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LCP vs. The Sims

Señores, es tiempo de reparación histórica. Por eso, desde aquí, desde Irrompibles.com.ar, hemos decidido crear una serie de notas (que iremos publicando con el correr de los tiempos y según nuestras abultadas agendas lo permitan), donde desenmascararemos grandes títulos del soft de los últimos años, para demostrar que no fueron más que meras copias (o que se han dejado “influenciar” bastante) por viejísimos títulos que los más veteranos disfrutábamos de niños, como el que hoy nos reúne aquí, y que data de ¡1985! Will Wright tenía una Commodore… Corría la mitad de la década del ‘80, cuando llegó a nuestras manos un diskette de 5 ¼ para Commodore 64, con el pretensioso nombre de LCP, o Little Computer People (Pequeña Gente de la Computadora), o como los muchachos de Activision gustaban llamar “La casa en un diskette”. Al parecer, esta gente había descubierto porqué se colgaba nuestra querida C64 en las mejores pantallas del Beach Head, o del Dambusters: un pequeño ser viviente, similar a un humano en miniatura y que vivía en los circuitos de nuestra compu, saboteaba nuestras tardes en busca de atención.

La cosa es que ni lerdos ni perezosos, los muchachos de Activision programaron una casa virtual (con todos los lujos: cocina amplia, mega living en el ático, sala de estar con chimenea incluida, ¡de todo!), la metieron en un diskette, y gracias a ella podíamos interactuar con el habitante de nuestra C64. ESA era la premisa brillante, innovadora, mágica del juego. Debíamos atender las necesidades materiales y afectuosas de nuestro “inquilino”, que al poco tiempo se transformaría en un real amigo virtual o en un desdichado infeliz dependiendo de nuestra habilidad. ¿Les comienza a sonar conocido?
Insertado nuestro gigantesco diskette, nos topábamos con una agenda donde ingresábamos nuestro nombre, el día, la fecha y la hora y luego de unos segundos de carga, aparecía la vista seccionada de una casa donde podíamos apreciar todas sus habitaciones, a nuestro amiguete virtual y a su fiel mascota. A partir de ese momento podíamos simplemente sentarnos a espiar sus actividades, o interactuar con él utilizando las teclas F1, F2, etc… Lo de la fecha y el horario estaba muy bien pensado. Si arrancábamos el programa a las 4 de la mañana, nuestro pekeñín y su perro seguramente se encontrarían roncando a pierna suelta. Al mediodía comiendo, y por la noche viendo su programa favorito de TV. A las 8 de la mañana seguramente lo veríamos haciendo su rutina de ejercicios diarios… ¿Y qué cosas podías hacer con él? MUCHISIMAS: regalarle discos (impresionante la colección del muchacho), libros, fichines, enviarle comida (para él y para su mascota), llenar el tanque de agua de su dispensador, jugar al poker, provocar que otros LCP lo llamaran por teléfono, pedirle que toque el piano (eximio intérprete, deberé decirles) o que coloque un disco, que fichinee, o lo mejor de todo ¡que nos escriba una carta dedicada! Y con ella, nos íbamos percatando de lo avanzado de nuestra amistad, de cómo se sentía él con nosotros, o qué “regalillos” lo harían feliz (manguero el muchacho). Y varias cositas más…
Además de las teclas F’s, podíamos hablar en ingles tipeando pedidos sencillos, siempre acompañados de un por favor y un gracias, que el sensible se nos ponía de punta caso contrario: Please, play the piano. Please, dance. Please, play computer. La cosa es que si atendíamos sus necesidades, nuestro LCP andaría por su casa con una sonrisa de oreja a oreja y una agilidad notable, al igual que su perro. Y haría prácticamente lo que le pidiéramos. Peeero, si no le prestábamos atención, lo maltratábamos y no le enviamos alimentos, el pekeño miko sucumbiría a la depresión, tomaría un preocupante tono pálido y difícilmente se incorporaría de la cama. Pudiendo llegar a ocurrir lo peor… Como verán, el Sims (y el Tamagotchi) no inventaron nada, y tuvieron que pasar 15 años hasta que alguien reflotara la premisa de este juegazo, que tuvo sus sendas conversiones para Amiga, ZX Spectrum, Atari ST y ¡Amstrad! Increíblemente, y para mi gusto, nunca pudieron superarlo… He dicho.
P.D.: Estem… ¿te gustaría jugarlo? El emulador de la C64 lo bajás de acá pulsando la foto de la pantalla de la Commodore y el LCP lo conseguís acá LCP

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