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Un cuento de Navidad

 Un cuento de Navidad

El mundo blanco

La ventisca creaba remolinos de nieve y azotaba la capa de Charlie, que avanzaba cubriéndose los ojos con un brazo y la espalda arqueada por el peso del Railgun. Más abajo, en el valle, una extraordinaria fábrica de juguetes brillaba a la luz eléctrica de miles de pinos de Navidad. Maquinaria con forma de bastones de caramelo, estrellas giratorias, esferas brillantes. Cientos de duendes rojos trabajaban allí. Un paisaje demoníaco. Le había costado una semana encontrar el lugar, siguiendo las débiles señales del rastreador que había puesto en el último sobre que le enviara a Santa en su vida. Pero allí estaba.

Desde un promontorio rocoso, muy resbaladizo, Charlie tomó el sniper y miró a través del teleobjetivo hacia la cabaña que descansaba en el centro del ruidoso enjambre de máquinas. Acercó la imagen y espió una de las ventanas. En el interior, fuertemente iluminado, estaba el monstruo.

Decenas de años de desilusión y sufrimiento estaban por llegar a su fin. Ya nunca los niños de la Tierra tendrían que soportar el terror provocado por la siniestra figura que entraba a sus habitaciones en Nochebuena. Ya nunca tendrían que ver las ridículas imágenes del viejo abrigadísimo en pleno verano argentino. Ya nunca tendríamos que comer nueces y turrones con 40° de sensación térmica. Se acabarían los regalos baratos. Las bombachas rosadas, los millones de pares de medias y calzones. Los ojos de conejo, rojos.

El índice de Charlie se tensó sobre el gatillo.

En este punto, ruego a los lectores que decidan el destino de Noel. ¿Charlie debe cumplir lo que se propone, o dejar libre al rojo engendro navideño? Envíen su decisión a xxxxxx@datafull.com (podrían ganarse el futuro Serious Sam) y la próxima vez que vean a Charlie, esta historia llegará a su fin.

 

De La Zona 3D
Revista Xtreme PC, diciembre de 2001

 

 

 


 

UN FINAL QUE NO QUEDÓ INCONCLUSO

Aquella fue la última aparición de Charlie en XPC. Meses después, el staff se había apartado de PowerPlay, incluyéndome, y ya no hubo manera de mostrar un final. Las cartas enviadas por los lectores a la redacción de la revista con la conclusión para la historia de Charlie y Santa se perdieron, lamentablemente. Seis años más tarde, con la historia todavía inconclusa y la revista de [IRROMPIBLES] en las calles, Cristian Saksida me propuso crear la continuación en forma de comic. Desde luego, acepté. El resultado lo verán a continuación. Siguiendo el estilo delirante de la serie, esta historieta, creada en su totalidad por Saksida, combina a Charlie con The X-Files y The Matrix.

 

 

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