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Kosmokrats [REVIEW]

La conquista del espacio, en modo puzzle

Somos parte del personal de una nave, en lo que parecería ser una carrera espacial post guerra fría. Incluso, tenemos uno de los roles más importantes de la tripulación: el que pela las papas para la comida. Pero resulta que el que maneja los drones sufrió un retraso y, de onda nomás, nos piden que ayudemos un poco con esa tarea. Acá arrancamos a jugar Kosmokrats y mucho que no estamos ante una simple introducción de relleno, sino que la historia es parte importante del juego.

En un pequeño tutorial que jugamos en un viejo monitor CRT, nos explican la física con la que se mueve el dron que manejamos. Una vez aprendido esto, nos muestran el funcionamiento central del juego, que consiste en armar naves al unir diferentes componentes que flotan en el espacio. Esto lo hace nuestro dron con su habilidad de tirar y empujar objetos. En el medio se encuentra la física espacial más algunos efectos de gravedad de los objetos. Así, tenemos que realizar la suplencia, tratando de romper lo menos posible la nave.

Las primeras misiones son fáciles y nos ayudan a entender cómo se combinan en detalle los componentes. La mecánica se complica y a medida que avanzamos tenemos que controlar la física, analizar cómo encajar los componentes y todo esto cada vez más rápido. Para colmo, romper un componente, arruinar recursos tales como comida o hacer puré con un astronauta que pasaba flotando se vuelve crítico. De golpe el juego es mucho más complejo que sólo un Tetris en el espacio.

Геймплей (entendemos que dice “gameplay”)

Suponemos que ya tienen en claro que se trata de un juego de puzzles. Y Tetris en el espacio es una definición perfecta, porque las piezas y el armado nos recuerdan mucho a ese juego. Pero el desafío está en todo los condimentos extra, tales como algunos minijuegos y acciones —también en formato puzzle— paralelos a las misiones principales.

No sólo tenemos que preocuparnos por armar las naves en cada nivel, sino que tenemos que controlar si tenemos comida suficiente, si la tripulación sigue viva y si todavía tenemos naves disponibles en la flota. Cualquier cosa de esas que no funcione será un camino a la perdición.

También existen situaciones que se disparan basándose tanto en resultados de niveles previos, como a la historia, con efectos significativos en nuestras futuras misiones. Por ejemplo, si algún jefe se enoja nos dará un efecto negativo, puede que los componentes a ensamblar aparezcan con mayor separación entre sí. De igual manera, si cumplimos algún objetivo extra, nos darán alguna mejora (por ejemplo, un dron más rápido).

Además, al completar las misiones de forma sobresaliente, ganamos Kartoshkas (léase créditos, plata, vil metal, guita), los cuales podemos invertir en ayudas extra.

La historia… o algo más que eso

Este es uno de los puntos fuertes del juego. Pensando que hablamos de un Indie, el voice-acting es bueno y le da forma a la historia simple pero interesante. No pidan algo genial en el apartado gráfico de las cutscenes ya que no está ni cerca, pero son animaciones simpáticas y acompañan muy bien el tono cómico-irónico de la misma.

Lo interesante es que la historia no solo introduce al juego principal, sino que la narrativa avanza. A veces tenemos que tomar decisiones sobre nuestro futuro dentro de la flota espacial, nos plantean objetivos secundarios y cumplirlos (o no) afectan directamente a lo que se nos viene.

El resultado de esto es que hay muchos finales diferentes y la historia va cambiando según qué hacemos, lo cual nos deja pendiente re jugarlo algunas veces más para ver qué otras cosas podemos romper en la historia.

Hasta el infinito, ¡y más allá!

No, paren… eso lo dijo un astronauta norteamericano del futuro… y esta vez nos toca ser parte de la Unión Soviética. Así que mejor ajústense los cinturones, camaradas, para un entretenido viaje por el espacio.

Eso sí, a darle con gamepad, porque no hay otra opción. Mentira, sí hay, pero una mucho peor. Mando en mano, sillón y alguna bebida fuerte cerca —para calmar los nervios— porque siempre estamos a nada de que la nave quede a medio armar, termine cayendo en la órbita de un planeta y se pierda todo. [i]


DESARROLLADO POR: Pixel Delusion
DISTRIBUIDO POR: Modern Wolf
GÉNERO: Puzzles
DISPONIBLE EN: PC, Nintendo Switch

QUÉ ONDA: Un muy interesante juego de puzzles que no es “siempre lo mismo” y vale lo que cuesta sin dudas (por lo menos en Argentina). Si les gusta el género, aunque sea un poco, es para tener en cuenta.
LO BUENO: El gameplay principal es bueno, pero todo lo que lo rodea acompaña igual de bien: minijuegos, música y efectos de sonido, historia interactiva y modificadores a las misiones hacen que sea menos monótono y le da valor de rejugabilidad.
LO MALO: el público al que va a llegar es reducido, ya que hablamos de puzzles geométricos y de física.

Este análisis fue realizado a través de un código de Steam provisto por sus desarrolladores.

  • CALIFICACIÓN75%
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