Splinter Cell: Double Agent

Año 2008. De rostro pálido y barba crecida, con la mirada quieta, sentado, como si aún la esperara, contemplaba el hermoso amanecer, mientras encendía un cigarrillo. Aún no había podido superar el trágico asesinato de su hija, Sarah, acontecido unos meses atrás. Su vida parecía ya no tener sentido. Día a día, la depresión se inyectaba más y más en Sam. Tal era, que al poco tiempo Lambert, su mejor amigo y jefe de trabajo, decidió desplazarlo totalmente de servicio. Sus días de labor para Third Echelon parecían haberse acabado. Sin embargo, nada es eterno, o al menos en la vida de Sam Fisher, ya que unos meses después le es asignada una nueva oportunidad de trabajo. Una misión complicada, importante y altamente riesgosa: infiltrarse en medio de una organización criminal conocida como la “John Brown’s Army” (JBA). Claro que para penetrar en la misma es necesario hacerse de la confianza necesaria. Y la forma de alcanzarla es mediante un sujeto llamado Jamie Washington, un integrante activo de la banda, que se encuentra tras las rejas en la cárcel de alta seguridad de Ellsworth, ubicada en Kansas. Por esta razón, Fisher primero debe ganarse la confianza de Washington, y la única forma de alcanzar esto es infiltrándose como un encarcelado más. Así, quien fuera alguna vez el espía más renombrado de la NSA, acaba pronto con 11 cadenas perpetuas, luego de atacar innumerables blancos con rehenes y cometer brutales ataques delictivos. Y para suerte de él y de Lambert, la condena es ejecutada en la prisión de Ellsworth. Bajo este interesante, oscuro y sólido argumento, comenzaremos a dar nuestros primeros pasos en Splinter Cell: Double Agent. Lo primero que notaremos será que, como bien destaca su título, ahora no sólo seguiremos alineamientos de Third Echelon, sino que también tendremos que responder a las órdenes de Washington y la John Brown’s Army. Por esta razón, al transformarnos en un verdadero “doble-agente”, se nos plantearán situaciones del tipo moral a cada minuto, en las cuales, a diferencia de cualquier otro juego existente, la más mínima decisión repercutirá en el futuro nuestro y de la misión. Por ejemplo, en la pasada E3, se mostró un video en movimiento, en el cual Sam, acompañado por dos maleantes, debía decidir si ejecutar a sangre fría o no a un sujeto inocente atado a una silla, de modo de así probar lealtad a la JBA. Y como estas situaciones, se esperan muchísimas más. En el aspecto técnico también habrá importantes novedades. Por empezar, cada personaje estará compuesto por doce mil polígonos. Para darse una ligera idea de lo que esto significa, la cantidad de triángulos presentes en la cabeza de cada uno de ellos será equivalente al total de los de un modelo completo del juego pasado, Chaos Theory. Sencillamente impresionante. También se verá todo más realista, gracias al empleo de shaders, efectos de clima, iluminación en tiempo real y sombreados más definidos. Todo este despliegue gráfico se pudo observar en otro video, en el cual Sam, en la terraza de un rascacielos, bajaba su mirada hacia las calles, donde se podía observar una ciudad realista y viva como nunca se la vio en un videojuego, con autos, personas del tamaño de una hormiga y luces moviéndose de aquí para allá. Claro que los gráficos no serán lo único en verse mejorados en Splinter Cell: Double Agent. Afortunadamente, la inteligencia artificial (I.A.) también gozará de importantes novedades. Por ejemplo, en el juego habrá un momento en el cual Sam se encontrará en medio de una batalla campal entre policías y terroristas, y no sólo él podrá decidir si unirse o no a cualquiera de los bandos, sino que estos además contarán con una I.A. propia, destinada a cubrirse y eliminar a los contrarios. Es tal la expectativa generada por esto que incluso los programadores contaron anecdóticamente que una noche dejaron el juego encendido en esa misión con Sam escondido, y que al día siguiente se encontraron con ambos bandos mutilados entre ellos. La idea con posibilidades como esta es lograr que ninguna partida sea igual a la otra. Por último, la fresa del pastel será la nueva modalidad multijugador Spy or Protect, en la cual un grupo de tres espías deberá infiltrarse en bases secretas para desmantelar los planes del enemigo, mientras que el bando contrario, compuesto por tres mecernarios, deberá impedirlo a toda costa. Por un lado, los agentes de Third Echelon contarán con toda la tecnología de punta, entre ella, las distintas lentes de visión especial y unos artefactos portátiles que, a distancia y vía wifi, pueden hackear los objetivos; mientras que, por el otro, los malignos miembros de Upsilon contarán con un amplio armamento y unos sensores de movimiento y sonido que resultarán de gran utilidad a la hora de detectar a los espías. Sin embargo, la verdadera novedad de este modo residirá en que cada integrante de los bandos podrá desarrollar su propia carrera, pudiendo mejorar las habilidades y hasta su inventario. Así, en forma de ranking, irá ascendiendo en la escala global de jugadores al mismo tiempo que su equipo gana prestigio. Como verán, es mucho lo que promete Splinter Cell: Double Agent, la cuarta entrega de la saga. Si todo sale bien, a fines de octubre tal vez nos deleite con el mejor juego del año. A esperar se ha dicho.