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[REVIEW] Crawl

crawl review

Requisitos recomendados: Sillón de cuatro cuerpos

De movida, la propuesta de Crawl es intrigante. Podemos decir que es un competitivo multijugador local y asimétrico, de 3 vs 1… este juego más que una etiqueta necesita una marquesina. Tres fantasmas diabólicos cooperando contra un héroe, pero todo en la misma pantalla, en la misma casa y relojeando a la misma hermana del anfitrión ¡bien a la vieja usanza!. Aunque ese equipo de villanos se mantendrá unido menos tiempo que un azulejo con plasticola: de manera inevitable, alguno de nuestros aliados pasará a ser nuestro enemigo. O el héroe pasará a ser nuestro aliado. O nosotros pasaremos a ser el enemigo de todos… ¿Tremendo lío? Me tomo una medida de whisky bien generosa y a continuación se los explico. ¡Salud!

https://www.youtube.com/watch?v=IAqjWpK6IO8

¿Es un cooperativo? ¿Es un competitivo? No! Es… Bah.

La cosa arranca así: base de fantasía épica medieval, calabozo pestilente y cuatro héroes, vivitos y coleando. Sin demasiado preludio, se sucede un brutal enfrentamiento inicial, donde sólo puede quedar uno (al fin encontré una review en la que usar esa frase). El sobreviviente pasará a ser el único héroe activo y el resto pasarán a ser fantasmas, cargados de odio, rencor y muchas ganas de vivir de nuevo. Vaya a saber uno por qué quieren esto, es decir, no pagan impuestos, manejan sus horarios para espantar, pueden hacer homeworking… en fin, ¿Quién entiende a los fantasmas? Los mediums, quizás. No importa, sigamos.

Una vez que la disputa inicial por ser el héroe activo finaliza, éste deberá comenzar a explorar el calabozo, haciendo las cosas típicas y bien básicas que se hacen en un RPG de acción, que se puede resumir en el ciclo romper/lootear y matar/farmear experiencia. Con esto, podremos comprar nuevo equipo e items y subir de nivel a nuestro héroe, que se hará cada vez más poderoso. Como dije en un principio, cosas clásicas de RPG, no les mentí ni un poco.

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¿Y los fantasmas? Los fantasmas no pueden atacar directamente al héroe. ¿Entonces, los otros tres jugadores, se miran una serie hasta que les toca jugar? No, para nada. No pueden afectar directamente al héroe, pero deberán cooperar para hacerlo puré. Entre las formas de lograr este objetivo, la más básica es poseer objetos, al mejor estilo poltergeist. Le podemos tirar de todo por la cabeza, desde vasijas hasta barriles, e incluso también se pueden poseer trampas, para sentirse un poco más civilizado y menos barrabrava.

Adicional a esto, irán apareciendo unos círculos de invocación donde los fantasmas pueden hacer algo aún mejor: de acuerdo a la deidad diabólica que adoremos podremos invocar un esbirro, cuyo control es directo, de manera similar al héroe. Es decir, ya no estaremos limitados a elegir una dirección para arrojar el objeto poseído, sino que combatiremos cara a cara, con diferentes ataques y movimientos especiales, que difieren según el esbirro invocado.

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Como cabe esperar, llegará un momento en que el héroe será “pasado a valores”. Aquél jugador que le de muerte con el golpe final, volverá a la vida. Y el héroe pasará a ser fantasma, cambiando así la composición de los equipos.

Ahí es donde radica gran parte de la diversión que genera el juego. Es frenético y caótico, siendo quizás esto último algo negativo por momentos, ya que cuando todos invocan y se arma una pelea bien poblada, por momentos nos perdemos tanto que no sabemos en dónde está nuestro personaje, los enemigos, la salida de la pantalla o el baño de la casa.

