Momento, ¿Este no era Capitán Marvel?
Es rojo, es rápido y tiene un rayo amarillo en el pecho… ¿Quién copió a quién? DC vuelve a la carga continuando con este cambio de rumbo que se vio forzado a tomar después del fracaso de ciertas películas que no pensamos nombrar y esta vez nos trae a Shazam. ¿Esto está dentro del universo de DC? Si bien hay referencias a los demás personajes, la historia funciona por si sola. Ya veremos en el futuro si vuelven a intentar unir al grupo.
La introducción sirve para refrescar la memoria o presentar directamente a este caballero que no es tan conocido fuera de los fans de comics: Billy Batson (Asher Angel) es un niño huérfano que no suele durar mucho tiempo con familias adoptivas y se la pasa en las calles. Hasta que un día se topa con un viejo mago de otra dimensión quien le transfiere el poder de los dioses para que Billy sea su sucesor y pueda seguir peleando por el bien, la justicia y los valores morales de turno. ¿Por qué el poder de los dioses? Porque ahora Billy posee la sabiduría de Salomón, la fuerza de Hércules, la resistencia de Atlas, el poder de Zeus, la valentía de Aquiles y la velocidad de Mercurio. Y si ponemos las primeras letras de cada nombre juntas… ¡Shazam! Y pensar que, a pesar de todo lo que acabamos de decir, está no es la origin story más loca de los comics.
Ahora Shazam es su nombre y la palabra mágica que utiliza para activarlos: al decirla pasa de ser un flacucho a un musculoso de dos metros. Y si la dice de nuevo, vuelve a la normalidad., cosa que imaginamos le debe generar grandes problemas cuando se presenta ante un desconocido. Y aquí viene una de las características más interesantes y atractivas del personaje: aún cuando se convierte en este adulto super poderoso, mentalmente sigue siendo apenas un chico de 14 años.
Esta premisa es la fortaleza de esta película: el humor y quien encarna a Shazam, Zachary Levi, que se roba la película y es muy bueno actuando como un adulto que en realidad es un niño. Más que una película de superhéroes con comedia, esta es una comedia con superhéroes. Ya hemos visto varias versiones de “ahora tengo poderes, y es una responsabilidad” o “ahora tengo poderes, debo luchar contra el crimen”, pero en este caso vemos una interpretación un poco más realista de que pasaría si un niño obtiene este tipo de poderes. Porque Billy después de transformarse no es realmente un héroe, es solo un niño con super poderes. Lo que va a suceder, en un intento de volverse una cinta “original” y “fresca”, es que Billy junto con Freddy (Jack Dylan Grazer, ya lo vimos en IT), uno de sus hermanastros, quedarán fascinados con las nuevas habilidades del primero poniendo a prueba todo lo que saber (o creen que saben) sobre super héroes. Y de paso van a divertirse, vengarse de los bullies de la escuela y quizás hasta ganar algo de dinero. Pero no robar un banco porque… eso sería de villano.
Hablando de villanos aquí entra Mark Strong (no se olviden que fue Siniestro en Green Lantern) en el papel del Dr. Thaddeus Sivana, alguien que, al menos en un principio, está a la par de Shazam. El villano aquí va bien: haciendo un paralelo con Aquaman, el personaje tiene un poco más de desarrollo que Orm y objetivos similares. Strong hace un buen papel de tipo malo malo… aunque en las escenas de pelea no resalte tanto. Tampoco le hace falta: aquí lo importante no son los espectaculares combates, sino Billy y como este va descubriendo sus poderes (y sus responsabilidades).
En este sentido, el villano funciona porque, si bien no es super amenazador ni poderoso, su papel en realidad no es poner en aprietos al protagonista sino ser su “primer villano oficial”. Los rumores hablaban de un posible Dwayne Johnson (La Roca) encarnando a un villano, pero quizás para ser la introducción de Shazam, un villano tan carismático se hubiera robado toda la atención. Quizás en la próxima, que seguro habrá una próxima.
