Game On – Sala nacional
Game On 2011 tenía dos espacios, el nacional y el internacional. En el primero se podían ver reproducciones enmarcadas de arte de videojuegos creado especialmente, entre las que destacaban las de Cristian Saksida, un viejo irrompible y ya próximo a recibirse de arquitecto (el arte mayor, después de todo).
El artista Joaquín Fargas de la Universidad Maimónides presentó “Crédito ambiental/Biogame”, un juego que graficaba el impacto de nuestras acciones en el medioambiente. Por medio de preguntas y la respuesta de los visitantes, se mostraba la variación medioambiental en los cinco continentes, que iban coloreándose con píxeles verdes, grises o negros. “En este juego no hay un ganador o un perdedor, o todos ganan (ganamos) o todos pierden (perdemos). En cada jugada están en juego el destino del mundo como ecosistema, la sustentabilidad del planeta y por ende de la vida humana”, se explicaba.
El colectivo Martinez-Zea de la Universidad Nacional de Tres de Febrero presentó “Conflicto local”, una pequeña instalación consistente en un CPU (dentro de un cajón de verduras) y dos monitores, uno con una partida de Quake III Arena que se podía jugar contra bots y el otro con una especie de diario online; si matabas a un bot, al lado aparecía una noticia, que además era automáticamente retransmitida a Twitter con un hashtag identificatorio. “Actualmente el cubrimiento de los conflictos sociales y armados por parte de cadenas como CNN o BBC se pueden seguir en sus páginas de Internet mediante actualizaciones constantes de los hechos”, se explicaba. “El papel que cumplen actualmente las redes sociales en el proceso de difusión de la información de este tipo de conflictos es algo bastante comentado. En acontecimientos recientes como el de Egipto, estas redes sirvieron para comunicar al mundo los acontecimientos en los ‘timelines’ de millones de usuarios de estas redes.”
Minor Studios presentó su juego online Atmosphir, que permite diseñar y jugar nuestras propias aventuras. “Cualquiera puede convertirse en diseñador de videojuegos con Atmosphir”, se explicaba. “Incluso sin conocimientos de game art, programación o música, el usuario puede crear mundos divertidos e interesantes.” Usando un sencillo editor, crear es tan simple como apilar bloques en una grilla. Hay cientos de piezas para añadir a las creaciones, desde diseños básicos de escenario a tesoros, enemigos y powerups. Se puede hacer juegos de plataforma, puzzles, aventuras, carreras, single o multijugador y, lo mejor de todo, es que se puede subir el resultado para que la comunidad pueda jugar, calificar y comentar.
Los artistas Pablo Cerrutti, Ezequiel Hein, Alfredo Hodes y Lionel Zajdweber de Purple Tree Studio presentaron Rabbits for my closet, el primer videojuego inspirado en el cuento de Julio Cortázar “Carta a una señorita en París” (Bestiario, 1951). El jugador toma el rol del protagonista del cuento, que vomita conejos. Cuando los animales comienzan a destrozar la habitación, y antes de que llegue la mucana, hay que empujarlos dentro de un placard y evitar que rompan los muebles. Es un juego de fácil acceso para los que nunca juegan, aunque el final provoca un sentimiento de desesperación. Como en el cuento, el protagonista se suicida, a pesar de que el jugador intente evitarlo.
La ADVA (Asociación de Desarrolladores de Videojuegos Argentinos) presentó un reel compuesto de varios fichines hechos en el país, y una serie de reproducciones al estilo Andy Warhol de los personajes de Bunch of Heroes, el esperadísimo juego de NGD Studios.
Microsoft estuvo presente con Limbo, el juego de Playdead Studios ganador de dos premios del Independent Games Festival y que actualmente se puede adquirir a través de Xbox LIVE Arcade. El estudio de desarrollo Eudaimonia presentó sus trabajos para dispositivos Apple.
El espacio nacional se completaba con la presencia de la Escuela Da Vinci y el Instituto Image Campus, que mostraban trabajos de sus estudiantes y reels.