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[REVIEW] For Honor

for honor main

Mi reino por un servidor dedicado

Era una tarde de julio. Quien les escribe, y el resto del segundo año del turno mañana, corríamos alrededor del patio de la escuela, dando vueltas en círculos que no llevaban a ninguna parte durante unos crueles minutos que se sentían como una eternidad. Para los más atletas, los que se juntaban a jugar al fútbol todo el tiempo, esta parte de la clase de Educación Física era pan comido. Para mí, en cambio, era un suplicio. Una tortura inmerecida que sólo deseaba ver terminada para irme a mi casa y seguir escribiendo mis historias. Así que durante esa clase, mi mente escapaba hacia su mundo feliz, y empezaba a hilvanar una historia que mezclaba samurais, espías soviéticos y policías americanos futuristas. Me concentraba muy fuerte, muy muy fuerte en los detalles de la trama, todo para olvidar el cansancio, y ese horrendo ardor dentro del cuerpo y la nariz.

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Tres cosas espero haber dejado claro en esta introducción. La primera, detesto correr por deporte, y detesto más aún Educación Física. La segunda, los detalles de una historia son importantes para mí. La tercera, combinar guerreros estereotipados que en la realidad nunca se mezclaron es uno de esos gustos que siempre quise darme de chico.

Por eso, la primera vez que escuché sobre For Honor, tuvo toda mi atención. ¿Vikingos, caballeros y samurais, todos mezclados? Quiero saber. Quiero saber por qué. Me gusta. ¿Cuál será el pretexto? En mi historia, la humanidad encontraba un planeta con las condiciones para mudarnos y así abandonar el nuestro, que estaba a punto de derrumbarse. USA, Rusia y Japón llevaban esta tarea juntos y en secreto, pero una vez conquistado el nuevo planeta, la alianza se terminaba y comenzaba una guerra por un continente lleno de riquezas. Ok, no era la mejor premisa del mundo, ya sé. Tenía doce años, che. Pero al menos, en mi temprana edad, me había molestado en buscar una excusa para que este enfrentamiento soñado se diese.

https://www.youtube.com/watch?v=cBzhMK22XRs

Muchos años después, me topo con el sueño infantil de alguien más: caballeros vs. vikingos. vs. samurais. No puede fallar. ¿Pero qué será lo que llevó a enfrentarse a estas tres clases de guerreros que, en la realidad, no compartieron ni siquiera un periodo histórico concreto? La fecha de lanzamiento del fichín llegó, y con él, la respuesta: nada.

Verán, no hay pretexto detrás de esto. Los guerreros se cruzan porque se cruzan, y ya. No hay planeta en común, no hay viajes en el tiempo, ni dioses traviesos, ni portales, ni agujeros de gusano, ni dimensiones alternativas que se combinan. Simplemente es así: los tres tipos de guerreros co-existen en aquel mundo.

Seguro se están preguntando “¿a quién le importa? Es un juego multiplayer, y el Modo Historia es una excusa“. Bueno, a mí, sí. A mí sí me importa. ¿Saben qué había entendido de uno de sus trailers cinemáticos? Que este tal Apollyon que se mencionaba no era más que un dios de guerra que extraía a estos humanos de su tiempo y los colocaba juntos en un nuevo terreno, para que se enfrenten. Pero resultó que no, que Apollyon no es más que una guerrera humana. Apollyon (cuyo nombre es la versión griega de Abaddon, un destructor bíblico) sólo quiere ver el mundo arder y a todos luchar entre sí, ya que sólo cree en la guerra, una obsesión muy oportuna para que la trama de For Honor se desenvuelva.

Yo soy Apollyon

Podríamos considerar que For Honor transcurre en una dimensión alternativa, en la que vikingos, samurais y caballeros conviven “felices” hasta que un cataclismo destruye todo y obliga a cada bando a una lucha interna por comida y territorio. Mucho tiempo después, una Apollyon decepcionada de como el mundo ya no tiene verdaderos guerreros, toma control de los caballeros de la Legión Piedranegra. Un caballero que sólo conocemos como Warden se ve forzado a unirse a las filas de Apollyon, quien tiene un plan para saquear a los vikingos y dejarlos con escasas reservas, con el fin de verlos pelear entre ellos. Warden descubre pronto que su nueva líder no busca defender la tierra de Ashfeld de sus rivales, sino que sólo busca el caos y la destrucción. Mientras tanto, el guerrero vikingo que conocemos como Raider trata de unificar a sus compañeros para reestablecer un poco del daño que Apollyon causó, y juntos asaltar las riquezas de los samurais. Pero todo es parte del plan de la villana, por supuesto. La historia continúa, pero creo que ya entendieron el punto.

