Cómo aprendí a dejar de preocuparme y amar el comunismo

El día tan temido llega: La Bestia despierta de su letargo y abandona la cueva, camino hacia el pueblo, destruyendo todo a su paso. Los pobladores, ignorando que la criatura que los horroriza acecha con total libertad, llevan sus vidas diarias, hasta que el sonido de un puente destruyéndose los alerta. Finalmente la Bestia aparece… es una bola roja con dos patas, completamente amistosa y con hambre de revolución.

El destino llevó a cuatro artistas como Arnaud De Bock, Rémi Forcadell, Alan Zucconi y Calum Bowen a juntarse en un colectivo llamado Sectordub y producir este pequeño juego llamado Pikuniku. Arnaud viene pateando con el proyecto desde el 2016, cuando lo presentó por primera vez en la feria EGX. Su inspiración viene de juegos como Katamary Damacy, que priorizan lo “juguetón” y la simpleza por sobre otros aspectos.

En el fichín controlamos a Piku, esta extraña criatura sin brazos, con una circunferencia como cuerpo y unas piernas bien largas. Las físicas del juego permiten a Piku manipular casi cualquier objeto sólo con sus pies, de formas hilarantes.

Un fantasma amistoso nos despierta de nuestra hibernación y nos incita a abandonar la cavernas y ver un poco de luz. Allí afuera descubrimos un mundo colorido, lleno de vegetación, aves y pueblerinos totalmente afectados por nuestra presencia.

Pero hay otra amenaza más grande en el horizonte: Mr. Sunshine, un curioso individuo que “regala” dinero al pueblo a cambio de poder extraer su cosecha con la ayuda de robots gigantes. Mientras la mayoría parece estar feliz con la situación, un grupo de rebeldes buscar revertir esto, y no tienen mejor idea que reclutarnos.

En el medio, podemos visitar el hogar de los pobladores y ayudarlos con pequeñas tareas, obteniendo a cambio sombreros que podemos vestir, algunos con funcionalidades que nos permiten avanzar en el juego, mientras que otros son decorativos. Algunas de estas tareas involucran vencer en un minijuego, lo que le da algo de variedad a toda la cosa.

Escondidos por ahí también tenemos trofeos que recrean personajes y situaciones del juego ¡A ver quién los puede encontrar todos!

En general, el fichín nos enfrenta a situaciones plataformeras, en donde debemos alcanzar ciertos lugares esquivando obstáculos e incluso resolver puzzles. Estos acertijos se aprovechan de las extrañas físicas para hacernos reír mientras los solucionamos. Mientras tanto, hay que destacar el gran sentido del humor que tiene el juego en general, sobre todo en los diálogos. Después de todo, su creador lo nombró en honor al “picnic”, una actividad que se supone rodeada de naturaleza y con el único afán de divertirse.

Peeero, tal como una buena comilona en el parque… se hace breve. Muuy breve. Lamentablemente, Pikuniku puede terminarse en un par de horas. Es una pena, porque el juego tenía el potencial para extender sus aventuras un buen rato más.

Por suerte, contamos con un modo para dos jugadores a pantalla partida, ¡y uno muy divertido! Contamos con nueve niveles en los que junto a Niku (o al menos asumimos que se llama así), una criatura igual a nosotros pero amarilla, debemos sortear todo tipo de puzzles hasta llegar a un barco.

Gracias a las alocadas físicas del juego, y al hecho de que golpearse entre sí está permitido (e incluso necesario para resolver algunos de los desafíos) puede volverse un rato hilarante con la persona indicada, sobre todo si jugamos el nivel de los autitos. Jueguen el nivel de los autitos.

En conclusión, Pikuniku es una aventura realmente agradable para jugar solos, en pareja o incluso en familia, con una historia inocente (si no la interpretamos como una metáfora del comunismo) y mucha diversión que ofrecer. Lamentablemente su duración puede ser un punto negativo para algunos, pero creemos que está bien compensado en el precio. ¡Dejen entrar a Piku a sus corazones! [i]

DESARROLLADO POR: Sectordub
DISTRIBUIDO POR: Devolver Digital
GÉNERO: Plataformas, Puzzles
DISPONIBLE EN: Nintendo Switch, PC, Mac, Linux

CALIFICACIÓN

81%

QUÉ ONDA: Pikuniku ofrece lo que a simple vista demuestra: un plataformero sencillo, colorido y de gran corazón dispuesto a seducir a grandes y niños por igual… OK, eso suena mal.
LO BUENO: Gran sentido del humor, físicas hilarantes, visualmente cautivador, misiones para dos jugadores.
LO MALO: Demasiado corto, la música puede volverse repetitiva, jefes poco inspirados, poca rejugabilidad.

Este análisis fue realizado a través de un código de Nintendo Switch provisto por sus desarrolladores.