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[REVIEW] Stellaris

Al infinito, ¡y más allá!

DESPUÉS DE EXPLORAR LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD, Paradox se lavó las manos y apuntó al cielo. Stellaris es el nuevo juego de estrategia avanzada de los creadores de Crusader Kings y Europa Universalis. Y aunque su pedigree informe que este juego esta al alcance de pocos, vale aclarar desde ahora, que este es el juego más accesible que hayan realizado. Un hecho encomendable que no viene sin sus dilemas.

Pedigree monumental

Paradox Interactive nos tiene acostumbrados a lanzar complejos títulos de estrategia que apuntan a un tipo de jugador muy especial. Al punto donde siempre se ven interesantes, pero a la larga terminan siendo infranqueables para muchos. Stellaris no solo toma toda la experiencia obtenida a lo largo de los años, para crear un juego fuera de los eventos históricos de la humanidad y pasar a la colonización espacial. Pero además, lo hace de una forma mucho más accesible que en el pasado.

Vamos por partes…Stellaris es en su esencia un juego de estrategia 4X, que toma su nombre de las actividades centrales que estaremos realizando: Explorar, Expandir, Explotar y Exterminar. ¿Entendido? Pero lo bueno del género es que uno puede realizar estas tareas a gusto, favorecer unas que otras, o hasta dejar algunas de lado por completo e ignorarlas. Y en su lugar, la Inteligencia Artificial genera aleatoriamente la personalidad del resto de las razas para que se comporten de forma adecuada a su estilo.

Diseñando la raza

Al inicio de cada partida tenemos la opción de elegir una raza de las ya establecidas o crear una totalmente personalizada, con religión, código moral y un montón de otras características que determinan su estilo y comportamiento. Pero también limitan nuestras decisiones a futuro. Por ejemplo, una de las primeras cosas que tenemos que elegir es la tecnología mediante la cual viajamos por el espacio (hyperlanes, warp o wormholes), y esta determinará muchas cosas sobre nuestra partida, limitando parte del árbol que podemos desbloquear a medida que avanzamos.
 
 
Una vez dentro, arrancamos solitos con nuestro planeta natal y algunas navecitas para empezar nuestra exploración. Velozmente abrimos los ojos y empezamos a encontrar galaxias cercanas con planetas, estrellas, soles, asteroides y lunas de donde extraer recursos, y también planetas para colonizar, pero ya llegaremos a esto más adelante. Las primeras horas son muy emocionantes, siempre encontrando cosas nuevas y llenando los agujeros de nuestro mapa estelar.

Dominación intergaláctica para tontitos

El tutorial del juego es excelente, si así lo queremos, nos lleva de la mano de a poquito, explicandonos cómo explorar, minar recursos y progresar nuestra civilización. Cada vez que entramos a una ventana nueva, nos explica con detalle para qué sirve y en qué circunstancias deberíamos hacer uso de ella. Mientras tanto, nos da suficiente libertad para explorar a gusto el vasto universo que se abre frente a nosotros.
 
Las naves científicas nos permiten explorar sistemas aledaños y analizar sus cuerpos celestes por recursos y planetas habitables. Después, con nuestra nave constructora, podamos poner estaciones de investigación o mineras, que nos permitan ganar alguno de los muchos recursos que vamos a necesitar para mantener nuestra civilización y su expansión. 
 
De vez en cuando este proceso puede ser interrumpido por una anomalía. En estos casos, una nave científica puede detectarla y nos muestra un porcentaje de chances de éxito en la investigación. Estos eventos generados aleatoriamente muestran de buena forma el increíble nivel de escritura que tiene Paradox, tomando inspiración de casi todos los trabajos de ciencia y ciencia ficción conocidos, para traer una enorme variedad de situaciones interesantes que explorar. Estos eventos pueden terminar de forma satisfactoria, ganando recursos o información, o de forma negativa, perdiendo nuestra nave por completo.
 

La vieja y querida narrativa procedural 

El excelente nivel de escritura no solo se ve en los eventos, sino también en la ventana de diplomacia, donde conversamos con las diferentes especies para declarar nuestra rivalidad (nos da reputación, el recurso más difícil de conseguir), formar alianzas o simplemente comerciar. En frases sintéticas cada especie nos dice en lo que cree y sus objetivos, lo que nos da una idea clara de si queremos lidiar con ellos o no. Y aún en los conflictos más grandes, el diálogo es justo, con la información adecuada sin perder sus destellos de clase.
 
