Es difícil no recomendar Disc Room, un juego altamente adictivo de controles y conceptos tan simples que cualquiera puede comenzar a jugarlo en un instante. Desafiante, un poco frustrante a veces pero no lo suficiente para que queramos soltarlo. Breve y rejugable. Otra prueba concreta de que los conceptos más simples pueden ser los más filosos.

¡Que bien le viene a Witcheye desembarcar en la consola portátil! A sus controles táctiles ya existentes, que acá se mantienen, se le suma la posibilidad de manejarlo con las clásicas palancas, pudiendo tener una mayor precisión de movimiento y evitando así taparnos el escenario con nuestros dedos de chorizo.

Los sapos adolescentes ninj… perdón, los sapos musculosos ¿hermanos? vuelven tres décadas después para revivir lo mejor (y lo peor) de su franquicia, en un nuevo y parcialmente recomendable aunque confuso Battletoads.

Fe es la aventura plataformera de una especie de Stitch fanático de Robert Smith. Intenta sumarse a la lista de juegos con narrativas minimalistas, tales como Limbo o Journey. ¿Saldrá victorioso?

Timespinner no esconde la clara influencia de Castlevania: Symphony of the Night en su obra. Si son amantes de aquel clásico, no van a dejar de encontrar similitudes de comienzo a fin.

Aunque la Wii U no haya sido el éxito esperado, su catálogo first party fue ejemplar. Nintendo no dudó en llevarse a la Switch varias de esas maravillas y shora le llegó el turno al maravilloso editor de niveles del fontanero, Super Mario Maker 2. ¿Será un buen resultado?