Coberturas

El Museo de Informática estuvo In position en la Noche de los Museos

Una noche inolvidable

En la maravillosa noche del sábado 2 de noviembre de 2019 se dio lugar en la Ciudad de Buenos Aires la denominada Noche de los Museos. Conocida por muchos como el momento para aprovechar y tomar contacto con varios lugares que, durante el resto del año pasan desapercibidos, ya que el concepto tradicional de museo —espacio solemne en el que se contemplan obras de arte, sin poder tener contacto con ellas pasa a segundo plano para permitirnos conocer sitios ricos en historias de lo más variadas, sumado a ofertas interactivas más que estimulantes.

Es precisamente en el caso del Museo de Informática que se cumple con la premisa mencionada en el anterior párrafo. Un lugar fantástico que hace que nuestro corazón gamer lata a toda velocidad, y que nuestra alma retro se regocije en un espacio que habla nuestro mismo idioma. Si no lo conocen aún, es un lugar sorprendente ubicado a metros de Plaza San Martín, en el barrio Recoleta, más precisamente en Marcelo T. de Alvear 740.

Un espacio diferente

El Museo de Informática, creado por Carlos Chiodini y Alicia Murchio, ahonda en la historia de la computación en general como nadie puede hacerlo. Para que tengan una idea, es uno de los museos con mayor patrimonio del mundo y cumple nuestro sueño de tener contacto con él en las diferentes muestras que realiza durante el año siendo Play The Game la que más nos llama la atención a los gamers, al recorrer toda la historia de los videojuegos.

No olvidemos que es el primer Museo de Informática de nuestro país, y que la exhibición de estos equipos informáticos históricos favorece la enseñanza a través de objetos reales y operativos, brindando una oportunidad única a estudiantes, profesionales afines y al público en general.

En consecuencia, como todos los demás museos y espacios de interés cultural que abren sus puertas una vez al año en esta noche para el recuerdo, el Museo de Informática no es la excepción. Da la posibilidad a todo tipo de visitantes que realizan su recorrido desde las 20 hasta las 3 de la madrugada, a ingresar de manera gratuita y disfrutar de charlas y máquinas en exhibición.

No les quitamos más tiempo queridos lectores y los invitamos a repasar la muestra y a volver a sentirse niños por un rato…

Para todos los gustos

El museo se repartió en este caso en exhibiciones que pudieron satisfacer los más variados gustos. Los mayores que ingresaron pudieron revivir los videojuegos de su infancia y en el piso superior tener contacto con computadoras que sirvieron para dar los primeros pasos en el aprendizaje de la informática de la década del 80 o 90.

Pero como siempre sucede, el atractivo está también en el trato de sus voluntarios que dan charlas de un enorme interés a los visitantes. Pueden descubrir cómo se programaba a finales de los años ’60 con la puesta en escena de una PDP-7 y el desarrollo del primer sistema operativo Unix. Así como también en la charla de presentación de Clementina, una réplica visualmente similar o casi idéntica de las partes fundamentales de la primera computadora científica traída al país en 1960.

El cuidado de cada detalle y el profesionalismo con el cual se llevan a cabo las tareas de mantenimiento y reconstrucción fue muy valorado por los casi 2.000 visitantes que se dieron cita, al punto de hacer una cuadra de cola en la calle para poder ingresar.

Se me pianta un lagrimón

Fue notoria la emoción por volver a estar en contacto con joyas que se creían perdidas o que sólo podían existir en la casa de algún coleccionista acérrimo. Frases como “qué viejo estoy” o “no puedo creer que tengan esto” se repitieron una y otra vez. O la felicidad de familias que veían cómo sus hijos pequeños jugaban por primera vez Pac-Man, Dig Dug o Super Mario World. También pudieron aventurarse en Sunset Riders de Mega Drive o batirse a duelo en el inoxidable Mortal Kombat 3, que se disfrutaron en total orden y normalidad.

Para coronar una noche perfecta para que mucha más gente conozca el enorme trabajo que realizan tanto Carlos Chiodini como los más de 30 voluntarios.

Para volver una y otra vez al Museo de Informática

No queremos dejar de mencionar el ciber que se montó en el patio interno de la hermosa residencia ubicada en la calle Marcelo T, auspiciado por la fundación y museo ICATEC, que deleitó a los fanáticos que quisieron volver a despuntar el vicio en Counter Strike o en GTA. A su lado se ubicó un quiosco con golosinas a la venta, para que el combo fuera completo y nos hiciera recordar aquellas épocas cuando la hora de internet valía un peso nomás.

Para coronar la jornada, los visitantes podían anotarse para participar en el sorteo de una Nintendo Switch, gentileza de la gente de WNPower, para que todo fuera más que redondo.

¡Visitar el museo es una experiencia que ningún fan de los videojuegos debería dejar pasar! Pueden hacerlo durante todo el año o sino aguardar a la próxima Noche de los Museos, en la que seguramente dirá presente, para seguir cumpliendo la noble tarea arqueológica de mantener viva la historia de la creación y progreso de la informática y los videojuegos. [i]


Sitio web: https://museodeinformatica.org.ar
Dirección: Marcelo T. de Alvear 740, CABA.

Escribe un comentario