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Detective Pikachu Returns [REVIEW]

Deducciones súper efectivas

Después de una primera entrega exitosa y una adaptación al cine que recaudó tres veces su costo, era cuestión de tiempo para que aparezca una secuela. Esta vez, nos adentramos en una intrigante trama de misterio a través de la ciudad con la ayuda de un nuevo personaje. ¿Podrá Pikachu resolver los enigmas y restaurar la armonía entre humanos y Pokémon?

El primer Detective Pikachu fue un gran éxito cuando se lanzó en Japón allá por los principios de 2016, de forma digital para las consolas 3DS. Se trataba de una versión de prueba que incluía sólo el comienzo del videojuego. El juego completo se lanzó de forma simultánea en todo el mundo en 2018, estrenando incluso un amiibo especial del detective.

Este título marcó un hito en el universo Pokémon al presentar una perspectiva única, alejándose de los tradicionales juegos de la franquicia. En lugar de centrarse en las batallas Pokémon, opta por una intrigante historia de misterio que se desarrolla en un entorno urbano, donde los Pokémon coexisten con los seres humanos.

En simultáneo con el lanzamiento del ya icónico Pokémon Go, se adquirieron los derechos para llevar a este adorable detective al cine. Así, el juego ganó notoriedad con la película homónima de 2019, aumentando la expectativa por saber cómo continuaría la historia de aquel Pikachu parlanchín y amante del café.

Después de una espera de siete años, Detective Pikachu hace su esperado regreso a la consola Nintendo Switch en una nueva aventura ambientada en Ryme City.

Caos en la ciudad Pokémon

Después de un —nada breve— resumen del juego anterior (que resulta útil para recordar los acontecimientos o descubrirlos por primera vez), la aventura comienza con el joven Tim Goodman y su compañero Pikachu siendo condecorados por la labor que ejercieron en el título previo y a lo largo de los dos años que han pasado desde entonces. Pero el evento no tarda en convertirse en caos con la irrupción de un Pokémon agresivo y descontrolado, causando desconfianza y temor entre los ciudadanos.

Así, el argumento vuelve a tratar sobre la convivencia entre humanos y Pokémon, un tema que se desarrolla a lo largo de varios casos que deben investigar nuestro par de detectives. Uno tras otro, estos casos empiezan a mostrar una conexión siniestra.

Cada misterio les llevará a interrogar a personas y criaturas, investigar localizaciones, resolver puzzles, deducir acontecimientos y finalmente, encontrar a los culpables. Algunos de estos personajes serán importantes en la trama, y más de una vez algún amigo Pokémon nos prestará sus habilidades para resolver los casos.

En estos momentos más tranquilos de la historia es donde realmente brilla el concepto de convivencia: Pokémon viviendo felices y aportando a sus comunidades junto a sus compañeros humanos. Por ejemplo, conocemos un Pokémon tipo planta que disfruta de regar los plantines junto a su compañera humana dueña de una floristería. O un niño que quiere competir en un torneo de fútbol y se empareja con un Pokémon deportista para jugar. También hay algunos que les gusta hacer travesuras o vivir pequeñas aventuras en cajones de manzana. Los Pokémon más libres también tienen su lugar, y podemos verlos viviendo en la naturaleza, siendo parte del ecosistema.

La historia peca de arrancar de forma lenta y, más de una vez, caer en la repetición y dar sobre-explicaciones. Si bien entendemos que está dirigido a un público más infantil, termina perjudicando el ritmo y nos veremos más de una vez saltando diálogos eternos.

¡Pero a no desmotivarse! Entre simpáticos acertijos y Pokémon curiosos, la gravedad de los acontecimientos va subiendo paso a paso y la historia nos atrapa hasta llegar a un final épico.

El más Perspikachu

A la hora de investigar, el juego presenta mecánicas sencillas que se alternan con conversaciones con personajes del entorno. Para resolver los casos, debemos interrogar a humanos y Pokémon, analizar entornos estáticos con una lupa (como escritorios o huellas), resolver puzzles y, en ocasiones, enfrentar fases de sigilo.

La libertad de acción es inexistente; Pikachu nos lleva de la mano, y cuando no queda más que buscar, nos dice que terminamos y nos lleva al siguiente tramo de investigación.

Lo cierto es que para un público más adulto (y algún pequeñín exigente), puede ser desalentador que no haya ninguna penalización por equivocarnos en las deducciones: elijamos lo que elijamos, Pikachu nos corregirá hasta que acertemos y la historia continúará. Agregar opciones de dificultad podría haber aportado a tener un juego más rico y desafiante.

Además, la trama tiende a ser tan transparente que muchas deducciones o giros de la trama se ven venir mucho antes, con lo cual se llegan a deslucir sus resoluciones. Tendrá que bastar con el sentido de logro por cada vez que acertemos a la primera, con la recompensa final siendo solo las palmaditas en la espalda a Tim y a Pikachu.