El humor, que carga la película sobre sus espaldas, funciona. Es bastante cursi, pero al estar hecho así a propósito no es un punto en contra. Nos hace acordar a las viejas películas de los noventa, como Batman & Robin: un humor ligero, entretenido, para toda la familia. Aunque sin los bati-pezones. Aunque quizás la referencia más fuerte sería Quisiera ser grande, con Tom Hanks… pero con los poderes de Superman. Nos animamos a pensar que quienes mejor la van a pasar son los más jóvenes, aunque no estamos diciendo que sea una película para niños.
El tono se aleja definitivamente de la oscuridad y pesadez de las primeras entregas de DC sin encontrar del todo el equilibrio entre acción y humor de Marvel (aunque se haya enseriado un poco en Infinity War). Para decirlo una última vez, esto es principalmente una comedia, una que se ríe de sí misma y hace parodias de los clichés típicos de los super héroes. Y eso lleva a veces a los puntos más flojos que tiene: cuando hay escenas que intentan ser serias o sentimentales, pero la banda sonora no acompaña con el mismo ritmo o la cortan con un chiste, pierde bastante impacto. Y no siempre queda claro cuando están haciendo la parodia. Otro puntito apenitas negativo es que, si bien el personaje es un niño huérfano con problemas, lo que siempre genera la empatía del público, aquí Billy es bastante independiente, por lo que no nos generó tanta “lastima”. Incluso quizás está en un tono algo canchero, con lo cual hasta cuesta que te caiga bien al principio.
Pero vale decir que si se hace un buen trabajo cuando se toca el tema de la familia, sustituta en el caso de Billy, que llega a un hogar con varios hermanastros (también huérfanos) que le ofrecen su cariño desde el principio, y se nota el tipo de relación que tienen entre ellos. Todas las actuaciones en este frente son buenas, especialmente Cooper Andrews como el padre, a quien se le puede ver en el brillo de sus ojos que es la persona más bondadosa y cariñosa del mundo.
Con todo el hype dando vueltas fuimos al cine con mucha expectativa. Y nos encontramos con una película entretenida, que parece tener todos los ingredientes para romperla, pero con algunas inconsistencias tonales y de orden de escenas que le saca algunos puntos. Sin duda es una nueva muestra de que a DC escucha al público y prueba cosas nuevas. Shazam! es otro paso adelante en la búsqueda de inyectar diversión a los superhéroes. Sin ser perfecta Shazam! cumple, haciéndonos reír y riéndose de sí misma. [i]

Jessica Aran, alias Jess Jones, es Técnica en Comunicación Multimedial y Realización Audiovisual, Licenciada en Comunicación Audiovisual, actualmente estudiando el profesorado Universitario. Se desempeña como Directora, Guionista y Docente. Dirigió numerosos proyectos entre los cuales se destacan La miniserie “La Tabla de los Sueños”, “Abaddon”, cortometraje de Ciencia Ficción y “Pájaros Negros”. Adicta al café, neófita del skateboarding. Lectora de cómics y un poco gamer. Cada tanto Ilustradora y fotógrafa aficionada. Cocinera experimental y maratonista de series. Pueden seguirla en su fan page y en Instagram.
Juan Lucas Lombardi, alias Tato, es Diseñador Gráfico mayormente por diversión, a veces por dinero. Socio fundador de Go Digital, agencia de Marketing Digital y Guionista participando en proyectos de cómic y audiovisuales. Está interesado en todo lo relacionado con tecnología, ciencia, literatura, cine, diseño y deportes. Se dice creativo, crítico y lógico. Actualmente intenta zambullirse en el mundo audiovisual, abriéndose camino como Guionista en distintos proyectos, los cuales han sido su espacio de crecimiento. Instructor de tenis y amante del esquí. Cinéfilo por naturaleza, también aficionado a las series. Gamer desde la cuna. Fanático de Batman y las pizzas. Intenta ser buen deportista aunque sin éxito. Pueden seguirlo en su fan page y en Instagram.
- CALIFICACIÓN3.0