Still Got the Blues
Hay juegos que arrancan con fuegos artificiales. Otros prefieren empezar con una piña emocional al hígado o una tormenta bíblica como telón de fondo. South of Midnight hace las dos cosas, pero con muñequitos, criaturas míticas y una flaca que tiene que arreglar su vida con un par de agujas de tejer mágicas.
En South of Midnight nos ponemos en la piel de Hazel, una atleta universitaria que se convierte de la noche a la mañana en “Tejedora del Gran Tapiz de la Realidad”. ¿Qué significa eso? Básicamente, puede ver los traumas como nudos existenciales y deshacerlos a golpe de combo místico y charla espiritual. Sí, es tan raro como suena. Y por eso mismo, tan fascinante.
El eje es claro: cada criatura que enfrentamos es una metáfora viviente del dolor de alguien. Una pérdida, un abuso, un duelo mal resuelto… que, convenientemente, también tiene tentáculos o alas. Y ahí vamos nosotros, con dos agujas y una fuerza de voluntad que ya quisiera cualquier terapeuta.
El trauma como final boss
Las peleas contra los bosses tienen toda la carne emocional y estética: cambios de ritmo, cinemáticas intensas, música que entra como cuchillo caliente en la manteca. ¿El problema? Que el resto del combate, el del día a día, parece programado por un reloj de fichar. Entramos a una arena bien delimitada, le pegamos a los enemigos, purificamos el trauma y seguimos en la nuestra. Sin sorpresas ni sobresaltos.
Tim Burton se fumó un blues y le pegó mal.
Visualmente es un delirio artesanal. Una especie de stop motion que parece hecho a mano por un artista obsesivo, que vive solo en una cabaña del pantano. Todo respira vida: los escenarios tienen detalles que no sirven para nada y, por eso mismo, enamoran. Cajones llenos de fotos, ranas que saltan, conejos peleando en segundo plano. No son decorado: son carácter. ¿Querían una excusa para sacar 300 capturas por hora? Acá la tienen.
La música no acompaña, es otro narrador más
La banda sonora es el alma del juego. Cada zona, cada boss, tiene un tema que arranca como susurro y termina en canción gospel que revuelve el alma. No exagero: hay momentos en los que el blues explica lo que el diálogo no dice, y lo hace mejor. No es música de fondo. Es narrativa cantada. Sería muy raro que, luego de algún capítulo, no busquen una de estas canciones en los servicios de streaming, para el bis.
Hazel: la chica que salva al mundo y se olvida de saltar bien
Hazel nos cae bien. Tiene carisma, una historia triste y más aguante que una abuela en fila del banco. Pero, por momentos, su control es un poco errático. Saltar no siempre sale como debería, y el juego, que se apoya en secciones de plataformeo, no ayuda cuando nos manda a volar con precisión milimétrica y cámara caprichosa. Eso sí: la navegación en general es fluida, y las persecuciones a lo Scooby-Doo con bosses pisándonos los talones tienen la energía justa para no aburrir.
¿Es un juego o una sesión de terapia con bichos gigantes?
El corazón del asunto está en la historia. South of Midnight es una fábula sureña sobre el dolor, el perdón y los secretos que nos convierten en monstruos. Pero también es un juego que no se decide si quiere ser narrativo o lúdico. Y cuando lo lúdico aparece, muchas veces es más trámite que desafío. ¿Hay exploración? Poquita. ¿Puzzles? Simples. ¿Progresión? Básica. Todo está pensado para no interrumpir la narrativa, pero a veces uno quiere que el joystick tenga más protagonismo.
En conclusión, South of Midnight no nos va a cambiar la vida. Pero nos hará sentir algo y eso ya es mucho. South of Midnight es un viaje corto, intenso y emocionalmente denso. Nos agarra con su arte, atrapa con su música y nos arrulla con una historia de heridas invisibles. El gameplay no va a revolucionar nada, pero la experiencia es lo suficientemente única como para que la perdonemos por no reinventar la rueda. No es un clásico instantáneo. Pero es una rareza hermosa en un mercado de clones con metralleta. Y cuando un juego canta en lugar de gritar, merece que lo escuchemos. [i]
DESARROLLADO POR: Compulsion Games
DISTRIBUIDO POR: Xbox Game Studios
GÉNERO: Aventura en tercera persona
DISPONIBLE EN: Windows, Xbox Series X|S
QUÉ ONDA: Tim Burton aprueba este juego
LO BUENO: Estética artesanal deslumbrante. Música narrativa que potencia cada escena. Historia con peso emocional. Personajes míticos y memorables.
LO MALO: Combate repetitivo y sin sorpresas. Plataforma con controles imprecisos. Progresión poco inspirada. Historia con altibajos en ritmo
Este análisis de South of Midnight fue realizado a través de un código de PC provisto por sus desarrolladores.

Gustavo Sobrero, alias El Cenizas, es Jefe de Redacción de [IRROMPIBLES]. Fue criado por una comunidad de flamencos con aspiraciones teatrales, de quienes heredó el talento para posar dramáticamente en cualquier foto grupal. Pasó su juventud investigando si los peces tienen acento regional al hacer “blub”. Está absolutamente convencido de que nadie lee esta información en los perfiles (planea demostrarlo con este texto). Pueden seguirlo en Twitter (@ElCenizasWTF) y en Instagram (@el_cenizas).
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