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The Elder Scrolls IV: Oblivion Remastered [REVIEW]

¿Remaster, remake o hechizo de segunda mano?

Volvemos a la tierra de los elfos, las mazmorras húmedas y los guardias que nunca olvidan nuestros pecados. The Elder Scrolls IV: Oblivion Remastered aterriza como un regreso que, si bien lo esperábamos, Bethesda lo lanzó como un shadowdrop donde más de uno escupió el café sobre el teclado. 

Para aquellos más jóvenes que no entienden por qué tanto despelote por un juego de casi veinte años: Oblivion fue un hito que contribuyó a definir una era en los RPG de mundo abierto. Su mezcla de libertad total, historias bizarras y mecánicas crearon escuela. Y ahora, casi dos décadas después, vuelve recauchutado para una nueva generación… o para que nosotros, ancianos emocionales, podemos sentir que el paso del tiempo es un constructo social.

Un pasado con algo más que filtros de Instragram

Antes de seguir, aclaremos algo importante: no vamos a hacer una review del Oblivion original. Esa obra ya tiene su lugar asegurado en el Olimpo de los RPG. Nos vamos a enfocar exclusivamente en este remaster, en lo que mejora, mantiene y transforma. Aun así, para quienes recién llegan a Cyrodiil, vale la pena recordar que la historia nos pone en la piel de un prisionero anónimo que, tras escapar gracias a un emperador en fuga, se ve envuelto en una cruzada para cerrar los portales de Oblivion (algo así como el infierno de este mundo). Nada fuera de lo normal, un martes cualquiera en Tamriel.

Belleza

Primero lo primero: Cyrodiil está más lindo que nunca. Hay más detalles, mejores sombras y un par de efectos de luz que no había ni en nuestros sueños más locos de 2006. Árboles que no parecen de cartón, caras menos aterradoras y ciudades que finalmente parecen ciudades. El salto visual es bestial porque, si bien el motor de Bethesda sigue manejando lo jugable, Oblivion Remastered corre sobre Unreal Engine 5 (algo que, hasta hoy, ni sabíamos que era posible). El aspecto gráfico es de nueva generación, sin dudas, aunque debajo de toda esa belleza las mecánicas y el “feel” arrastran un poco de olor a humedad. Una combinación rara, pero que extrañamente funciona, en especial para los más melancólicos.

Oblivion, como todo juego de Bethesda en lanzamiento, era un festival de bugs. En el Remastered, la esencia sigue intacta, para bien o para mal. Además de algunos bugs que permanecen, hay que advertir: no esperen un combate y una IA aggiornada a 2025. Pelear en Oblivion Remastered se siente tan atractivo, gracioso y a veces hasta absurdo, como si un gato se peleara con un ventilador. No puedo asegurar de que siga 100% igual al original, pero no caben dudas que es la porción del juego que más añeja se siente. Con todo, existen mejoras de calidad, quizá sutiles, pero están: mejor navegación de menús, tiempos de carga decentes y un sistema de leveleo ajustado.

Esa vieja magia que todavía nos hace cosquillas

Si algo mantiene de pie a Oblivion Remastered es su corazón narrativo. Las misiones principales, los gremios, las historias secundarias delirantes: todo está ahí, reluciendo como una vieja joya pulida a base de cariño. Hay cadenas de misiones principales y secundarias que no se empañan con el paso de los años, porque tienen una solidez en la escritura y diseño que se bancarían 20 años más. Incluso en 2025, Oblivion nos recuerda por qué amamos perdernos en mundos donde, para llegar a héroes, primero hay que matar ratas gigantes. Hay una belleza extraña en ver cómo una historia que empieza con una fuga de prisión puede terminar en una coronación o un apocalipsis.

Por otra parte, en cuanto a lo sonoro, la música de Jeremy Soule sigue siendo una bendición. No debo ser el único que se quedó estúpido en la pantalla de título, sintiendo como se le ponía la piel de gallina. Por otra partte, los efectos de sonido fueron retocados, y se nota, pero no esperen milagros ni remixes modernos. Eso sí, en lo que la actuación de los personajes principales se refiere… cine total, gente.

¡La tradición sigue viva!

¿Querían un Oblivion sin bugs? ¡JAJAJA! El remaster corrige algunas tragedias, pero no hace milagros. De hecho, es un hermoso guiño que mantengan el ya histórico error del diálogo que incluye una sesión de voz fallida. Si no saben de lo que hablo, le preguntan al tío Google. Al margen de este guiño, sí, siguen existiendo NPCs que se matan solos, misiones que se rompen y enemigos que quedan haciendo una suerte de violento break dance una vez despachados. A veces frustra, a veces quita inmersión y la mayoría de las veces nos arranca una carcajada.

Entonces, ¿vale la pena? Como sea, es un sí. Si jugaron Oblivion en su momento, esto es una cita con un viejo amor. Uno que, sin duda, envejeció mejor que nosotros, aun cuando tuvo que hacerse un lifting. El alma está intacta, los defectos también, pero el viaje todavía vale cada minuto y es probable que lo sientan más como un remake. Si son nuevos en esta saga, probablemente lo sientan como un remaster digno. Con todo, significa experimentar de primera mano un hito del gaming, con lo cual no deberían perdérselo. Depende un poco de su interés arqueológico, quizá. Oblivion Remastered es una declaración de amor a una época donde los RPG eran raros, con historias épicas escritas con maestría y, por qué no, también bastante rotos. [i]


DESARROLLADO POR: Virtuos Games
DISTRIBUIDO POR: Bethesda Softworks
GÉNERO: RPG
DISPONIBLE EN: PC, PS5, Xbox Series X|S

QUÉ ONDA: Remasterización épica de un clásico, ahora más lindo, más fluido y aún deliciosamente imperfecto.
LO BUENO: Gráficos modernizados con Unreal Engine 5. Mundo abierto inmenso y lleno de historias memorables. Mejoras de calidad de vida sutiles pero efectivas.Mantiene el alma narrativa intacta.
LO MALO: Combate y mecánicas que se sienten anticuadas. Persistencia de bugs legendarios. IA enemiga regular.

Este análisis de The Elder Scrolls IV: Oblivion Remastered fue realizado a través de un código de PC provisto por sus desarrolladores.

  • CALIFICACIÓN80%
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