No se equivoquen, esta posición destacada no está referida a los millones de usuarios que la usan, tampoco es en porcentaje de la población con acceso a la red, ni en el número de conexiones de banda ancha, sino que nuestro país es uno de los 5 más grandes productores de correo basura (spam) del mundo.
Siempre ligeros a la hora de la chantada los argentinos damos la nota una vez más.
La organización Spamhaus, que lleva listas de los peores responsables del envío de correo electrónico no solicitado del mundo, tiene una lista con los países que originan mayor cantidad de mensajes de este tipo y allí Argentina aparece quinta, después de EEUU, China, Corea del Sur y Brasil.
Como si esto no fuera poco un despreciable nativo de estas pampas también está en la lista de las 10 personas resposables de enviar correo basura, el nombre del sujeto es Juan Garavaglia alias Super-Zonda.
En España tampoco nos deben querer mucho, según ellos de nuestro país proviene casi la mitad de todo el correo no solicitado que reciben, el 46 % según una encuesta.
Parece que ya hay proveedores de internet argentinos cuyos mensajes son rechazados sin más debido a esta plaga. Hay casos de personas normales que usan servidores de correo de empresas como Sion o Speedy cuyos mensajes son rechazados únicamente por provenir de ellos, y por tener la desgracia de ser usuarios del mismo servicio que una persona que manda basura publicitaria por correo (un spammer en la jerga).
¿Y los proveedores de acceso a internet locales qué hacen para luchar con los que mandan basura por sus servidores?
No gran cosa por lo que veo… están ocupados exprimiendo los monopolios de acceso por ADSL, contratando vendedores de banda ancha que no saben nada de tecnología, servicios técnicos telefónicos en Tanzania y reduciendo los horarios de atención al cliente, …. desde mi punto de vista, mientras más porción del mercado tiene un proveedor de internet peor atención al cliente da.
Se estima que el correo basura es el 60% del total.
Hay países que castigan su implementación… pero no afectan a los extrajeros, y el problema es que el correo eléctrónico no sabe de fronteras.
Pueden ver la fuente de estos datos en una muy interesante nota de Página 12.
Sitio de Spamhaus._