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[REVIEW] Mirror’s Edge Catalyst

Como aprender a saltar sin bajarse los dientes

UNA VEZ MÁS vuelvo a calzarme la “yoguineta” y a corretear por los techos de la ciudad de cristal. Corrí durante mucho tiempo hace ocho años y ahora vuelvo a hacerlo. No importa cuantos techos haya recorrido y cuanto conozca cada palmo de la ciudad, no dejo de darme la cara contra el piso cuando salto. Uso Corega y una prótesis dental porque mis dientes quedaron en alguna terraza de la ciudad. No es vejez, es falta de habilidad.

Mirror’s Edge fue un juego extraño, pero no se le puede reprochar nada. Quisieron hacer un juego distinto, y lo hicieron. Un juego donde la heroína es una chica llamada Faith que se la pasa corriendo por una ciudad robando y transportando cosas. No tiene superpoderes ni armas, solo destreza física para el parkour y para pelear. Un juego donde no se le dispara a nadie. El fichín tuvo una tibia bienvenida, con opiniones encontradas, pero la prensa lo mató. Extrañamente yo lo disfruté, y mucho. Siempre me pareció diferente, arriesgado e innovador, pese a todas sus falencias. El anuncio del regreso me ilusionó y lo esperé ansioso, Faith estaba de vuelta y se veía muy bien.

Esta vez DICE decidió contar algunas cosas que no sabíamos de ella. Su temperamento, su convicción y su infancia, mientras lucha por liberar la ciudad de las garras de Kruguersec tras abandonar la prisión, son parte fundamental de esta nueva entrega.

Faith se reúne con su líder, vuelve a la acción y empieza a corretear por la ciudad haciendo algunos encargos como para refrescar los controles, la jugabilidad y la geografía de la ciudad. Pronto advertimos que esta vez el juego no es tan lineal como el original. Una vaga sensación de sandbox nos invade al ver el mapa y advertir que podemos seguir la misión principal o invertir nuestro tiempo en encargos adicionales en la Ciudad de Cristal. Al cumplir estas misiones o las que forman parte de la historia principal, recibimos puntos de experiencia que pueden distribuirse en un árbol de habilidades. Con esto pueden desbloquearse movimientos para pelear o piruetas para evadir a los enemigos o transitar la ciudad. La pregunta del millón es: ¿afecta esto realmente a la jugabilidad? La verdad es que no demasiado, porque con un poco de maña podemos arreglarnos para evadir a los guardias sin la necesidad de las nuevas piruetas o habilidades. Yo particularmente me dediqué a avanzar con la historia y fue suficiente con la experiencia y las pocas habilidades que logré desbloquear para llegar al final de la aventura. Estas misiones secundarias además, son bastante sencillas y no agregan contenido adicional, podemos guardarlas para el final si es que todavía nos queda aire para seguir saltando por la vistosa ciudad.

A diferencia del juego original, en Catalyst no podemos robar el arma de ninguno de nuestros enemigos. Aparentemente tienen un sensor que solo permite que sean utilizadas por su dueño. Faith solo puedo correr, empujarlos o agarrarse con ellos a puños y patadas.

Valiéndose de sus habilidades ella recorre la ciudad sin descanso, luchando contra el régimen de Kruger y lidiando con el movimiento rebelde de Noviembre Negro, que es casi tan peligroso como Krugersec. Su líder piensa que el fin justifica los medios y mediante una conducta terrorista, intenta equilibrar la balanza en la ciudad.

La historia es sencilla y sin sobresaltos, dejándole todo el trabajo a la jugabilidad y al despliegue gráfico. El motor del juego es maravilloso, y nos muestra la ciudad como nunca antes la hemos visto. El diseño de los edificios es increíble y es un placer recorrerla de punta a punta a los saltos. Pero… porque siempre hay un pero, es una ciudad de cristal y en algún punto resulta monótona. Pasamos varias veces por los mismos lugares y a veces sin llegar a darnos cuenta, porque tarde o temprano, todos los edificios son parecidos. Tampoco puede utilizarse toda la capacidad gráfica del motor del juego, porque por supuesto, las texturas son todas similares… cristal y vidrio. Faith es hermosa e increíblemente detallada, al igual que los escasos personajes que logramos reconocer por su fisonomía, el resto son soldados y por supuesto son todos iguales. Hay cinco modelos distintos y eso es todo.

A lo largo de toda nuestra fantástica aventura parkour, nos sentimos fantástico. Una vez que entendemos los controles y la mecánica, corremos, saltamos y nos colgamos. La hermosa sensación de tener un buen estado físico nos invade y eso es lo más lindo de Catalyst. Generalmente nos movemos correteando por terrazas, techos o el interior de oficinas, y podríamos decir que es una ciudad fantasma. Es una ciudad grande cuando vemos el mapa, pero además de los guardias nos cruzamos con muy pocos ciudadanos. A veces pasamos por alguna oficina donde hablan un par de personas, pero en general la enorme ciudad de cristal se ve bastante desierta, y el hecho de que no haya misiones por la calle tampoco ayuda demasiado.

Pese a todo, y una vez más, volví a disfrutar de Mirror´s Edge. Con sus errores y sus aciertos. Porque es un extraño FPS, asi como lo fue su predecesor. Todo lo que es extraño y distinto logra llamarme la atención y en algún punto me hace disfrutar nuevas sensaciones. A veces solo de eso se trata, de ser distinto, de no ser uno del montón, de romper el molde. Catalyst puede parecer fantástico o un embole, pero logra despertar una sensación haciendo las cosas de otra manera, y eso es un mérito.

Si el original no les gustó, ni lo intenten, pero si lo disfrutaron no se lo pierdan. Si me disculpan voy a repetir la maravillosa sensación de saltar sin esguinzarme un tobillo, pero recuerden seguir los consejos para no aterrizar de cara como yo. Mi heroína está sometiéndose a un tratamiento de implantes, porque sus dientes verdaderos quedaron en alguna terraza de la ciudad de Cristal. [i]

 

DESARROLLADO POR: DICE
DISTRIBUIDO POR: Electronic Arts
GÉNERO: FPS
PLATAFORMA: PC, Xbox One, PlayStation 4

 

CALIFICACIÓN

70%

QUÉ ONDA: El retorno del extraño y mítico juego de parkour

LO BUENO: Ciudad grande, mayor libertad, excelente jugabilidad y linda banda sonora.
LO MALO: Misiones secundarias monótonas, árbol de habilidades innecesario y una ciudad grande y desierta.

 

 

 

 

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