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Pac-Man 99 [REVIEW]

Waka, Waka, nueve, nueve…

Si hay un clásico indiscutido que ya lleva cuarenta años sobreviviendo en la industria ese es Pac-Man, que con su tan simple pero efectiva jugabilidad encuentra terreno en toda tendencia del momento. ¿Se imaginan 99 jugadores a la vez compitiendo en un modo battle royale? Sí, claro que se lo imaginan… ¡Es Pac-Man 99!

El estudio Arika, conocido en su momento por juegos como Street Fighter EX, Fighting Layer o Endless Ocean, hace rato se dedica a readaptar clásicos al servicio de Nintendo. Son los culpables de todas las variantes de Dr. Mario desde la Wii y de pasar al 3D un puñado de juegos de NES para el lanzamiento de la 3DS.

En el último tiempo, sin embargo, les tocó la difícil tarea de hacer valer la suscripción a Nintendo Online. Hace un poco más de dos años, quienes gozamos de ese servicio recibimos en nuestras consolas, y en forma gratuita, un curioso juego llamado Tetris 99.

En plena moda de los battle royale, este fichín lograba adaptar hacia ese formato a un clásico como es ya el legendario Tetris, probando que cualquier juego, por más simple que sea, puede convertirse fácilmente a la lucha online encarnizada.

Más tarde, para celebrar el trigésimo quinto aniversario de Mario Bros, no tuvieron mejor idea que crear Super Mario Bros. 35, una experiencia limitada donde nuevamente jugábamos el clásico Mario Bros a muerte con extraños hasta que sólo quede uno.

Tal como lo prometió, Nintendo asesinó a Mario el 1 de abril dand… ¿ah, no lo mató? Entendí cualquiera. Bueno, la cuestión es que este mes voló el Mario 35 y en su lugar recibimos Pac-Man 99, la tercera y quizás más redonda propuesta de todas.

Asumimos que es cultura general a esta altura, pero por las dudas lo explicamos: el objetivo en Pac-Man es comer todas las esferas repartidas por el laberinto, mientras escapamos de un grupo de fantasmas que nos persiguen. Si nos tocan, perdemos. Pero si comemos una de las esferas grandes, el color de los fantasmas pasa a ser azul y ahora somos nosotros los que podemos comer a los fantasmas, mientras los mismos huyen. De hacerlo, vuelven al centro del escenario de donde no podrán salir hasta que pase determinado tiempo. A medida que el juego se dificulta, menor es el tiempo que permanecen comestibles y más rápido regresan a la normalidad.

Pero, ¿cómo se juega Pac-Man 99? Bueno, es muy sencillo. Nos conectamos a una sala con otros 98 jugadores y una vez que arranca, jugamos una partida normal de Pac-Man.

Sin embargo, aquí triunfa la persona jugadora que sobreviva hasta el final. Para eso, tenemos que comer fantasmas, lo que arroja a los laberintos rivales unos “Pac-Man grises” que los ralentizan al pasar. Más avanzada la partida, podemos lanzar unos “Pac-Man rojos” que eliminan adversarios al contacto. Mientras que los grises desaparecen al comer una esfera grande, los rojos sólo se congelan, y para eliminarlos debemos comer una fruta.

Pero ¡ojo! porque la fruta resetea todo el laberinto. Eso incluye a los fantasmas durmientes, que se despliegan a lo largo de las columnas centrales. Estos son más pequeños y al comerlos por primera vez, se colocan detrás de uno de los fantasmas principales. Si conseguimos una esfera grande, podemos comer toda la nueva hilera de fantasmas multiplicando ampliamente nuestros puntos y convirtiéndonos en una amenaza para los rivales.

A los lados de la pantalla tenemos dos herramientas clave. A la izquierda, los poderes que se activan al comer una esfera grande. Por ejemplo, podemos seleccionar “más fuerte” para atravesar los “Pac-Man grises” como si nada, pero esto va a ir afectando nuestra velocidad general. En cambio con “Velocidad” podemos efectivamente ir más rápido, aunque hacemos menos ataques a los rivales. Luego está “Entrenar” (probablemente mal traducido), que duplica la efectividad de los fantasmas durmientes a costo de que nuestro laberinto también se llene de grises.