Los escenarios son notoriamente limitados en términos de espacio e interacciones. A veces, dan la impresión de estar vacíos, como el Microcentro porteño en enero. En ciertos momentos, este minimalismo resulta en situaciones cómicas en las que nuestros detectives simplemente se abstienen de explorar áreas sin una razón aparente, en lugar de encontrar obstáculos más convincentes.

Al principio, puede parecer que la ausencia de personajes responde a que nuestros detectives no se desvíen de la investigación y a que llenar demasiado las calles sería un problema, pero dado que también hay NPCs que no presentan ninguna interacción, parece que esta sensación de maqueta vacía que dan las calles de Ryme City es una estética “minimalista” buscada y no una limitación del software en sí misma.

Toda la información obtenida a través de interrogatorios y análisis de entorno se anota automáticamente en el cuaderno del detective. Estas pruebas se agrupan en un diagrama donde empezamos a tejer las conexiones dentro de la investigación.

Cuando hemos reunido pruebas y testimonios suficientes para resolver un enigma del caso que estamos investigando, el juego indica que ya podemos deducir la respuesta. Entonces Tim y Pikachu usan el diagrama para concluir entre algunas opciones posibles, generalmente con dos o tres disparatadas y una correcta para que sea más que evidente cuál elegir. Pero incluso si fallamos, no hay ningún tipo de penalización: Pikachu solo nos corrige y la historia continúa.

También tendremos algunas misiones secundarias de Pokémon y humanos que nos piden ayuda para resolver pequeños problemas, e incluso una preguntóloga que nos ayudará a aumentar nuestro conocimiento sobre Pokémon. El problema en esto es que Tim y Pikachu no parecen retener en la memoria lo que acaba de pasar solo hace unos momentos atrás, y más de una vez tendremos que ir y venir corriendo por los escenarios para resolver estos mini-casos.

La historia está dividida en días, de modo que cada vez que terminamos una parte de la investigación al otro día iniciamos la aventura desde la casa de Tim. Allí podemos ver las noticias con un resumen de todo lo que hemos logrado hasta ahora, y algunos datos nuevos. También podemos escucharlas en la TV, como para tener un pantallazo de lo que nos espera a continuación.

Más de una vez nuestra investigación se verá interrumpida por flashbacks de Pikachu, algunos incluso jugables. Si hemos visto la película, entenderemos rápidamente a qué se deben. Y sino, un misterio más en nuestra aventura no viene mal.

Esta conversación podría haber sido un SMS

Una de las principales preocupaciones del juego es la duración de las conversaciones. A menudo son repetitivas y excesivamente largas, con información que podría resolverse en una viñeta pero que se extiende a lo largo de tres. Esto lleva a los jugadores a tratar de saltarlas pronto, lo que puede resultar en iniciar accidentalmente la misma conversación de nuevo. Dado el formato del juego, sería beneficioso tener una forma más sencilla de salir de estas interacciones. Problema que se agrava cuando hay algunas muy cercanas entre sí, entonces el área cliqueable es mucho más pequeña y parecen superponerse.

El diseño de los Pokémon es acertado y logra transmitir distintas emociones según la necesidad de la trama, imprimiendo comicidad, ternura o incluso ferocidad según se necesite. Sin embargo, los personajes humanos se sienten genéricos y unidimensionales, especialmente en las cinemáticas. Esto puede resultar cómico en escenas que requieren una mayor sensibilidad, ya que las expresiones faciales no se corresponden con la situación. Por ejemplo, algunos personajes parecen estar sonriendo en momentos claramente dramáticos.

Conclusiones

Detective Pikachu: El Regreso es una encantadora y entretenida aventura gráfica de detectives diseñada principalmente para el público infantil, aunque los fanáticos de la franquicia también pueden disfrutarla. La sobre-explicación de la historia y la simplicidad de las mecánicas pueden hacer que el juego parezca monótono en ocasiones, pero la trama logra mantener el interés, especialmente después de un inicio lento, gracias a la adecuada alternancia entre las secuencias de investigación y deducción. También esos pequeños momentos de Pokémon lindos haciendo cosas normales suman un montón a la experiencia general. Hubiera sido interesante que el juego permitiera a los jugadores elegir su nivel de dificultad. [i]


DESARROLLADO POR: Creatures Inc.
DISTRIBUIDO POR: Nintendo & The Pokémon Company
GÉNERO: Aventura, Puzzles
DISPONIBLE EN: Nintendo Switch

QUÉ ONDA: El Pikachu adicto al café regresa en una aventura muy influenciada por el éxito de la película, con buenas ideas pero una ejecución dudosa.
LO BUENO: Buena historia, protagonista tierno, la convivencia humanos-Pokémon es divertida de ver, buen sistema de investigación y deducciones.
LO MALO: Demasiado fácil, no tiene opciones de dificultad. Conversaciones extensas y tediosas que no se pueden adelantar. Algunos escenarios limitados. Animaciones pobres en los personajes humanos.

Este análisis de Detective Pikachu Returns fue realizado a través de un código de Nintendo Switch provisto por sus desarrolladores.

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