https://www.youtube.com/watch?v=U1Sbw6XEwD4

Este Modo Historia se divide en tres episodios, uno por cada clase. Cada uno contiene seis misiones, lo que nos da un total de 18 misiones que pueden completarse en apenas un par de horas. Se notan los esfuerzos por dotarla de momentos épicos pero la mayoría caen en saco roto. En gran parte, se ve afectado por el hecho de que no vemos los rostros de los personajes, y a veces ni conocemos sus nombres, por lo que se dificulta empatizar con los mismos. El final de la historia carece de grandeza y es el único momento en el que podemos ver caras, pero ya es demasiado tarde. El mensaje parece ser algo sobre que somos seres de guerra, y que la guerra vive en nosotros, pero también busca dar un segundo mensaje de que hay esperanza en la paz, por lo que se siente ambiguo.

https://www.youtube.com/watch?v=4DY7VjKELsQ

Una vez finalizado el Modo Historia, estamos listos para formar parte de la Guerra de Facciones y participar del multiplayer, la mejor parte del juego. Claro, si logramos conectarnos a una mísera partida.

Mécanicas de juego

For Honor implementa una mecánica novedosa a la hora de combatir con espadas. Podemos propinar ataques cortos, largos, y defendernos, eludiendo o bloqueando los ataques. Manteniendo un sólo botón podemos entrar en el modo guardia. Mientras estamos allí, el stick derecho del gamepad (o bueno, si les gusta sufrir, pueden usar las teclas) decide hacia dónde vamos a bloquearnos. Cuando un embate del enemigo viene en camino, el juego nos avisa con una pequeña señal rojiza del lado correcto. El desafío a nuestros reflejos está en direccionar el bloqueo en la dirección adecuada. Al acumular bloqueos bien realizados, vamos cargando nuestra barra de Revenge. Una vez llena, podemos activar este modo que potencia nuestros ataques y stamina.

https://www.youtube.com/watch?v=BvN0PEq8Fkw

Pero cuidado, porque algunos ataques son imbloqueables, y no va a quedar otra que eludirlos. También podemos empujar al enemigo para quebrar su guardia, o ganarle el combate arrojándolo por un precipicio. Pero no todos los demás jugadores ven el honor en esto. A medida que golpeamos, bloqueamos y corremos, nos quedamos sin stamina, lo que nos ralentiza, por lo que tenemos que descansar un poco antes de seguir.

Cada tipo de guerrero (hay cuatro por clase) tiene sus propias ventajas y desventajas. Algunos son más pesados y de ataques más agresivos, otros más ágiles y con ataques efectivos a mayor distancia. Las combinaciones posibles son varias, y podemos elegir el que mejor se adapte a nuestro estilo de juego.

https://www.youtube.com/watch?v=nV-hF6l5e6c

No, el gameplay no se parece a Chivalry (que no cuenta con este sistema fino de bloqueo) ni al Dinasty Warriors, donde la idea es combinar ataques y ver volar miles de enemigos a la vez. For Honor es único en su especie, un sueño que le llevó a su creador quince años en concretar, desde aquella clase de esgrima medieval de la que Jason VandenBerghe salió diseñando un anteproyecto en su cabeza, hasta febrero de 2017, mes en que el nuevo juego de Ubisoft vio la luz.

Modos de juego

Los modos de juego son variados: tenemos el promocionado Dominion, un 4vs4 en el que tenemos que eliminar rivales y capturar las zonas enemigas para sumar puntos. En el medio de los caminos tenemos un montón de guerreros controlados por CPU, más debiles, al estilo de un MOBA, que vamos a tener que sacudirnos para llegar de un punto al otro. Mientras un equipo supere los 1000 puntos, el equipo rival no puede respawnear ¡Qué horror! Si quedan todos eliminados antes de poder acomodar el puntaje, pierden.

