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[DIASDEROBLE] Treinta películas que perturban I


Un tour por lo más ourroroso del cine de terror.
 

Películas de terror sobran y recomendar las mejores me resultaba con sabor a poco y algo demasiadas veces visto. Dentro del género del terror, no solo encontramos muchos subgéneros, sino que podemos encontrar también diferentes emociones, dependiendo del tipo de espectador que seamos. Personalmente, el terror como género me apasiona, por sus historias, por lo que buscan, por el lugar al que apuntan y por lo que generan. Y claro, hay amor y odio, gloria y decepción, pero intento no caer en trivialidades.

Por todo esto, y aclarado el panorama, opté por hacer una lista de películas que me perturbaron desde lo que contagian. No por sus escenas, no por su contenido, sino por la forma en que están contadas. A veces, es mucho más efectivo insinuar que ser explícitos. Y si bien en la mayoría de los casos que voy a nombrar hay mucho de explícito (claro, es cine, es visual), las elegí porque en el momento que las veía me causaron toda una sensación de incomodidad importante. Y no hablo de películas asquerosas, sino que perturban, que incomodan. O al menos lo hicieron conmigo.

Por último, déjenme aclarar que sí, seguramente me faltan muchísimas películas en la lista, pero voy a hablar solo de las que vi y de las que puedo omitir opinión. En esta primera entrega, vamos a ver cinco ejemplos.

Snuff 102 (Mariano Peralta – 2007 – Argentina)

Si bien está lejos de ser una buena película, esta cinta argentina está filmada de una forma tan barata que logra aprovechar muy bien su bajo presupuesto para poder ambientar las escenas más crudas en una habitación tan lúgubre que causa asco. La música, repetitiva e indefinida, por momentos genera una molestia auditiva cuando es acompañada por los efectos de sonoroso toscos. Los efectos visuales y lo pervertido y retorcido de muchas de sus escenas terminan de generar ese aspecto incómodo del que hablaba.

Tras el Cristal (Agustí Villaronga – 1987 – España)

Mas allá del sadismo visual de la cinta, de los temas tratados y de los actos cometidos, hay una energía aplastante en las actuaciones, por momentos rígidas, como ausentes de la maldad plasmada. Es como si en algún momento de la cinta, los protagonistas se adaptan a las perversiones cometidas y todo pasa a ser algo “normal”, mientras los hechos aberrantes que le dan forma a la historia se siguen cometiendo sin parámetro alguno. La fotografía, es uno de los puntos más fuertes, contrastando su belleza contra la sangre derrama en las manos de cada personaje.

Mum & Dad (Steven Sheil – 2008 – Inglaterra)

Creo que lo genera más rechazo en esta película, es la perversión impresa en el rostro de los protagonistas de esta cinta. El padre, de aspecto sucio, grasoso, libidinoso y pervertido, y la madre, con una cara que incomoda por su mirada perversa y ajena al mismo tiempo. La historia no rodea a los personajes de escenas violentas ni por demás perversas, pero si de un abuso psicológico constante, que llega a causar un sentimiento de humillación relativamente morboso desde los personajes. Comienza siendo terriblemente impactante y después va cayendo en un pozo sin salida a nivel argumental.

Martyrs (Pascal Laugier – 2008 – Francia)

Dentro de las películas que componen “la nueva ola de terror francés”, Martyrs es, quizás, la más controversial. Empieza con una escena fuerte, cruda, que va directo al grano. Impacta por la fuerza y la brutalidad de la escena… pero si pensamos que este era el ritmo de la cinta, estamos completamente equivocados. Porque mas allá de del impacto visual, todo se centra en las torturas físicas y psicológicas que sufren las protagonistas. Llegan a un punto de visceralidad tal que es difícil asimilarlas, no por su grado de impacto, sino por pensar en cómo afecta cada tortura a los personajes. Las actuaciones, la fotografía y los climas llenos de tensión que se crean dan el efecto único y necesario para que nuestro pecho se acongoje de solo pensar en esta cinta.

Frontière(s) (Xavier Gens – 2007 – Francia)

Quizás el primer exponente comercial de “la nueva ola de terror francés”, esta película que contiene un poco de trasfondo político es realmente enfermiza. Con algunas reminiscencias a películas como “The Texas Chainsaw Massacre”, el punto fuerte de la vertiente perversa de esta historia recae en los climas y los ambientes que se generar a partir de la suciedad implícita de los lugares rurales donde ocurre, las cosas oxidadas, la grasa impregnada, y toda una fotografía de tonos opacos que incluso se ve plasmada en el comportamiento abusivo de los malos de la película, que a diferencia de otros malos, toman lo que hacen como algo normal y necesario.

Por ahora, empezamos con estas cinco películas solamente, para no hacer el post muy extenso. En próximas entregas, voy a ir hablando más sobre todas las películas que componen mi lista de “Treinta películas que perturban”.  [i] 

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