Los eventos al principio del juego son poco comunes, pero a medida que avanzamos se vuelven cada vez más probables, volviendo una trama simple en algo bastante complejo, con varios desenlaces posibles dependiendo de nuestro estilo de juego, y por supuesto, la conformación de nuestra civilización y las decisiones que hayamos tomado durante la partida. Son bastante emocionantes y particulares, pero el problema con Stellaris no yace al final, ni al principio, sino en el medio.

Medir el espacio

Una vez que empezamos a expandirnos y a tomar territorios, nos empieza a llamar la atención la pasividad de la IA. Cuando creamos nuestra raza tenemos que elegir un código moral y otros elementos (buenos y malos) que dictan nuestro comportamiento. Y el resto de las razas tienen los suyos. Y aunque pueden ser calificados, en realidad solo están en su lugar para permitir o negar ciertos comportamientos. Demócrata Xenófobo, Fanático Religioso o solo una raza pacifista, en la galaxia lo hay de todo.
 
Esto le da un propósito a cada uno y un rol dentro del mundo político de la partida. Cada vez que tenemos que tomar una decisión vamos a estar restringido por estos elementos. Ciertos códigos morales pueden prevenirnos de esclavizar a miembros de nuestra propia raza y casos similares. Pero estos pueden doblarse también, a través de edictos y otras herramientas, a la hora de colonizar nuevas tierras. Pero este es un ejemplo de cientos que pueden darse en las circunstancias adecuadas. Lo divertido es navegar a través de esto para resolver nuestros conflictos y seguir avanzando.
 
 
Pero a medida que avanzamos notamos que es posible pasar horas de juego sin noticias de otras razas. Y si es que aparecen tampoco tienen mucho para hacer más que declarar rivalidades y armar y  deshacer tratados. La diplomacia en Stellaris es prácticamente inexistente, y excesivamente limitada. Es muy lindo tener códigos morales y demás, pero es difícil jugar con esas diferencias cuando el resto es super pasivo sobre su dominación intergaláctica.

¿Accesibilidad = Sobresimplificación?

Esto lleva a otro problema del juego que es la falta de intimidad con las razas. Debido a su naturaleza 4X y sobresimplificación de la administración y diplomacia, no individuos a los que referirse. Una persona es lo único que vemos y no parece que estamos hablando con una raza entera. Lo mismo pasa con nuestras propios pobladores, que no son más que imágenes en una cuadrícula. A pesar de lo bien que se ve, y lo bien escrito que está, si vista macro del universo no deja lugar para la intimidad que otros juegos de la compañía como Crusader Kings II y Europa Universalis IV ofrecen.
 
Lo más cercano son las naves a las que podemos asignarles capitanes, y aunque tiene su personalidad y características, y son capaces de aprender nuevas habilidades a través de experiencia y anomalías, terminan eventualmente muriendo y desapareciendo del juego, sin una familia o linaje que le preceda.
 
 
Y aunque criticamos estos aspectos, también debemos admitir que Paradox ha hecho grandes esfuerzos por hacerlo su juego más accesible de la historia. Un esfuerzo que a veces se agradece, como una economía simple, pero por otros se lamenta, como la unidimensionalidad de absolutamente todos los personajes.
 
Al final del día, Stellaris tiene muchísimo potencial, pero se siente como un juego que fue lanzado incompleto. Tiene la marca de Paradox, una galaxia con un sinfín de posibilidades desarrolladas con maestría. Pero le falta desarrollar un poco más algunas de sus herramientas para que la mitad del juego sea tan emocionante como el resto. Estas adiciones seguramente llegarán en forma de DLC más adelante, pero hoy en día, le faltan cosas esenciales que tendrían que haber estado en su lugar desde el primer momento. [i]
 
DESARROLLADO POR: Paradox Development Studio
DISTRIBUIDO POR:  Paradox Interactive
GÉNERO: Estrategia 4X
PLATAFORMAS: PC

CALIFICACIÓN

78%

 
QUÉ ONDA: Exploración y colonización espacial como solo Paradox podría hacerlo.
LO BUENO: El tutorial trae la galaxia a nuestro alcance. Sistema de reglas que encuadra a cada raza en su elemento. Eventos con ramificaciones. La impresionante música y despampanantes gráficos.
LO MALO: Mid-game aburrido, Diplomacia simple. IA pasiva.
 
 

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