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Balanceo y alineación

Una prueba de que el juego está balanceado es que ningún mando termina incrustado en el televisor. Y Crawl logra evitar este desastre con un sistema bastante simple: El único que gana experiencia es el personaje vivo pero, con el fin de evitar injusticias y excusas para los amigos llorones, los fantasmas ganan “Ira” cada vez que el héroe sube de nivel. Cada deidad, a la que elegimos adorar al comienzo del juego, dispone de tres criaturas diferentes, de manera que los fantasmas usarán la Ira para subirlas de nivel. Por cada criatura hay dos caminos a seguir en su desarrollo, obteniendo de esta manera diversidad en los resultados de las mejoras. Este sistema evita que el héroe se haga extremadamente fuerte y termine matando a los esbirros con una simple mirada indiferente.

Por otra parte, el héroe, además de subir de nivel, podrá adquirir diversas armas y artefactos para ayudarlo a combatir a los cada vez más poderosos monstruos. El objetivo será llegar (al menos) a nivel 10 con el héroe, momento en el cual se podrá activar un portal que lo llevará al enfrentamiento final contra un jefe. ¿Y quién se hará cargo de controlarlo? El Team Ghost, donde cada uno de los jugadores se hará cargo de una parte del enorme enemigo. Este momento suele estar plagado de carcajadas, por los disparates poco elegantes a los que se da lugar. Pero, con un poco de coordinación, pueden resultar buenas batallas finales, donde el héroe se deberá esmerar para lograr vencerlos.

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“¡Eh! ¡Me diste el yostic que no funciona!”

Crawl se puede jugar con mandos, teclado o mouse. Leyeron bien, un jugador con teclado y otro con mouse. Esta última opción es la menos recomendable, ya que es un poco incómodo, pero si estamos flojitos de mandos y no queda otra, es una alternativa para que nadie se quede afuera.

Demás está decir que el hecho de poder jugar de a cuatro en una misma pantalla, con un juego tan orientado a terminar a los golpes en la vida real (o al menos a los escupitajos), lo convierte en un gran “party game”. Más que recomendable opción para días de fiaca, ahora que el clima nos invita a hibernar cual oso y la idea de salir a algún lado suele caer en picada, en paralelo con la temperatura.

Otro punto fuerte es la bien conseguida estética pixel art. A pesar de que los escenarios son algo monótonos, la variedad de enemigos y la representación de efectos y poderes es de una creatividad notable. La música, con un estilo muy arcade, acompaña lo visual en forma modesta, sin desentonar pero invitando a la migraña. Los efectos de sonido son adecuados, sobresaliendo las eventuales narraciones en off, que complementan para embellecer el clima del juego.

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Es cierto que, a pesar de estar orientado al party game, puede lamentarse el que no exista la opción de un multiplayer en línea. Pero sobre esto nos queda una duda: a pesar de jugar contra otras personas, ¿el juego sería tan divertido sin poder gritarle barbaridades a los que tenemos al lado?. En principio, creemos que no lo lograría, tomando como referencia el hecho que da la opción de completar (o no) la partida con bots, total o parcialmente, en caso de que no contemos con suficientes jugadores humanos. Como también hacer un “full bots”, si lo vamos a jugar single player. En este último caso, más que considerar jugar con tres bots, deberían considerar sociabilizar (consejo gratis). La realidad es que aunque la IA hace un trabajo respetable (tampoco implica una gran estrategia, claro), el juego pierde mucha de la diversión que se genera con cuatro jugadores reales. [i]

DESARROLLADO POR: Powerhoof
DISTRIBUIDO POR:
Powerhoof
GÉNERO: 
Rogue-like RPG
PLATAFORMAS: PS4, Xbox One, PC, Mac, Linux

CALIFICACIÓN

80%

QUÉ ONDA: Un gran party game para pelearnos de manera virtual y real con nuestros amigotes.
LO BUENO: Gran pixel art. Con tres o cuatro jugadores, es divertido a rabiar. El sistema de juego, la rotación de roles y el balance es sencillo y casi implecable.
LO MALO:  Después de un rato, la música atormenta. Por momentos, con cuatro jugadores, la pantalla se vuelve un caos. No es en absoluto recomendable jugar solo. O con tu pareja.

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