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Wargroove 2 [REVIEW]

Mejor ritmo que nunca

Wargroove 2, la secuela altamente anticipada del querido juego original, es un viaje emocionante que ofrece una combinación inteligente de familiaridad y novedad. Aunque no rompe radicalmente con su predecesor, brinda una dosis gratificante de estrategia táctica, personajes entrañables y desafíos estratégicos interesantes. Un título más que digno de atención, tanto para fanáticos de la serie como para aquellos nuevos en el mundo de Aurania.

En síntesis, estamos ante la esperada secuela de aquel amoroso homenaje a las franquicias de Advance Wars y Fire Emblem. Si bien a primera vista presenta una experiencia familiar, trae consigo un conjunto de novedades que revitalizan la fórmula. Es decir, sigue siendo el mismo juego que llegó a enamorarnos: una estrategia basada en turnos, encantadores gráficos y una historia desarrollada con muy bien tino. Todo lo bueno está de vuelta y, es cierto, quizá peque un poco de continuista.

Sin embargo, hay elementos nuevos que absuelven de este pequeñito pecado. En especial con el agregado de un modo “Conquista”, que se siente como un giro tipo roguelike en el juego original y del que hablaremos más adelante. Generalmente, las mecánicas de juego en Wargroove 2 son un testimonio de la atención meticulosa al detalle por parte de los desarrolladores.

En el corazón de estas mecánicas se encuentra el sistema de comandantes, que son piezas clave en el tablero de batalla. Cada comandante en Wargroove 2 tiene habilidades únicas y un poderoso movimiento especial llamado “Groove”. Estos Grooves pueden cambiar el curso de una batalla y son la esencia de la estrategia en el juego. La elección del comandante adecuado y el momento adecuado para usar su Groove son decisiones cruciales en cada partida.

De esta manera, la interacción entre los comandantes y las unidades es fundamental. Los primeros pueden mejorar la moral de las unidades cercanas, lo que aumenta su efectividad en el campo de batalla. Sin embargo, perder un comandante lleva a una derrota instantánea, lo que añade un elemento constante de precaución y riesgo a cada movimiento.

Por otra parte, el terreno es otro factor clave en las mecánicas de juego. Diferentes tipos de terreno proporcionan ventajas tácticas o desventajas a las unidades que los ocupan. Aprender a utilizar esto a nuestro favor —y aprovechar las debilidades del enemigo— es esencial para la victoria.

Luego, la adición de nuevas unidades en Wargroove 2 amplía aún más las posibilidades estratégicas. Los avestruces, por ejemplo, pueden moverse tanto por tierra como por aire, lo que les otorga una movilidad excepcional. Los Kraken y las Ranas pueden mover unidades enemigas, lo que cambia la dinámica de las batallas y nos permite reorganizar el campo de batalla según nuestras necesidades.

Sin duda, otro elemento que añade un elemento táctico adicional, son los objetos dispersos por el campo de batalla. Estos pueden otorgar ventajas significativas a las unidades que los recogen, como aumentar su defensa o ataque. Decidir con qué objetos equiparnos se convierte en una parte fundamental de la estrategia, pudiendo marcar la diferencia en una batalla.

De esta manera, queda claro que la estrategia en Wargroove 2 no se trata solo de movimientos en el campo de batalla, sino también de la gestión de recursos y toma de decisiones. La mecánica de objetivos opcionales en las misiones de campaña también añade una capa de profundidad a la estrategia. En lugar de simplemente completar el objetivo principal, debemos considerar objetivos secundarios que pueden recompensar con estrellas adicionales. Estas estrellas desbloquean contenido adicional y proporcionan un incentivo a la rejugabilidad, con nuevos enfoques estratégicos.

¡Falta el Comandante Fort!

Con la introducción de una nueva facción en el juego, también llegan nuevos comandantes, cada uno con habilidades únicas. Este enriquecimiento del elenco no solo agrega diversidad al juego, sino que también obliga a aprender las habilidades de cada facción, adaptando la estrategia en consecuencia. Cada unidad tiene su propia condición de golpe crítico, lo que significa que la flexibilidad y la adaptabilidad son esenciales en el campo de batalla.

Como era de esperar, la dificultad aumenta a medida que avanzamos en la campaña. Tal como ocurría con la primera entrega, puede que su curva sorprenda un poco, pero en general, está bien equilibrada y justa. La campaña comienza con un tutorial diseñado de manera brillante, explicándonos desde lo más básico hasta las técnicas más avanzadas. Al mismo tiempo, las primeras misiones ayudan a comprender las bases del juego, presentando las primeras decisiones que terminarán por influir en nuestro estilo juego.

