¡Que Níðhöggr te bendiga!
La llegada de cualquier juego con madera de party game a la Switch ya es motivo de celebración. ¿Qué mejor que llevar un dispositivo para animar las fiestas en el bolsillo? ¿Y que encima sea legal? Lo que nos lleva a hablar de Nidhogg, un juego de combate con un concepto peculiar: algo así como una cinchada virtual. Si bien la segunda entrega de esta franquicia se lanzó por primera vez a mediados de 2017 para PC, aprovechamos su desembarco en la consola de Nintendo para darle una revisada. ¡En guardia!
Todo esto nació como un concepto en la mente de Mark Essen, un desarrollador indie a quien la Universidad de New York le encargó un fichín para uno de sus eventos privados. En 2010 Mark les entregó Raging Hadron, la primera versión de que lo luego se convertiría en Nidhogg, cuatro años después al lanzarlo en PC y consolas.
El primer Nidhogg estableció las bases: dos espadachines rivalizan sobre un escenario. Ambos tienen la intención de alcanzar uno de los extremos del mismo: quien logre matar a su adversario podrá avanzar hacia esa zona, mientras que el oponente no deja de reaparecer. Quien alcance primero la zona de victoria es el ganador, pero a no confiarse, porque la partida se puede dar vuelta en cualquier momento. Piensen en algo parcialmente similar a Urban Champion, pero con armas y respawneo.
Hay una peculiaridad que da nombre al juego y que aún no mencionamos: quien gana la ronda es devorado por un gusano gigante. Lo que normalmente sería algo trágico acá es el modo de celebrar que triunfamos. Esto le da un gustillo a ser parte de un ritual de sacrificio, o simplemente funciona para generar un momento de risas entre los que asistan a la fiesta.
Porque si hay algo de lo que no hay duda, es que la saga Nidhogg obra como party game, proponiendo partidas rápidas, despiadadas y siempre cambiantes. Sobre todo si la versión en cuestión es Nidhogg 2, la secuela que cambia los gráficos estilo “Prince of Persia corriendo en una calculadora” por unos modernos y cartoonescos a cargo de Toby Dixon.
Si algo logra este cambio, es resaltar la locura que rodea a todo el concepto, y hace a las muertes, que están animadas en forma caricaturesca, capaces de despertar más de una carcajada. Además enfatiza lo articulados que son los protagonistas junto a todos los movimientos que podemos ejecutar, que varían dependiendo el arma. Tenemos espadas roperas, con las que podemos atacar alto, bajo o al medio, y desarmar al oponente, salvo que esté usando un sable. ¿Ah, hay sables? Sí, y pueden atacar arriba y abajo, pero no al medio. Además, mientras la ropera se enfoca en dar una estocada mortal, el sable puede batirse como si espantáramos mosquitos. También hay dagas, que pueden arrojarse; arco y flecha con una letalidad asombrosa; y por supuesto, si todo falla, podemos repartir puños y patadas.
Otro aspecto divertido es que al principio del duelo podemos armar nuestro propio luchador seleccionando entre algunos atributos físicos como el color y el pelo junto con accesorios y trajes, lo que le da un aspecto de personalización mayor por sobre la primera entrega.
También tenemos un modo de torneo hasta ocho jugadores en el que podemos definir ciertas reglas como que sólo aparezcan determinadas armas, establecer un límite de tiempo y activar la doble eliminación.
Para los que no tengan visitas en casa muy seguido pero quieran jugarlo igual, además de poder iniciar partidas contra la CPU, tienen un modo Arcade que nos permite atravesar los diversos escenarios, con la particularidad de que cada uno tendrá un cierto tipo de arma disponible, como para darle algo de sabor.
¿Vale la pena adquirirlo en Nintendo Switch? Bueno, en principio no hay ninguna novedad en esta versión con respecto a la de otras plataformas. Sin embargo, la naturaleza del juego, con sus partidas breves, lo hace perfecto para sacar la consola en cualquier lado y jugarnos una ronda con la persona que nos acompañe en ese momento, con tan sólo un joy-con cada uno. ¡Y eso vale oro!
En definitiva, Nidhogg 2 es un fichín clave para animar juntadas, siempre que los participantes tengan el estómago para el arte particular que el juego contiene. Si eran fans del primero y no tienen conflicto con cómo se ve esta nueva entrega, la compra es obligada. Seguro, puede ser un concepto que se agote rápido, pero promete mucha diversión cada vez que lo iniciemos. ¡Nunca es tarde para hacerse adicto a Nidhogg! [i]
DESARROLLADO Y DISTRIBUIDO POR: Messhof
GÉNERO: Pelea, Plataformas
DISPONIBLE EN: PS4, Xbox One, Nintendo Switch, PC, Mac
CALIFICACIÓN
78%
QUÉ ONDA: Uno de los juegos de pelea más extraños vuelve en una entrega que se ve radicalmente distinta a la primera pero que conserva su esencia.
LO BUENO: Estilo visual peculiar, ideal para jugar en fiestas, partidas rápidas, la personalización, la música, el humor.
LO MALO: El arte elegido puede no ser la taza de té de todo el mundo, puede volverse repetitivo, no ofrece mucha variedad para jugar en solitario.
Este análisis fue realizado a través de un código de Nintendo Switch provisto por sus desarrolladores.

Santiago Figueroa, alias Morton, fue durante unos años el Jefe de Redacción de [IRROMPIBLES]. Ahora es padre y vive en otro continente. Es fan de Sonic. También sabe hacer juegos y pelis. Pueden ver sus locuras en YouTube, o por Twitch, o vigilarlo por Twitter como @aliasmorton.