Steel Seed [REVIEW]

Acero y amistad

Sí, arranco el juego con amnesia. Porque si vamos a protagonizar un drama postapocalíptico con androides asesinos, qué mejor que no tener idea de quienes somos ni por qué nos queremos salvar. Soy Zoe, mitad humana, mitad hardware de segunda, y tengo un solo amigo: Koby, un dron con más actitud que utilidad. Y acá estoy en Steel Seed… Recorriendo instalaciones abandonadas, hackeando puertas, esquivando cámaras y tratando de que no me maten unos robots que parecen salidos del taller de SkyNet, pero ensamblados por interns.

En Steel Seed, la humanidad ya perdió la batalla: está al borde de la extinción y las máquinas tomaron el control de lo poco que queda bajo tierra. A medida que avanzo, me entero de que todo este despelote tiene raíces en decisiones humanas que salieron mal, y que mi rol en esta historia no es casual. Lo que arranca como una misión de supervivencia se transforma en una búsqueda personal por entender quién fui, qué hice, y si todavía hay algo de redención posible en medio de tanto metal oxidado y sistemas de seguridad con sed de sangre.

¿Acción? ¿Sigilo? ¿Plataformas? Sí, pero un poco crudo

Steel Seed dice que me deja elegir cómo jugar. Pero seamos honestos, el combate cuerpo a cuerpo no se siente del todo bien, con armas que no tienen peso y un feedback visual del golpe no del todo logrado. Si me animo al tiroteo, las cosas mejoran, pero no lo suficiente. ¿Sigilo? Funciona, con matices. Diría que solo si me muevo como una tortuga ninja, pero no las mutantes adolescentes, sino como una de tierra con mucha actitud.  A veces el dron me ayuda con distracciones, pero otras parece que está de huelga. Y después están las plataformas, que me hacen sentir como en Prince of Persia, pero con menos precisión y más caídas frustrantes.

Seducción visual

Es innegable que Steel Seed se ve bien. Tiene esa estética sci-fi melancólica que dan ganas de sacar fotos todo el tiempo, aunque estemos rodeado de drones homicidas. Hay momentos en los que me freno solo para ver cómo la luz se cuela entre los escombros tecnológicos. Ahora, cuando tengo que abrir el menú o mejorar habilidades, el diseño de interfaz me grita “yo no fui, lo hizo otro equipo”. Todo es gris, poco intuitivo, y hasta el mapa parece un jeroglífico de un culto robótico.

Por otra parte, el guion tiene momentos potentes. Algunos diálogos con Koby me pegan justo donde guardo la empatía. Y los dilemas sobre la humanidad, la IA, y el sentido de seguir respirando en un mundo gobernado por tostadoras asesinas… están. No todo es profundo, pero al menos intenta no ser otra copia de Nier. Lo que sí, las revelaciones llegan con la sutileza de un ancla.

Koby, alma de GPS defectuoso

Ya lo mencioné, pero lo reitero: Koby es el alma del juego. Me banca, me guía, me hace comentarios sarcásticos y a veces, me deja tirado cuando más lo necesito. O sea, como cualquier amigo en una mudanza. ¿Quieren un compañero memorable? Acá tienen uno. ¿Útil? Más o menos. ¿Divertido? Sin dudas.

En conclusión, Steel Seed engancha de entrada con su premisa, su mundo, su ambientación y su pareja protagónica. Pero cuando las horas pasan, caemos en que es un juego que quiere ser muchas cosas y solo logra algunas. El combate necesita polenta, el sigilo amor y las secciones de plataformas un afinador. Así y todo, no es un mal juego, logra que las suma de las partes sea digna. Si buscan mecánicas pulidas, busquen por otro lado. Si quieren una dupla muy divertida, con una historia digna y diversidad (aunque no calidad) en jugabilidad, pueden darle una oportunidad. [i]

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DESARROLLADO POR: Storm in a Teacup
DISTRIBUIDO POR: ESDigital Games
GÉNERO: Acción y aventura
DISPONIBLE EN: PC, PS5, Xbox Series X|S

QUÉ ONDA: Una aventura postapocalíptica donde un cyborg y su dron enfrentan máquinas asesinas en instalaciones subterráneas.​
LO BUENO: Ambientación sci-fi oscura y envolvente. Dinámica entre Zoe y Koby que aporta humanidad. Libertad para abordar situaciones con sigilo o acción​.
LO MALO: Combate cuerpo a cuerpo poco pulido. Narrativa que a veces se siente forzada. Plataformas con problemas de precisión​

 

Este análisis de Steel Seed fue realizado a través de un código de PC provisto por sus desarrolladores.​