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A Carmack no le gusta el límite impuesto por las consolas

A Carmack no le gusta el límite impuesto por las consolas

El gran John Carmack tiene la palabra… los micos hacen silencio.

Como ya es costumbre en las QuakeCon, la convención no empieza hasta que John Carmack, brillante programador y diseñador de cohetes espaciales los fines de semana, da su charla anual. Estas charlas por lo general duran más de una hora y no hay un minuto en el que este brillante hombre no esté hablando sobre la tecnología de sus juegos y otros pensamientos sobre la industria. En su edición 2011, dejó varios pensamientos, entre los que podemos mencionar, que se frustra por la limitación gráfica que tienen las consolas. Y lo enoja el hecho de que las PCs sean 10 veces más poderosas y nadie esté haciendo uso de ese poder.

Según explicó en su presentación, que recomendamos que vean —habla durante una hora y media y recién a 20 minutos del final le ofrecen una silla—, llegó a esta conclusión cuando tuvo que empezar a hacer el port de RAGE para las consolas. Su frustración más que nada, se debe a la discrepancia de hardware. “Es extremadamente frustrante saber que el hardware que tenemos en la PC es generalmente 10 veces más poderoso que el de las consolas, pero honestamente ha sido una lucha hacer en la PC corra a 60 cuadros por segundos como lo hace en la 360.

Además, aclaró que la mejor manera de jugar en Xbox 360 será instalándolo en el disco, el problema es que no va a soportar una instalación parcial, de manera que vas a tener que tener 22GB libres en el disco y se va a tomar su tiempo. En cambio, en la PS3 habrá una instalación parcial obligatoria y, aún así, la lectora hace un ruido horrible mientras busca los datos en el Blu-ray y los lee. Finalmente, también se quejó de que las consoals no soportan un teclado, para poder acceder a la consola del fichín y acceder a las herramientas del id tech5. Sea como sea, está  claro que la mejor versión va a ser la de PC y será la verdadera manera de disfrutarlo cuando salga el 7 de octubre.

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