«El tango es un pensamiento triste que se baila…» 

CARLOS GARDEL es el gran representante de la cultura popular argentina, en especial la porteña, y ahora también el protagonista de una breve e interesante aventura gráfica al viejo estilo. El «zorzal criollo» no sólo tenía una voz sorprendente, también un lindo prontuario que en su momento y por famoso le perdonó el presidente Marcelo T. de Alvear. Se sabe que en su juventud Carlitos era bueno para el cuento del tío. Así que lo encontramos escapando de la prisión de Ushuaia…

¡Un nuevo juego argentino! Tango: The Adventure Game no cuenta la vida de Gardel tal cual: le da un giro novelesco y muy simpático. Este Pibe Carlitos es un alma atormentada por el amor de la rubia Malena, que lo abandonó para rajarse a la luminosa París. Sufrido el hombre, acosado por las deudas de juego y con el corazón roto, desde los arrabales de Buenos Aires sueña con subirse a un transatlántico y partir a Europa en busca de Malena.

Todavía no es el Gardel famoso, apenas anda saliendo de la pobreza y encontrando su voz, que en el juego surge como metáfora. Hay unas partituras mágicas, escondidas en algún rincón húmedo de la ciudad; quien las encuentre tendrá la voz más maravillosa.

Y en ese trajín vemos una recreación breve pero acertada de los lugares típicos que recuerda la historia de la ciudad: bar de mafiosos, salón de baile, hipódromo y conventillo, y no iba a faltar el puerto de Buenos Aires, todo adornado con acordes de tango y diálogos con mucho lunfardo y las letras famosas que interpretaba el Zorzal.

En cuento a ambientación tanguera, Tango hace el laburo: fenomenal, amigo. Y hay que brindar por la valentía de Gualicho y su editor, Inca Games (mismo que acaba de publicar también otro título, Element: Space), que sienten que lanzar un juego con sabor bien porteño es un aporte cultural e innovador al resto del mundo, cosa en la que no podemos estar más que de acuerdo.

Como aventura gráfica, sin embargo, hay que objetar. No llega a tres horas de juego, como si fuera algo a medio cocinar. También puede ser una decisión bien pensada, por los tiempos de impaciencia que corren para el género, o falta de presupuesto, o vaya uno a saber qué. Lo cierto es que se siente como un auto que frena de repente, como que faltó seguir la historia, y no en el sentido de secuela.

Tango: The Adventure Game es una aventura gráfica point and click. Es decir, el jugador recorre los escenarios buscando objetos con el mouse que le sirven para resolver los planteos del juego. Cuando encuentra los objetos, estos van a parar al inventario –en este caso, en una barra contenedora arriba de la pantalla, para nada intrusiva, que aparece al subir el mouse– y desde allí se pueden arrastrar sobre el escenario a fin de activar algo, o combinar dos o más para crear algo nuevo.

Y si bien Tango hace referencias graciosas a juegos como Maniac Mansion –incluso la animación de apertura recuerda la del clásico de LucasArts– los puzzles son muy fáciles y se resuelven con lógica simple, no hay necesidad de «pensar fuera de la caja». Sin absurdos ni nada extraño. En todo caso, la dificultad se concentra en dar con los objetos ocultos, como una piedra o un balde con pintura.

Como en toda buena aventura gráfica, hay diálogos y es bueno prestar atención. Los personajes son muy robustos y siempre tienen algo que decir. Lamentablemente, o no, el juego carece de voces. Vemos los diálogos en cuadros y podemos elegir respuestas que a veces destraban más opciones. Por supuesto, el juego se puede disfrutar en castellano (¡lunfardo!) o un inglés bastante correcto.

Cada tanto, Tango nos ofrece un respirito. Nos pone a resolver minijuegos que son muy simples pero no vienen mal. Destacan el del tipo con clavos en la cabeza, por simpático, el de la partida de Póker y sobre todo el de mezclar con la batidora.

En cuanto a la cosa visual, está bien. Tiene gráficos de caricatura, en tonos sepia, como de época. Algunos se ven en baja resolución, y molesta tanta pantalla de carga, aunque suelen traer información interesante.

Como es producto argentino, conviene nombrar a sus creadores según aparecen en los créditos: Martín Arregui, Mateo Amaral, Matías Molusko, Adriana Figueroa Mañas, Luciano Robles y Juan Manual Reyes. ¡Felicitaciones, guapos!

En suma, Tango: The Adventure Game es una aventura gráfica breve, sencilla, como para recién iniciados en el género. No la recomendaríamos para jugadores de mucho kilometraje, pero tampoco quisiéramos que se la pierdan por los defectos nombrados. Es un juego digno y bien peinado a la gomina. [i] 

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• DESARROLLADO POR: Gualicho Games
• DISTRIBUIDO POR: Inca Games
• GÉNERO: Aventura gráfica
• DISPONIBLE EN: PC (Steam).

CALIFICACIÓN

60%

QUÉ ONDA: Una aventura gráfica point-n-click con nostalgia por los clásicos del género y ambiente porteño, inspirada en la figura de Carlos Gardel.
LO BUENO: Excelente ambientación en la Buenos Aires de los años 20. Personajes interesantes. Estilo gráfico caricaturesco. Música de tango. Referencias a Maniac Mansion. Algunos minijuegos. Proyecta la cultura porteña al mundo.
LO MALO: Muy breve. Dificultad centrada en el encuentro de objetos. Pocos escenarios. Pantallas de carga frecuentes. Calidad gráfica irregular. Algunos errores ortográficos. Sin voces.

Este análisis fue realizado a través de un código de descarga provisto por los desarrolladores. Tango: The Adventure Game se encuentra disponible en Steam.