y el corazón liviano.
Reinventando la rueda
Todo lo expresado se aplica indudablemente a Indiana Jones and the Great Circle. Mezcla estupenda de aventura, puzzles, sigilo y acción en primera persona. Debo decir que desde que ví las primeras capturas, sentí que este podría ser el juego definitivo de Indy. Y no me equivoqué en absoluto.
Después de un tutorial que reproduce fielmente la secuencia inicial de Raiders of the Lost Ark en la que nos hacemos con el Ídolo de Oro en la densa selva peruana, nos encontramos en 1936, siendo víctimas del robo de un gato momificado, por parte de un gigante proveniente del Vaticano.
Ya en estas primeras secuencias, brilla la labor de Troy Baker, tanto en sus gestos y movimientos, como por la impostación de su voz, para asemejarse lo más posible al estilo inconfundible de Harrison Ford.
Todos los caminos conducen a Roma
El estado papal es la primera parada de Indiana Jones and the Great Circle, y una de las locaciones más deslumbrantes. Los fascistas con sus garrotes, se presentan como nuestros primeros enemigos. Travestidos como cura, podemos pasar cerca de los camicie nere —camisas negras— sin llamar su atención, salvo que nos agarren in fraganti choreándoles monedas o medicinas.
Más allá de la historia principal, la ciudad está llena de misterios por descubrir. Ya sea, descifrar la combinación de una caja fuerte, encontrar reliquias o satisfacer necesidades ajenas. Uno de los primeros encargos que recibimos es conseguir una cámara de fotos, indispensable para obtener pistas y puntos a canjear por mejoras del personaje.
Contamos con un Diario donde se registran automáticamente las tareas pendientes y las resueltas, así como los documentos que encontramos y fotografías sugeridas que sacamos. Sin embargo, a veces resulta engorroso recuperar la información necesaria para resolver un puzzle, ya que se agrupan por temas y no por orden de hallazgo, por ejemplo.
Siguiente destino en Indiana Jones and the Great Circle
Avanzando por la historia principal llegamos a un punto de no retorno, donde somos arrastrados al siguiente destino sin previo aviso. Pero a no desesperar, ya que una vez superados los créditos de Indiana Jones and the Great Circle se habilita la sección Viajes, con la posibilidad de recorrer todas regiones, salvo la introducción en Perú.
No quiero entrar en más detalles sobre la trama, ni contarles sobre las ubicaciones geográficas, para que puedan sorprenderse como lo hice yo. Indiana Jones and the Great Circle realmente vale la pena cada minuto de juego, y si no saben lo que les espera en las 20 horas aproximadas que dura la historia principal, mejor aún.
No obstante, a pesar del gran esfuerzo de MachineGames por lograr un producto bien pulido, todavía le quedan algunas aristas filosas.
La cuadratura del círculo
Empecemos por sus requerimientos técnicos. Indiana Jones and the Great Circle requiere sí o sí un chip gráfico —integrado o discreto— con trazado de rayos y al menos 8 GB de memoria RAM exclusiva. Aunque con 6 GB también funciona. Este requerimiento deja afuera muchos equipos con placas más antiguas, pero que todavía son capaces de mover los polígonos necesarios como para disfrutarlo de forma decente —GeForce GTX 1080, por ejemplo—.
A veces, parece que MachineGames no se terminara de decidir por la primera persona, ya que hay momentos en los que la cámara se aleja para mostrarnos al doctor Jones trepando obstáculos o pasando por lugares estrechos. Tampoco se termina de decantar por el uso de las armas de fuego, que incluso tiramos al aferrarnos a una escalera. La acción se resume en: puñetazos y latigazos.
Por el lado de los puzzles, si bien hay para todos los gustos, la mayoría son de muy simple resolución, por lo que no representan un desafío real, aún con la dificultad al máximo.
Otro detalle no menor es que si lo instalamos en castellano, la voces también quedan en este idioma. Ahora, si lo configuramos en inglés, los subtítulos también lo estarán. Así, en PC, la única forma de poder escuchar a Troy Baker, y leer los textos en castellano es instalando el juego en castellano y copiando los archivos de audio en inglés sobre los de castellano. Si buscan por ahí, van a encontrar múltiples tutoriales. Es muy simple de hacer.
Igualmente, cabe aclarar que el trabajo de las voces en castellano es soberbio. Tal vez, en lo único en que se ven opacadas es al interpretar dialectos nativos, donde se sienten menos naturales. Fuera de eso, suenan como las versiones en castellano de las pelis de Indiana.
Espiral ascendente
La implementación de la banda de sonido tampoco pasa desapercibida, acompañando los diferentes momentos con las notas justas. No sé si ya lo dije, pero literalmente parece que estamos protagonizando una película de Indiana Jones.
Otro acierto, es la posibilidad de ajustar la dificultad de los puzzles y enfrentamientos. Aunque estos últimos es mejor evitarlos. Las secuencias de combate requieren de paciencia y estrategia, para conectar golpes certeros, esquivar lo que nos lancen y no consumir la barra de Aguante.
Podría seguir escribiendo párrafos y párrafos sobre Indiana Jones and the Great Circle. Pero la verdad es que hace rato que estoy mirando de reojo mi compu gamer y tecleando con los codos a la velocidad de la luz para terminar cuanto antes esta nota y continuar recorriendo el mundo, aunque más no sea por unas horas, como el cazador de tesoros que siempre soñé ser. [i]
DESARROLLADO POR: MachineGames
DISTRIBUIDO POR: Bethesda Softworks
GÉNERO: Acción Aventura
DISPONIBLE EN: Windows, Xbox Series X|S
QUÉ ONDA: La aventura definitiva de Indiana Jones. Lo tiene todo: aventura, acción, humor, intriga y romance.
LO BUENO: Gráficos alucinantes. Música gloriosa. Puzzles y misiones variadas.
LO MALO: El Diario es engorroso de gestionar. Hay que toquetear para escuchar las voces en inglés con los textos en castellano —solo en PC—. Algunos problemas menores de rendimiento en equipos modestos.
Este análisis fue realizado a través de un código de PC provisto por sus desarrolladores.

Fernando Coun, alias Shinjikum, es un viejo prócer del fichín que comenzó a colaborar con el equipo original de [i] allá por los tiempos de la gloriosa Xtreme PC (en el siglo pasado). Es un gran fan de los juegos de carreras y las aventuras gráficas, y es autor del blog traduciendo Sandokan.
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