Los otros dos modos son más directos: matar a todos los enemigos, al mejor de 5 rondas. Skirmish, con equipos de 4 jugadores enfrentándose entre sí (igualito a Dominion pero sin la parte de capturar terreno), Brawl es 2vs2, es decir, nos acompaña otro mico, y Duel es 1vs1, que es a cara de perro. También hay un modo llamado Elimination, de 4vs4, en el que gana el equipo que aún tiene un integrante en pie.

https://www.youtube.com/watch?v=RaG7SkWZN3M

Todos los modos son divertidos, algunos más que otros, pero hay una clara división entre el mundo “jugador vs. jugador” de For Honor, y el mundo “equipo vs. equipo” que ninguno de los modos logra conectar del todo. Por momentos, For Honor se siente como un juego de pelea en 3D, en la línea de Soul Calibur. Por otros, se siente como cualquier eSport por equipos. Pero nunca termina de sentirse un lugar en común entre ambos.

https://www.youtube.com/watch?v=KW7-ZhkDpic

Es posible personalizar a nuestros tipos de guerreros favoritos. Eso sí, tenemos que pagar con “acero” (la moneda del juego) para desbloquear la personalización, y luego con más acero podemos ir destrabando distintos objetos que mejoran los stats de nuestro personaje. Podemos obtener acero pasando la campaña principal una y otra vez en sus diferentes dificultades, o bien jugando online, cumpliendo los objetivos que nos van proponiendo semanalmente. También podemos, claro, comprar acero usando plata real, pero no lo vemos necesario, ni lo recomendamos.

Problemas de conexión

De este lado del mundo, con nuestras conexiones, jugar For Honor con otros humanos es un suplicio, una tortura, un castigo. En ninguna plataforma hay manera de poder unirse a una partida, y cuando lo logramos, por fin lo logramos, estamos sujetos a que los demás jugadores se caigan o se corte la partida en cualquier momento. Esto es porque Ubisoft eligió no implementar servidores dedicados, y en cambio dejarnos con un sistema de conexión P2P. Esto es un gran ahorro para el bolsillo de Ubisoft, pero una mala idea para la continuidad de un juego cuya gracia termina siendo salir a jugarlo con otras personas.

https://www.youtube.com/watch?v=Vo9vsMp6HuQ

Mientras que en USA y otras partes del mundo, un grupo selecto de jugadores cuente hoy en día con conexiones para bancar este desirio de la empresa, en estos lares nos morimos de angustia porque no hay matchmaking que logre dar positivo. A duras penas podemos probar los modos cuando coincidimos con otros jugadores de nuestra región y en nuestra lista de Uplay, con los que tenemos mejor suerte, y hasta ahí. No hay configuración que lo solucione, no hay regla en el firewall ni puerto que abramos en el router que haga funcionar el online de For Honor. Y esto sin tener en cuenta que…

Ey, pará ¿en qué quedó tu historia?

Eh, qué… ¿la mía?

Sí, la tuya, la del planeta y eso. Con la que arrancaste la nota.

No, nunca la escribí. Era bastante estúpida. Pero al menos me molesté en justificar el cruce de los guerreros ¿no? Psst.

https://www.youtube.com/watch?v=u_Bg8TXtm6Q

Conclusión

For Honor no logra hacer honor (cuac) al hype que supo generar desde su anuncio hasta el día de su salida, y no parece haber aprendido nada de las dos betas que lanzó en forma preliminar. Su campaña está bastante desaprovechada y el online es elitista. Aunque es posible celebrar For Honor por su innovación en sus mecánicas, su excelente apartado visual y sonoro, y su variedad de modos de juego, su falta de definición en este último aspecto y sus otros puntos negativos terminar por volverlo otro primer intento no exitoso de Ubisoft, que a esta altura parece usar la primera entrega de sus franquicias como campo de pruebas, y apostar siempre a la potencial secuela, un truco ya repetitivo que un día les va salir mal. [i]

DESARROLLADO POR: Ubisoft Montreal
DISTRIBUIDO POR: Ubisoft
GÉNERO: Acción, Pelea
PLATAFORMAS: PS4, Xbox One, PC.

CALIFICACIÓN

68%

QUÉ ONDA: For Honor es un tremendo simulador de combate medieval inmerso en una fantasía disparatada, pero con severos problemas narrativos y de funcionamiento online.
LO BUENO: El sistema de combate, los controles, la variedad de guerreros disponibles, los múltiples modos de juego, el apartado visual, amplio protagonismo femenino en su historia.
LO MALO:
En un juego tres cuartos online, el mal funcionamiento de su sistema de conexión es imperdonable. Historia floja y forzada. No hay un modo de juego que aproveche al máximo la unicidad del juego.

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