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Star Trek: El futuro comienza

“Tu padre fue capitán de una nave estelar por 12 minutos. Salvó 800 vidas… incluyendo la tuya”. Estas son las palabras que el Capitán Pike le dice a un granjero malcriado, un gil que va atrás de cualquier traste que se le cruza y que vive desafiando a la autoridad. Pero no es esta frase la que convence a este granjero de Iowa para que se una a la Flota Estelar.

POR MARTIN CASANOVA

“Tu padre fue capitán de una nave estelar por 12 minutos. Salvó 800 vidas… incluyendo la tuya”. Estas son las palabras que el Capitán Pike le dice a un granjero malcriado, un gil que va atrás de cualquier culo que se le cruza y que vive desafiando a la autoridad. Pero no es esta frase la que convence a este granjero de Iowa para que se una a la Flota Estelar. Sólo le llega el mensaje cuando Pike le dice “Te desafío a que lo hagas mejor”.

No hace falta mantener el suspenso, todos nos dimos cuenta de que este pibe lleno de rebeldía y frustración es James T. Kirk, futuro capitán del Enterprise, cuyas aventuras han sido narradas por más de cuatro décadas en la serie Star Trek.

Ahora que J.J. Abrams y su productora Bad Robot la descosen con Lost, les llegó el turno de sumarse a las remakes nostálgicas. Y el resultado final no podía ser mejor.

Live long and prosper

Después de los 7 años del último film (Star Trek: Nemesis, un fracaso en la taquilla) Paramount nos trae esta nueva versión que cuenta la primera aventura de la tripulación original. Y la película ya comienza ahí arriba, con la destrucción de una nave estelar comandada fugazmente por George Kirk. Mientras intenta evacuar a su tripulación y detener el avance de la imponente nave del romulano Nero (Eric Bana), su embarazadísima mujer escapa en una cápsula y da a luz a un niño. Kirk, intercomunicador mediante, escucha el primer llanto de su bebé y durante sus últimos minutos de vida se pone de acuerdo con su mujer por el nombre que llevaría: James Tiberus. Quien vea esta escena y no se le ponga la piel de gallina o se le humedezcan los ojos, no tiene sangre en las venas. Hasta Spock soltaría una lágrima.

Y hablando del vulcano inmortalizado por Leonard Nimoy, el film nos lo presenta en su infancia, durante su entrenamiento en su planeta natal, mientras tiene que lidiar con su doble herencia: vulcano por parte de padre, humano por parte de madre. Pero será un Spock más adulto, interpretado por Zachary Quinto (el carismático asesino Sylar, de Heroes) el que selle su destino (y el de todos) cuando elija ingresar a la Flota Estelar en lugar de seguir las tradiciones vulcanas.

La acción avanza, y las sucesivas escenas nos irán presentando al resto de lo que será la tripulación del mítico Enterprise: Kirk, ya convencido de ingresar en la Flota, conoce al médico McCoy, quien se convertirá en su mejor amigo (¡y hasta nos explican, de pasada, por qué lo apodan “Bones”!). También estará la hermosísima Uhura, el ruso Chekov, Sulu y el impresionante Scotty, interpretado por Simon Pegg.

La película en sí funciona como un relanzamiento, además de como la onceava entrega de Star Trek. Todo gracias al recurso del viaje en el tiempo. Nero, en realidad, viene del futuro dispuesto a vengarse de la Federación y de un integrante del Enterprise, por eventos que ocurrirán casi 130 años en el futuro. Su avance es cruel e implacable, y los únicos en condiciones de enfrentársele son unos inexpertos cadetes que, por falta de recursos, son casi “arrojados” a la batalla.

Beam me up, Scotty!

No hay grandes nombres en el casting, aunque reconozcamos a más de uno. Así y todo, estas nuevas caras vienen a llenar zapatos muy grandes. Después de todo, Star Trek tiene una legión de incondicionales fanáticos. Si dejamos de lado los puristas que hubiesen querido tener a William Shatner sentado en el sillón del Capitán, esta es una película que los fans van a adorar. Y también los que toquen de oído en el universo creado por Gene Rodenberry. Me incluyo en este segundo grupo, y así y todo la película es épica, emocionante hasta la médula. Porque, en mayor o menor medida, ya sabemos que Kirk y Spock van a ser grandes amigos, aunque empiecen odiándose. Sabemos que estos mocosos están ahí porque son excelentes estudiantes, pero tienen cero experiencia en combate real.

Algo para destacar de la dirección de este film es que cada uno de los protagonistas tiene su escena, su momento o su diálogo para brillar. Eso garantiza que tu personaje favorito, aunque sea un instante, se va a destacar. El protagonismo, claro, se reparte entre Spock y Kirk, y en un segundo plano en Uhura y su romance con uno de estos dos muchachos. Scotty aparece avanzada la película, pero se convierte en un roba-escenas. Y, como no podía faltar, aparece un ansiado cameo de Leonard Nimoy como un avejentado Spock, en un par de emotivas y memorables escenas.

El film tiene todo lo que necesita para convertirse en un clásico: acción, humor, brillantes efectos especiales, y muy buena caracterización. Es 100% fiel a los films que le precedieron, y logra, recurso del guión mediante, allanar el camino para nuevas aventuras.
Hay miles de guiños a los fans de Star Trek que me perdí, y así y todo no pude evitar saltar en la butaca y mantenerme en vilo las dos horas del film. Y cuando llegaron los créditos finales, me uní en el espontáneo aplauso de la concurrencia. Hacía tiempo que no me pasaba.

Gracias, Abrams. Que se repita. [i]

STAR TREK

Estreno: Mayo 7, 2009 (Argentina), Mayo 6 (EE.UU.)
Reparto: Chris Pine (James T. Kirk), Zachary Quinto (Spock), Leonard Nimoy (Spock Prime), Karl Urban (Dr. Leonard McCoy), Simon Pegg (Scotty), Zoe Saldana (Nyota Uhura)
Dirección: J.J. Abrams
Guión: Roberto Orci, Alex Kurtzman
Duración: 126 minutos
Países de origen: Alemania, EE.UU.
Compañía: Bad Robot, Paramount Pictures

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