
Enamorarse tiene su precio
Mmmm... esas líneas, esas curvas. La suavidad al contacto y esa sensación de que estamos hechos el uno para el otro. Me escucha y me susurra al oído, o me grita si se lo pido. No se enrosca con facilidad y me acompaña en las largas noches de fichín. Me encanta cuando me abraza la cabeza y me encanta que me envidien por eso. Si me acompaña por la calle, todos miran y me da orgullo pero por las dudas, mejor se queda en casa. No se llama María, no se llama Laura, se llama HyperX Cloud Revolver y son unos auriculares para enamorarse.