Roia [REVIEW]
Agua que no has de beber… Tres años pasaron desde el último mail de Tobias. Mucha agua corrió… —NdE: ¡Fer,…
Agua que no has de beber… Tres años pasaron desde el último mail de Tobias. Mucha agua corrió… —NdE: ¡Fer,…
Agarren la nariz falsa, cálcense los guantes y píntense la cara: es hora de mostrar su mejor sonrisa y descender a la locura. Vlad Circus ya comienza su función.
No sabemos si sellaron un pacto con algún ser prohibido, pero Deconstructeam hizo magia y nos dejó hechizados con The Cosmic Wheel Sisterhood.
Hace poco más de 2 años atrás dimos con la aventura de texto Unmemory, desarrollada por el estudio indie barcelonés Patrones & Escondites. Lo cierto es que quedamos sorprendidos por la calidad y variedad de sus puzzles, combinados con una historia atrapante. Así fue que no dudamos un segundo cuando nos enteramos de su nueva propuesta Delete After Reading: ¡Tenemos que hacer el review!
Tan sólo 2 horitas nos llevó completar las 51 historias de Storyteller. Un suspiro en comparación con los 15 años que le tomó a Daniel Benmergui publicarlo. Sin embargo, cada minuto valió la pena.
En el caso de Moncage, no se trata de encontrar el mejor encuadre fotográfico como en TOEM (Something We Made, 2021), que revisamos hace muy poco [acá]. Sino de jugar con las perspectivas y descubrir la historia detrás, o mejor dicho, dentro del cubo mágico.
Townscaper, no es tanto un juego, sino un juguete en sí mismo, como bien lo define su autor. Así que no esperen historia, puntuaciones, objetivos, condiciones de victoria o derrota, ni eventos inesperados. Sino tan solo el placer de construir ciudades en medio del agua, como si de Venecia, Kampong Ayer o Tigre se tratara.
¡Miren que hay fichines de gestión para todos los gustos! Pero de vinos, muy muy pocos. Y como en [i] somos amantes de las uvas fermentadas virtuales —y también de las reales, sino miren esta nota—, en su momento ya revisamos el excelente Terroir (General Interactive Co., 2017). Así que veamos si el nuevo Hundred Days – Winemaking Simulator, del pequeño estudio italiano Broken Arms Games mantiene la hoja de la parra bien alta.
Si Moebius alguna vez hubiera hecho un videojuego, sería Sable: una aventura indie que nos pone en el papel de su homónima, con el fin de emprender un viaje de autodescubrimiento, tanto para ella, como para nosotros mismos.
Después de un año y medio de cuarentena, qué mejor que salir a recorrer el mundo, cámara en mano, como nos propone el pequeño estudio indie sueco Something We Made, con TOEM. Y más aún si lo hacemos desde nuestros cómodos sillones, gamepad en mano, prolongando el aislamiento hasta lograr la tan ansiada inmunidad de rebaño.