The Alters [REVIEW]

En el espacio nadie se salva solo

Jan Dolski se despierta agitado en una cápsula, pero descubre con horror que no está en tierra firme. Con el corazón desbocado y casi en estado de shock, se precipita sobre la superficie de un planeta inhóspito y entiende que el resto de la tripulación no sobrevivió. El golpe va a ser duro, pero más duro todavía mantenerse con vida en un pedazo de roca perdido por algún rincón del universo. Con este cachetazo de realidad damos nuestros primeros pasos en The Alters, la interesante propuesta de 11 Bit Studios.

Acto I – Los Alters y la fotocopiadora humana

Durante décadas, los desarrolladores nos bombardearon con diferentes promesas intentando llamar la atención de la población gamer. Pero como ocurre en el cine, tarde o temprano esta fuente de ideas termina agotándose y los diseñadores tienden a tomar elementos que ya fueron usados por otros o se copian a sí mismos. Hoy vivimos una especie de meseta en la que abundan los remasters y remakes que nadie esperaba. En esta catarata de juegos que no logran captar nuestra atención, 11 Bit Studios se las arregla para sorprendernos con una propuesta diferente. ¿Qué pasaría si alguien tuviera que clonarse para salir de una situación límite?

Jan Dolski es un minero espacial que se estrella en la superficie de un planeta que lo pone en jaque desde el principio. Además de sobrevivir a la radiación, debe lidiar con la rotación del cuerpo celeste y la presencia de un sol que amenaza con carbonizar todo a su paso. Jan se refugia en una base que se asemeja a una rueda gigante con habitaciones en su interior, y el desafío es ponerla en funcionamiento para escapar del sol. Pero las instalaciones son demasiado grandes y exigentes para un solo tripulante, y al comunicarse con la tierra le sugieren algo que no está permitido: duplicarse a sí mismo.

Acto II – El arte del multitasking

Los primeros momentos en The Alters son caóticos. Pero eso no es nada comparado con lo que está por venir, cada minuto cuenta porque el siguiente probablemente sea peor y más caótico. Por más garra que Jan le ponga es imposible ocuparse sólo de mantener la nave, fabricar piezas, explorar cada parada, investigar avances técnicos y extraer los recursos necesarios de la superficie. Dolsky no tiene ni la capacidad ni los conocimientos para enfrentar todos los desafíos y es allí cuando entra en juego una computadora cuántica y la matriz. 

Con una podemos extraer el adn de Jan, seleccionando una dirección diferente en el recorrido de su vida. Estas variantes que jamás llegaron a existir pueden ser un científico, un minero, un técnico, un botánico o cualquiera de las combinaciones posibles con el abanico de conocimientos necesario para resolver nuestros problemas. Con la otra podemos materializar este ADN en una persona de carne y hueso. Como alguien le dijo a Spiderman, un gran poder conlleva una gran responsabilidad.

Acto III – El delicado equilibrio emocional de las fotocopias

The Alters propone algo diferente en un survival de ciencia ficción cargado de suspenso y desesperación, con un impresionante abanico de variables. Durante 3 actos más un prólogo introductorio, Jan Dolsky es empujado a clonarse, y cada uno de esos resultados es el mismo pero de un multiverso completamente distinto. Cada uno además de habilidades diferentes tiene su propia personalidad. Algunos tienen la mecha muy corta y se enojan con facilidad, mientras otros parecen no preocuparse por nada. Cada decisión puede enojar a cualquiera de los Alters y hacerlo poco colaborativo, dejándonos con un hombre menos en la peor de las situaciones imaginables.

Toda esta situación de balances emocionales es a su vez empapada de debates éticos y morales, llevando a todas las versiones de Dolsky al límite, mientras lidia con todos los imprevistos de la nave. A esto tenemos que sumar la necesidad de explorar, construir y farmear los recursos necesarios para funcionar y poder mover esta rueda gigante a un punto en el que puedan ser rescatados mientras escapan de la radiación y el sol.

En medio de esto, desde la tierra piden con desesperación el éxito de los Alters para hacerse de un material desconocido llamado Radium. Por esta razón empujan a nuestro héroe accidental a hacer algo que no está permitido, clonarse. El fin justifica los medios, pero cada clon de Dolsky es un individuo y nadie les garantiza una vida después de un rescate exitoso, porque ninguno de ellos debería haber existido.

Epílogo – Alters si o Alters no

11 Bit Studios le pone el cuerpo a una propuesta diferente con un despliegue gráfico impresionante. Dolsky debe recorrer cada locación explorando la superficie desde una perspectiva en tercera persona. El manejo de la nave y los Alters tiene en cambio una perspectiva de corte lateral, refrescando constantemente lo que hacemos a nivel visual. Cada rincón del inhóspito planeta transmite angustia y desesperación, y es nuestra tarea convertir cada espacio de la nave en un refugio para contener y nivelar el ánimo de los Alters. Todos los días pueden ser el último.

Los Alters intentan, mientras sobreviven, resolver sus asuntos pendientes porque nadie sabe si va a volver a la tierra para ver a sus seres queridos. Todos están al límite y cada hora cuenta en esta carrera contra el sol y la radiación. Una mala decisión implica una muerte segura para todos, pero el hacer lo correcto tampoco les asegura la supervivencia. 

The Alters hace todo bien, pese a tener un puñado de bugs que deberían solucionarse en el día del lanzamiento con un parche. Un parche que para muchos de los que fuimos pioneros dentro de esta historia, significa la diferencia entre la vida y la muerte. Nuestra versión de Jan Dolsky y sus Alters depende de ese parche para volver a la tierra. Pero hasta que llegue ese momento nos quedamos con una frase hecha que encaja perfectamente: “lo importante es el viaje no el destino”. 11 Bit Studios nos propuso un viaje increíble, un viaje que ninguno de nosotros debería perderse. [i]

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DESARROLLADO POR: 11 Bit Studios
DISTRIBUIDO POR: 11 Bit Studios
GÉNERO: Survival, Acción, Aventuras
PLATAFORMAS: PS5, Xbox Series X/S, PC

QUÉ ONDA: Una propuesta refrescante, cargada de acción y suspenso en algún rincón del universo
LO BUENO: La historia adictiva, los gráficos y el debate moral en un marco que mueve sus límites
LO MALO: Un puñado de bugs que hace desaparecer cosas en los mapas y que impide por momentos construir instalaciones clave para sobrevivir.

Este análisis de The Alters fue realizado con la versión para Steam