Pensá en un Lost Planet. ¿Listo? Ahora, ¡imaginalo bueno!
La gigante maquinaria se abalanza sobre el suelo nevado, dejando huellas enormes a su paso. La música country suena a todo volumen, haciendo eco por las montañas. Los Akrid, criaturas extraterrestres tipo arácnidas se cuelgan del mech y golpean la cabina con tanta fuerza que astillan el vidrio. Es otro día de trabajo para Jim Peyton.
A pesar del tres gigante que precede al nombre, este título es una precuela de los primeros dos y habla de la primera colonia que pisó EDN-III. La historia nos pone en las cálidas botitas de Jim Peyton, un trabajador independiente que se separa de su esposa e hijo recién nacido para viajar al frío planeta y hacer unos buenos mangos para vivir una vida decente con su familia en la Tierra.
Y está en una línea de trabajo muy peligrosa, por ende, pagan muy bien. ¿Qué hace exactamente? Lo que sea, la raza humana se encuentra en la primer etapa de colonización y más que nada tratan de extraer el dulce néctar que corre bajo las venas de EDN-III y colocar fuentes de calor en distintos puntos estratégicos para que el planeta algún día sea habitable.
Uno de los mejores aspectos de Lost Planet 3 es lo que Spark Unlimited se concentró en desarrollar el universo en el que viven los personajes, cómo funciona su tecnología y cómo viven. Y la misma atención fue puesta en sus personajes, principalmente Jim Peyton. Es un verdadero placer verlos charlar entre ellos, tiene diálogos muy bien escritos, es una pena que mientras más avanza la aventura, menos vemos de esto.
El mundo no es un mundo abierto, porque está dividido en zonas, pero si sos libre de explorar la mayoría de los lugares —algunos están bloqueados hasta cierto momento— y es una buena razón para darte quests secundarias que en su mayoría son fetch quests, pero alguna que otra vale la pena hacer por un tema de trama y personajes.
La manera de atravesar las grandes distancias de un objetivo a otro a lo largo del frío planeta es sobre un mech gigante, fiel a la serie, pero en este caso, no son armas, sino herramientas de trabajo. Estos robots gigantes tienen cositas lindas como taladros gigantes y ganchos de hierro, que sirven para hacer reparaciones de las varias estructuras ya instaladas y otras tareas de mantenimiento. Bueno, no están diseñados para ser armas, pero obviamente vamos a protagonizar épicas batallas contra bichos feos sobre ellos.
Peyton por otro lado, es una máquina de matar. A diferencia de Isaac Clarke —Lost Planet 3 está excesivamente inspirado en la serie de Visceral— Peyton llega al planeta con armas y está listo para descerebrar bicharracos y en parte explican que es parte del trabajo, así que tampoco podemos criticarlo mucho. Y sí, Lost Planet 3 toma todas las tácticas de suspenso y terror que presentó Dead Space, y hasta algunos diseños de enemigos, pero aunque hace para una experiencia decente, no es ni la mitad de efectivo que el juego de Visceral.
Donde sí lo supera, es en la humanidad de sus personajes. Entre misión y misión podemos disfrutar de los videomensajes que se manda la pareja que es donde está la carne de la historia y el desarrollo de los personajes. Están muy trabajadas, las emociones faciales y las actuaciones son excelentes y suman muchísimo para conectarnos con Peyton y sus motivaciones.
Es una pena que por lo interesante que puede llegar a ser el mundo y los personajes que presenta —sobre todo el protagonista— todos los niveles consistan básicamente de lo mismo: Matar bichos, encontrar una manera de abrir esa puerta gigante y matar más bichos. Sazonada con alguna que otra boss battle con bichos más grandes que generalmente consisten de la misma técnica.
Es divertido (hasta ahí nomás) las primeras horas, pero para la cuarta y quinta ya es una estructura predecible y aburrida. La acción que de momento es una muy buena mezcla de cosas que vimos mil veces, como puede ser la posibilidad de usar un gancho a lo Batman Arkham Asylum —usa el mismo efecto de sonido—, pero rápidamente se vuelve genérica y aburrida. Es una pena, porque realmente muestra potencial en un momento.
Tiene una excelente variedad, entre un buen guión y un mundo detallado, hay momentos en los que se explora junto a sus personajes, hay momentos de excelente acción, de suspenso que por momentos funciona y hasta excelentes batallas con bosses gigantes, ya sea a pie o sobre el mech, pero es una lástima que lo novedoso solo dure cuatro o cinco horas, después es repetición hasta el hartazgo.
Donde saca un poco más de provecho es en el modo multijugador, principalmente porque las mecánicas son decentes y un buen diseño en la manera que se progresa partida a partida. Todo el excelente arsenal disponible en la campaña está en el modo multijugador y el gancho, a pesar de ser un despropósito en la campaña, recibe mucho más uso, para hacer una acción más dinámica e interesante.
Si ahora Capcom apunta a que Lost Planet sea su Dead Space, definitivamente van por el camino correcto. Ya hicieron lo más difícil, que se distinga de la competencia en cuanto a su estilo, ahora si tan solo pudieran hacer que la jugabilidad no sea una combinación de los peores aspectos del juego de Visceral, sería un buen cambio.
Podemos decir sin miramientos que Lost Planet 3 es el mejor de la serie, pero aún así le falta bastante. Tiene buenas ideas y se compromete con las cosas adecuadas, como la historia y el desarrollo del protagonista, pero lamentablemente no acompaña con la jugabilidad. Al principio es interesante pero no tarda en volverse repetitiva, aún cuando la historia sigue presentando nuevos escenarios. [i]
CALIFICACIÓN
65%
QUÉ ONDA: Acción en tercera persona con una historia “humana”.
LO BUENO: La historia y los personajes, los mechs.
LO MALO: Acción genérica, muy repetitivo, no saca provecho de sus aspectos positivos.