Loop Hero [REVIEW]
Así como los esquemas están para romperlos, el estudio Four Quarters decidió agarrar un roguelite, sumarle jugabilidad incremental y cartitas para lograr un resultado concreto: droga de la buena. O Loop Hero.
Así como los esquemas están para romperlos, el estudio Four Quarters decidió agarrar un roguelite, sumarle jugabilidad incremental y cartitas para lograr un resultado concreto: droga de la buena. O Loop Hero.
Si se quejaban de cuando mamá los mandaba a hacer compras, después de leer esta review de Othercide, la llamarán y le pedirán perdón. Cretinos.
Moonlighter: Between Dimensions. Un DLC tanto para el héroe como el almacenero, la mejor combinación de guerrero. ¡Nos salió en verso y sin esfuerzo!
Convoy: A Tactical Roguelike finalmente en Switch. Llenen de nafta los depósitos, pónganse en modo carroñero y prepárense para la furia de la carretera.
Apocalipsis, desolación, supervivencia y sacrificios. El final llegó y nos agarró en el baño sin papel higiénico. Overland no perdona, pero nos da el contexto para flashear una road movie a pura supervivencia, en medio de una invasión alienígena.
En el 2012, dos compañeros de la universidad se juntaron para crear un fichín roguelike con aspectos de tower defense. El resultado fue grandioso, por lo que llevaron su proyecto a Kickstarter y en poco tiempo Risk of Rain vio la luz. Varios años después, llega su secuela, ¿pero está a la altura?
Mismos fideos, ahora con queso rallado: The Swords of Ditto: Mormo’s Curse vuelve con más sabor, contenido y diversión. ¿Cuáles son los cambios clave?
RAD es un roguelite “post-post apocalíptico”. No, no es un error de tipeo, pegamos dos apocalipsis, uno atrás del otro, al precio de uno. Después de este dato, ¿no hace falta un ADN para saber que el padre es Double Fine, verdad?
¿Qué pasa si agarramos System Shock y lo mezclamos con [inserte roguelite de moda]? ¡Pasa Void Bastards! Pero… ¿es eso algo bueno?
En plena hora pico de los indies roguelikeros, otro contendiente llega volando, listo para desplumar a sus rivales a escopetazos. ¿Está Blazing Beaks a la altura de los clásicos del género?