Desde ya, la campaña de Wargroove 2 se destaca como uno de los aspectos más destacados de este paquete. La historia nos arrastra, logrando que disfrutemos de los personajes y contando una trama con giros y vueltas emocionantes. Además, los escenarios son estupendos, los tipos de enemigos se mantienen interesantes y diferentes, presentando nuevos desafíos constantemente para que no relajarnos. 

El modo que conquista corazones

El recién añadido modo Conquista es una característica excelente y altamente adictiva. En resumen, es una guerra basada en la progresión, donde controlamos la ecuación riesgo versus recompensa. Comenzamos con un comandante y una base de unidades muy pequeña. Nuestro objetivo es avanzar a través de cuadrículas de batalla, inicialmente muy cortas. A medida que tenemos éxito, se abren nuevas opciones. Podemos reclutar más unidades, para sumar a nuestros sobrevivientes y engrosar el ejército. Pero, cuidado, el nivel de salud no se restablece luego de las batallas, y tenemos un número limitado curaciones disponibles.

De esta manera, tenemos que equilibrar el riesgo y la recompensa, para decidir cómo proceder. ¿Curamos a nuestras unidades o vamos de cabeza al encuentro misterioso, que podría ser cualquier cosa? ¿Qué unidades seleccionamos en cada turno? ¿Estamos preparados para la batalla contra el jefe? Este modo añade una capa nueva de estrategia a la ya excelente campaña. Y no solo eso, es muy probable que se convierta en el motivo principal por la que seguiremos jugando una y otra vez a Wargroove 2.

De a uno, de a muchos y como se nos cante

El multijugador en Wargroove 2 es una adición bienvenida que enriquece enormemente la experiencia de juego. No solo podemos enfrentar amigos localmente, sino que también tenemos la opción de desafiar a jugadores de todo el mundo en línea. La versatilidad de las opciones de multijugador es enorme, podemos personalizar las partidas de acuerdo a nuestras preferencias, como comentaremos más adelante.

De esta manera, hasta un máximo de cuatro jugadores pueden tirarse con “de todo” en una buena variedad de mapas. Tenemos mucho control total sobre las condiciones de la partida, desde el clima hasta decidir si habrá niebla de guerra o no. Además, podemos optar por desactivar la presencia de comandantes, en caso de buscar un enfoque más estratégico centrado en las unidades. Esta flexibilidad garantiza que cada partida sea única y se adapte a las preferencias de los jugadores.

Por otro lado, uno de los puntos fuertes de Wargroove 2 es su sistema de construcción de niveles. La herramienta de creación de mapas y campañas es versátil, aunque no demasiado sencilla. Se echa en falta un tutorial más potente dentro del juego, para ayudar a los jugadores menos experimentados a sacar el máximo provecho de estas capacidades. Aun así, permite dar rienda suelta a nuestra creatividad, diseñando nuestros propios desafíos. No solo es posible crear mapas únicos, sino que también establecer condiciones de victoria específicas y hasta desarrollar narrativas personalizadas mediante secuencias de eventos.

Sin duda, esta capacidad de construir nuestras propias campañas es una característica especialmente emocionante. Esto significa que podemos contar una historia propia dentro del mundo de Wargroove 2 y compartirla con la comunidad de jugadores. Además, la herramienta de edición permite generar cutscenes personalizadas, lo que brinda un control total sobre la narrativa que deseamos contar.

En resumen, Wargroove 2 es una secuela que no solo cumple con las expectativas, sino que las supera con creces. Con su modo Conquest innovador, nuevos comandantes y unidades, la adición de objetos y la posibilidad de renombrar tus unidades, ofrece una experiencia de juego rica y emocionante que nos mantiene entretenido durante decenas de horas. La dificultad bien equilibrada y la presentación encantadora completan este paquete impresionante. Ya sean fanáticos del juego original o amantes de la estrategia por turnos, Wargroove 2 es una joya que deben perderse. [i]


DESARROLLADO Y DISTRIBUIDO POR: Chucklefish
GÉNERO: Estrategia por turnos
DISPONIBLE EN: PC, Nintendo Switch.

QUÉ ONDA: Una declaración de amor a clásicos del género.
LO BUENO: Mecánicas pulidísimas. Gran presentación general. El modo Conquista es estupendo, el editor de mapas y campañas es todavía mejor y, entre ambos, elevan la rejugabilidad de manera brutal.
LO MALO: Tiene aspectos muy continuistas. La creación de mapas y campañas debería tener un mejor tutorial.

Este análisis de Wargroove 2 fue realizado a través de un código de PC provisto por sus desarrolladores.

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