Si no queremos perder tiempo preocupándonos de como estos poderes afectan nuestra performance, lo mejor es dejarlo seleccionado en “Estándar”.

Del lado derecho podemos seleccionar nuestra estrategia a la hora de molestar a otros rivales. Con “Nocaut” apuntamos a quienes están más cerca de perder, con “Contador” (probablemente mal traducido) podemos contraatacar a quienes nos hayan dañado, y con “Cazador” vamos tras quienes hayan vencido más rivales hasta ahora. También podemos seleccionar una persona en específico o simplemente configurarlo como “Al azar”.

Ahora que ya quedó claro cómo funciona la experiencia principal (la única gratuita), hablemos de los otros modos. Pero antes una advertencia: todo lo que mencionamos de aquí en adelante es pago. Es decir, que para poder acceder a todo lo que vamos a explicar a continuación hace falta adquirir el DLC.

El modo más obvio es CPU Battle, que como su nombre lo indica, nos brinda la posibilidad de experimentar el juego con un set de 98 bots controlados por la consola.

Score Attack, por otro lado, nos propone jugar una partida individual y sobrevivir el mayor tiempo posible mientras acumulamos puntos.

Blind Time Attack, también individual, introduce la variante de un contador de tiempo para completar todo el laberinto y comer la fruta, durante doce laberintos, uno más difícil que el otro.

Para las personas más competitivas, no se preocupen: todos los modos tienen tableros de puntuación online.

Junto con el DLC vienen dos extras que se agradecen. El primero es la posibilidad de crear y jugar partidas privadas con amistades (suerte para convencer a todo el grupo de comprarlo).

El segundo extra es la posibilidad de tematizar los laberintos con distintas apariencias, pasando primero por varios diseños que referencian todas las etapas de Pac-Man, para luego incluir toda la historia de Namco: Galaga, Dig Dug, Mappy, The Tower of Druaga y muchos más. No sólo cambia el laberinto visualmente sino que se altera el protagonista, los enemigos, y hasta la música y los efectos de sonido. Maravilloso.

En conclusión, podemos decir que Pac-Man 99 es igual o más adictivo que el propio Tetris 99, y quienes disfrutaron de uno probablemente lo hagan con el otro. Lamentablemente, a quienes no hayan pagado el contenido extra los deja con una experiencia bastante recortada. Es un pecado que la opción de partidas privadas no sea gratuita.

Otro gran problema es que el juego no sabe explicarse a sí mismo. Todo lo detallado arriba lo aprendimos luego de jugar y jugar. Claramente carece de un modo tutorial, o alguna forma de jugar una primera partida de manera guiada, aunque sea contra la CPU.

Lejos está de ser una reinvención como Pac-Man Championship Edition, pero sirve de excusa para jugarse unas partidas con motivación extra. Si tienen una Nintendo Switch, no lo pueden dejar pasar. [i]


DESARROLLADO POR: Arika
DISTRIBUIDO POR: Nintendo
GÉNERO: Arcade, Battle Royale
DISPONIBLE EN: Nintendo Switch

QUÉ ONDA: De jugar en soledad sobre un fichín de luces parpadeantes a competir contra 98 personas extrañas a través de internet en esta enésima reinvención del clásico Pac-Man.
LO BUENO: Los nuevos elementos de jugabilidad lo hacen más tenso y dinámico. Varios modos de juego para mantener la variedad. Los controles son configurables. El online anda impecable.
LO MALO: Los poderes pueden ser confusos y no resultar demasiado convenientes. Algunas temáticas visuales pueden resultar confusas. Cada jugador tiene que comprar el DLC para jugar partidas privadas. El DLC no es nada económico.

Este análisis de Pac-Man 99 fue realizado a través de un código de Nintendo Switch provisto por sus desarrolladores.

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